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Entre l0s 6 y 8 años se debe ir a consulta de odonto-pediatra

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Decir adiós a los dientes de leche es un proceso relevante para los niños que los padres deben saber atender correctamente.

Aunque para los más pequeños es el momento de esperar al ratoncito o al hada de los dientes, se trata del periodo de transición de la dentadura temporal, o "de leche", a la dentadura permanente. Cualquier tipo de alteración es fácilmente corregible durante esta etapa.

Así lo señala Berlena Vaquero, jefe de carrera Técnico en Odontología mención Higienista Dental CFT Santo Tomás, quien recomienda que entre los 6 y 8 años de edad -cuando los niños inician el proceso de recambio dentario- se debe asistir a las primeras consultas odonto-pediatras.

"A los seis años aparecen cuatro molares definitivos, atrás de los temporales, por lo que es muy importante cuidarlos. Se recomienda asistir al control preventivo de los seis años, que tiene garantía GES", explicó Vaquero.

Entre los principales consejos para enfrentar este proceso se destacan el no extraer el diente con un hilo atado, ya que puede producir molestias y generar una situación traumática innecesaria; que el cepillo dental utilizado sea blando y de un tamaño acorde a la edad, y usarlo con cuidado después de cada comida y antes de dormir. "Con este hábito y visitas periódicas al dentista, los niños disfrutarán de dientes definitivos sanos", agregó.

La docente entregó algunas recomendaciones a considerar:

-Si el diente de leche está suelto y no ocasiona dolor ni molestia, es mejor dejar que se vaya soltando de manera natural con las comidas.

-Si la pieza definitiva está apareciendo por detrás o los costados del diente de leche, se debe asistir al dentista para evaluar la situación.

-Si el diente definitivo aparece torcido, puede que se enderece solo, pero si no ocurre hay que asistir al odonto-pediatra.

-Para el cepillado de dientes se aconseja que la pasta dental tenga flúor y se aplique en poca cantidad.

-Se aconseja realizar controles preventivos periódicos desde los dos años, cada seis meses. El programa con garantía GES de los seis años coincide con esta etapa, justamente para evaluar el crecimiento y el desarrollo dental del niño, ya que en ocasiones los padres no se dan cuenta debido a que no hay pérdida de piezas temporales.