En un documento de 43 páginas que se hizo público en los últimos días, titulado "La Nueva Unión Demócrata Independiente", la UDI reflexiona sobre los hechos que han acontecido en el último tiempo al interior del partido y reconoce que existe una "crisis" producto de los casos de financiamiento irregular de las campañas políticas.
El documento recoge los comentarios y reflexiones de militantes gremialistas de todo el país, que fueron planteados en jornadas programáticas realizadas en todas las regiones, entre agosto de 2015 y enero de 2016.
En el texto, el gremialismo realiza una autocrítica y un diagnóstico que apunta a la "falta de apego" hacia las "convicciones", como las causas de la crisis que vive el partido.
"Por medio de este documento queremos plantear que la actual situación de la Unión Demócrata Independiente -exacerbada por las transgresiones a la ley cometidas en la búsqueda de financiamiento- es producto de una falta de apego a nuestras convicciones, la pérdida de nuestro estilo de trabajo y la dificultad para adecuar el discurso a las nuevas realidades sociales, entre otros aspectos", asevera el documento.
diagnóstico y solución
El texto también ofrece una solución a la situación que vive el partido actualmente. "Para salir de esta crisis hay que reconocer las irregularidades, aceptar responsabilidades y asumir los costos políticos por severos o injustos que parezcan", señala.
Asimismo, aseguran que buscarán métodos para que los hechos que han generado una crisis no vuelvan a ocurrir, como "mejorar la institucionalidad del partido, renovar el proyecto político y explicitar un claro perfil diferenciador y estilo de trabajo distintivo".
Para eso piden que los militantes tengan un comportamiento "intachable" tanto en su vida pública como privada, y proponen implementar el mecanismo "un militante un voto" en los procesos internos del partido, con el objetivo de "distribuir el poder y "desparlamentarizar" el partido.
Otro de los puntos que destacan, es el objetivo de "actualizar el proyecto político", sumando "un compromiso con la clase media emergente".
Estos planteamientos se dan de cara a la próxima elección de directiva de la UDI, de noviembre, en la que los diputados Jaime Bellolio y Felipe Ward ya han confirmado su interés por competir para suceder al senador Hernán Larraín. El nombre de la senadora Jacqueline Van Ryyselberghe también ha sonado como una opción.
La diputada María José Hoffmann, destacó la labor que ha llevado a cabo Larraín en este proceso de reflexión al interior del partido.
"Ha tenido una muy buena gestión durante este año y medio a cargo de la UDI y se está queriendo hacer cargo también de los cambios y de cómo asentar que la UDI tenga una agenda que proponerle al país", dijo la parlamentaria en declaraciones citadas por Cooperativa.
"En el tema de la transparencia nosotros siempre hemos sido pioneros, sobre todo a partir de las irregularidades en el financiamiento de las campañas", agregó la diputada.