Fábrica de calzados a pedido suma clientas en Coronel
Fabrica calzado con sus propias manos hace 10 años y cada vez cobra más fama en la comuna y alrededores. Las botas, botines y puntillas de cuero a la medida de sus clientas son la especialidad de la microempresaria Dalila Venegas.
Su historia se remonta a sus años como trabajadora en fábricas de calzado. Con el tiempo, cada vez se fue convenciendo más de que podía intentarlo por su cuenta. Hasta que se atrevió. Comenzó como reparadora, hasta que creó su propio taller.
Casi en paralelo, mientras Dalila incursionaba en su emprendimiento manufacturero, en 2012 nacía también el capital semilla "Yo emprendo en Coronel". Impulsado por la empresa Colbún en alianza con la Municipalidad de Coronel, la ONG Acción Emprendedora y la Corporación para el Desarrollo Industrial de la Región del Biobío (Cidere), el programa fue creado con el fin de servir al desarrollo de micro-emprendimientos que ayudaran a dinamizar la economía local.
Una alianza fructífera
El programa aplica una fórmula en la cual los postulantes preseleccionados reciben asesoría por parte de Acción Emprendedora en el Centro de Emprendimiento que mantiene la ONG junto a Colbún en la comuna, para luego ser seleccionados por una comisión que representa a las cuatro instituciones.
Una vez seleccionados, se les asiste en la ejecución de su idea, que muchas veces tienen que ver con iniciativas para adquirir insumos que permitan mejorar servicios ya creados por los postulantes. A la fecha, ya son alrededor de 100 los emprendedores que han podido adjudicarse recursos gracias al programa, en rubros tan diversos como la amasandería, cervecería artesanal, gasfitería y confección de telares, entre otros.
Entre esos está el caso de Dalila, quien participó en la versión 2014 del programa y que ha destacado por ofrecer productos personalizados y de finas terminaciones desde su taller en la población Salvador Allende.
"Yo no copio"
Dalila rememora que "me gustó esto del zapato, y dije bueno, lo puedo hacer yo sola. Y me compré mi máquina de coser industrial". Agrega que "lo que es calzado lo manejo bastante bien, sé distinguir cuero y modelaje".
Su gran sostén ha sido su esposo, quien oficia como modelista de las ideas que tiene en mente. "Yo no copio otras cosas. Son mis ideas, mis modelos", aclara.
Funciona en base a pedidos de sus clientas, mujeres de alrededor de 24 a 50 años que pueden darse sus gustos. Las posibilidades son botines, cuyo precio ronda los $40 mil; botas a unos $70 mil el par; y puntillas a $30 mil.
Tiene un muestrario disponible, de manera que las interesadas puedan escoger tipo de cuero y modelo. Se puede adaptar también a las solicitudes específicas de sus clientas, aunque eso tiene un precio mayor. Por último mantiene también una pequeña tienda con algo de stock a disposición.
"Yo emprendo"
Sobre su exitoso tránsito en el capital semilla impulsado por Colbún, Dalila explica que "me ayudó bastante porque mi zapato quedó más fino. Compré una máquina descarnadora, que rebaja los cueros, las cosas más finas, detalles finos. La máquina hace una parte y me benefició enormemente. Se nota la diferencia entre un zapato antiguo y los que hago ahora". Explica que también le permite fabricar cinturones, por la sutileza que implica.
Hoy tiene capacidad para fabricar de 20 a 30 pares mensuales. Destaca que una de las claves para su éxito es irse adaptando: "Tienes que estar siempre renovándote, estar a la moda". Por lo mismo es que en estos días se ha preparado para una nueva tendencia: las plataformas. Le implicó comprar nuevas herramientas y modernizarse, y en septiembre espera capitalizar el esfuerzo.
Otra tendencia, asegura, es lo que avecina con plantas de madera: "No le acomoda a todas, pero es lo que viene. Implementamos la moda, pero yo sigo también con mis clásicos, porque hay clientes que prefieren lo tradicional".
Sobre sus anhelos, dice que le interesa crecer en Coronel. "Me gustaría instalarme con una tienda en la comuna, hace falta para que el producto esté siempre a la vista", indica, al tiempo que revela que le genera recelo el competir con las grandes tiendas que hay en Concepción, aunque parte de su clientela viene de allá.
Tema determinante para seguir creciendo es la calidad de sus productos. Al respecto, Dalila resalta las características de sus calzados: "Comodidad, calidad en cuero, que sea un zapato cómodo, blando, duradero, y un modelo que le guste a la clienta".