Turquía cifra en 290 los muertos por el golpe fallido
Restablecido el orden tras el fallido intento de golpe en la noche del viernes al sábado, el Gobierno turco prosiguió ayer con una amplia campaña de detenciones de altos mandos militares supuestamente involucrados en la asonada.
La cifra de detenidos supera los seis mil, según el Ministerio de Exteriores, que cifró en "más de 190" los ciudadanos muertos por oponerse al golpe, a lo que se añaden "más de 100 conspiradores golpistas muertos".
También hay "más de 1.400 heridos", agregó el ministerio, que atribuye la responsabilidad del golpe "de manera obvia" a "la Organización Terrorista Fethullah Gülen (Fetö)".
Ese el término utilizando por la Fiscalía desde el año pasado para designar a la red de seguidores de Gülen, un predicador islamista exiliado en Pensilvania (EE.UU.).
El entorno de Gülen negó toda implicación con el golpe, y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, instó a Turquía a presentar "pruebas", antes de considerar una petición de extradición.
Un comunicado militar emitido ayer, el primero desde el golpe fallido, usa términos similares al Gobierno turco, al achacar la responsabilidad a "miembros de una banda terrorista ilegal que se enquistó en las Fuerzas Armadas".
La nota promete "castigar de la manera más severa" a los sublevados y destacó el rol del pueblo, que frenó el golpe manifestándose en la calle.
Ayer tuvieron lugar los entierros de numerosas víctimas del golpe en ceremonias públicas, entre ellas una en la mezquita de Fatih en Estambul, que contaba con la participación del Presidente Recep Tayyip Erdogan.
En su discurso funerario, el Mandatario prometió que el Gobierno "hablaría con la oposición" para examinar la posibilidad de reintroducir la pena de muerte en Turquía, abolida en 2004, tal y como pedían a grito sus seguidores.