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La Comunidad del Contenido: TVU asume bien los cambios

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Desde que se puso al aire el pasado 29 de julio, TVU evidenció el necesario giro que necesitaba su anquilosada parrilla programática. Apuestas como el matinal "Siempre juntos" o "Estilo & vida" giraban sobre el mismo discurso en cada una de sus nuevas temporadas.

Constanza Sarkis fue un claro tributo televisivo al mítico título del concierto de Led Zeppelin en 1973: como que su canción siempre fue la misma desde que asumió la conducción de "Estilo & vida" entres 2011 y 2015.

Edgardo "Galo" Vargas, por su parte, mostraba una tendencia a no avanzar frente a las cuatro horas del franjeado mañanero de la estación universitaria. Pese a algunos aciertos, eran rostros que hace un rato se hacían "pesados" a la cámara. Por lo demás siempre los mismos.

Bueno, desde fines de julio, toda esa pasada forma televisiva cambió. Y para bien, hay que decirlo. Ello, porque Vargas, por ejemplo, al lado de la ágil Gabriela Haddad tuvo que ponerse "al día" en este nuevo andar. Sacudirse un resto -aunque podría ser más- para sintonizar con esta propuesta bautizada como "La comunidad del contenido" (LCC).

En el segmento que hacen juntos entre las 17.30 y 20.45 horas se les nota cómodos, atentos y en sintonía con los "contenidos" que se van planteando. Estos son de la más diversa naturaleza. Interesante es apreciar acá el rescate que hacen de un Concepción que se mueve, anda y funciona como ciudad moderna, incluso, con lo que Gilles Lipovetsky infiere como "hiperglobalización". Concepción en el plano de este "contenido en movimiento", como es el nombre del segmento referido, está en el foco del mundo.

Por lo demás, un aspecto más que saludable desde el punto televisivo, y que ya debieran estar viendo en el matinal "Nuestra casa" o "El Gallinero". En el Canal 9 deberían pensar en "actualizarse" en cuanto al decir y el cómo.

Sin duda, Haddad es de los buenos descubrimientos de la televisión regional. Su discurso es parte de una estética que se pone, más que su pareja en cámara, a la par de los aspectos que desean plantearse en TVU hoy día. Un ambiente donde las redes sociales son protagónicas (buen punto).

POR FIN CONTENIDOS

En esta franja programática -de lunes a jueves, entre las 22.30 y medianoche, con repeticiones- aparece LCC: "El estelar pop".

Allí está Isidora Otero al frente, juntos a una series de panelistas que hablan (con ella y no para ella) sobre temas de literatura, música, cine, series, destinos, deporte, moda y motoqueros, entre otras "microcomunidades".

Es Otero quien dirige y lleva el hilo conductor de cada unos de los segmentos. En este caso, hechos por panelistas que también aportan desde la vereda de lo "pop", entendido como expresión popular en sociedad.

Ahora, desde lo televisivo, habría que dirigirla un peldaño más arriba. Su entusiasmo, a veces, la hace interrumpir a su interlocutor innecesariamente. Así, por lo menos, la sentimos en el encuentro que tuvo con la gente del concurso literario "Concepción en 100 palabras". Calmándose un poco, le pudo haber sacado mejor partido a Soledad González -directora de Extensión de la UdeC- o Alberto Fuguet, en su calidad de escritor invitado este año al lanzamiento de la quinta versión del certamen en Concepción.

Lo mismo cuando se encontró con Cristián Nuñez, voz de Los Insolentes y participante del programa "The voice", en Canal 13. Lo apreciamos incómodo en el set, quizás por culpa de él mismo. Al frente estaba la conductora, quien siempre trató de hacer amena una conversación que nunca fluyó.

En momentos como el antes descrito, la dirección debería llevar la conversación hacia otras aguas, indicar cambios sobre la marcha, sin necesidad de que Isidora corra riesgos.

Importante que ella esté abierta a las sugerencias. Y si no, lo debería estar, porque las mismas ansias la pueden terminar por traicionar. Y, ojo, que la televisión es una puesta en escena. Además, es ingrata e infiel.

Lo que está haciendo TVU es apelar a los "contenidos" (lo fueron preparando desde enero pasado). Desde el punto de vista del texto lo han logrado, con detalles a observar, pero lo están haciendo con una buena intención de fondo.

De ahí que se agradezca el rol que tomó uno de los rostros históricos: Constanza Sarkis. Por fin la "vemos" natural, en notas -como la del Teatro Regional- que le acomodan en cuanto a su desarrollo histriónico. Está más cercana sin ser rostro "principal". Una notera/panelista entusiasta que tiene que caminar con los tiempos pertinentes.

"De aquí se ve tu casa", en su segunda temporada, también es parte de esta gran apuesta. Una vitrina para marcar la ciudad y sus habitantes, conocer historias de penquistas que pueden pararse en cualquier parte. Rodrigo Álvarez, conductor, es rápido, grato y hace sentir bien a los invitados. Bien la calma en el plano y un ambiente mucho más amigable que la primera temporada. Son agradables 30 minutos, donde se deja hablar al otro, desde las 22 horas.

Un detalle en "LCC" tiene relación con la cámara/plano. Las búsquedas narrativas deberían acompañar más al texto, sacándose de encima los planos conjunto o movimientos que a veces no calzan con lo que vemos.