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Barítono penquista fue aplaudido por Plácido Domingo en concurso lírico

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Aunque hayan pasado algunos días desde sus presentaciones en Europa, como postulante al Centro de Perfeccionamiento Plácido de Domingo del Palau de las Arts Reina Sofía en Valencia; para el barítono penquista Pablo Castillo (33) es como si fuera ayer.

Es que aún tiene el agradable sabor luego de esta experiencia desarrollada entre el 19 y 24 de junio. Su objetivo era ser parte de una suerte de Ópera Estudio en el centro, para perfeccionar su canto.

Cabe destacar que Castillo inició sus estudios hace 16 años, bajo la tutela de Regina Riquelme. En ello tuvo el aporte de profesores como María Elena Guiñes y Rodrigo Navarrete (estuvo con ellos hasta más o menos el 2008).

Sin embargo, es a partir del perfeccionamiento que realiza hace ya dos años con la soprano Cristina Gallardo, que el lírico local sintió más cerca la posibilidad de postular al extranjero.

"En esta academia tienes la posibilidad de participar en las producciones del teatro y además participar de clases y master class", comenta, quien disputó una de las tres vacantes disponibles entre 15 barítonos nuevos y dos que se repostulantes.

Al penquista le fue bastante bien, considerando la exigencia y el poco tiempo en que se desarrollaron las audiciones. Igualmente, llegó a la final de este proceso realizado en tres etapas: eliminatoria (19 de junio e interpretó "Tutto e disposto" de "Las bodas de Fígaro" de Mozart), semifinal realizada entre los días 20 y 23 (fue un workshop de técnica vocal y actuación), para luego llegar a la etapa final.

FRENTE AL MAESTRO

En ésta, realizada el 24 de junio, el barítono presentó dos arias de la ópera "Tannhäuser" de Richard Wagner. Lo particular acá fue que el presidente del jurado fue el propio Plácido Domingo.

"Lejos lo más emocionante de todo este concurso fue poder cantar en la final frente al maestro", resume Castillo.

- Cuando yo comencé con esto del canto lírico mi sueño era poder ir a ver una ópera al Teatro Municipal. Al poco tiempo pude cumplir ese sueño cuando estaba pisando ese escenario debutando nada menos que en "La Boheme" de Puccini, en el rol Schaunard. De ahí no he dejado de sorprenderme y he tenido la posibilidad de conocer grandes figuras de la música y la lírica internacional, y poder trabajar con ellos.

- Especialmente en la final de Valencia te puedo decir que fue lleno de emociones y sensaciones. Tenía que cantarle a la figura más importante en la actualidad de la lírica mundial. Al poco rato nos avisan que, además, integrarán el jurado, el director del Teatro Real de Madrid y su par del Covent Garden.

- Imagínate, nervios y ansiedad era lo que más sentía. Igual me sentía orgulloso del trabajo realizado y feliz por la oportunidad que estaba viviendo. Lo peor vino después cuando ya había terminado mi participación en la final en la que me tocó cantar el aria del "Wolfran de Tanhauser" de Wagner. Estaba en el camarín mucho más relajado conversando con mis compañeros, y justo me vienen a buscar, porque el maestro (Plácido Domingo) quería escucharme por segunda vez. Ese momento fue el doble de nervios y full adrenalina. Sólo había que tratar de bajar las revoluciones para poder mantener el nivel o supurarse que siempre es más difícil.

- Lamentablemente y con tristeza supe la noticia de no ser aceptado. Pero quedar en la final compitiendo y trabajando con cantantes de tan alto nivel y profesionalismo fue un privilegio.

- El futuro se viene lleno de proyectos y compromisos. Por lo pronto, "La Traviata", en el Teatro Municipal (agosto). Estaré como solista y director del coro en la gala lírica de inauguración del nuevo teatro de Chillán y dos conciertos con la soprano penquista Evelyn Vergara radicada en París.