Autocuidado del cuidador
¿Quién pensaría que la vida de pronto puede dar un vuelco y debemos afrontar situaciones para la cual no estábamos preparados? Tantas situaciones o crisis que se deben abordar sin tener el mínimo conocimiento de cómo organizarse. Es el caso de quien debe hacerse cargo de otra persona, que por alguna enfermedad o accidente ha quedado postrado o con dificultades para trasladarse. Le llamamos cuidador y en general es de tipo informal, ya que no percibe algún tipo de remuneración por realizar estos cuidados, que generalmente recae en algún familiar, amigos u otra persona. Se debe tener en cuenta que cada persona que cuida vive el cuidar de forma diferente, dependiendo de muchas circunstancias: por qué se cuida, a quién, la relación previa con la persona cuidada, la causa y el grado de dependencia del familiar, la ayuda que prestan otras personas de la familia o las exigencias que se marquen las personas cuidadoras.
Las condiciones en las que tiene que desarrollar los cuidados, en muchas ocasiones no son las más adecuadas, suponiendo para el cuidador una sobrecarga física y psíquica. Escasamente visibilizado y sin reconocimiento social. Generalmente, se basa en relaciones afectivas y de parentesco. Se gesta desde el ámbito privado y se mantiene oculto a lo público.
Según el Primer Estudio de Discapacidad en Chile, que se realizó por el Fondo Nacional de la Discapacidad (Fonadis actual Senadis) y el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, informa que el 12,5% de la población total chilena vive con algún grado de discapacidad. El 62,9% de éstos señala que su discapacidad la generó una enfermedad crónica y el 34,6% de los hogares del país poseen un integrante con discapacidad, concentrándose fundamentalmente en los adultos mayores. En la Región del Biobío, 58.622 presentan discapacidad severa, quienes ven gravemente dificultada e imposibilitada la realización de sus actividades cotidianas, requiriendo el apoyo y cuidados de una tercera persona. Este estudio data del año 2004 y no se ha aplicado nuevamente en Chile, a pesar de las demandas ciudadanas.
Por lo cual, y en base a la falta de autocuidado, el cuidador comienza a sentir la sensación de falta de apoyo y la escasa comprensión de parte de los demás. Todo gira en torno a la persona que cuidan, dejando nulo tiempo libre para sí mismos. Buscan demostrar que pueden con todo y en ese contexto comienzan las consecuencias que afectan en distintos niveles, como por ejemplo fatiga, sobrecarga, sentimientos de culpa, pérdida de la paciencia con facilidad o se enojan constantemente con la persona que cuida, piensan constantemente que la forma de atender a esa persona no es la más apropiada. Comienzan a aislarse de sus amistades, ya no comparten con otros, terminan anulando su vida social.
Frente a esta estresante situación, y como autocuidado, recomendamos que pida ayuda y apoyo. Debe tomar consciencia de su situación real en relación al reparto de las tareas y responsabilidades del cuidado. Conversar en familia y reflexionar sobre las razones por las que no se comparten los cuidados. Aprender a pedir ayuda de otras personas, familiares y amistades. Contactarse con servicios, instituciones o bien organizaciones no gubernamentales (ONGs) que puedan ayudarle. Cuando ya tenga apoyo en la semana, el/la cuidador, debe escoger sus propias actividades agradables, participar de algún grupo, visitar amistades, salir a caminar, satisfacer su necesidad de descanso y sueño y valorar cómo influye en su estado de ánimo, ya que la tensión puede disminuir si permite que alguna otra persona alivie su rol.
Algunos autores como Barbier, Moreno & Sanz (2011) han guiado acerca del autocuidado, mencionando que se debe tener en cuenta que si cuida sin cuidarse durante mucho tiempo, tendrá serias repercusiones que afectarán a su propio bienestar y al de la persona cuidada. Es importante que se intente equilibrar el cuidar y el cuidarse, atendiendo al familiar, pero sin olvidarse de sí mismo. Más que dedicar su vida a cuidar, que cuidar ocupe una parte del tiempo de las cosas que hace y obtener una calidad de vida adecuada.