Cuide su lenguaje no verbal
Pensamos erróneamente que comunicamos sólo cuando usamos nuestra voz ya sea para conversar, cantar o gritar, pues bien, no es así, nuestro cuerpo siempre y en todo momento comunica, aún cuando estamos quietos, en silencio o durmiendo.
Si hacemos el ejercicio de estar en silencio y quietos frente a una persona, nos daremos cuenta que nuestro interlocutor interpretará que no deseamos hablar, que quizás estamos enojados o simplemente que el tema no es de nuestro agrado, pues bien, ya estamos comunicando.
Nuestra postura, gestos, movimientos y contacto visual nos delatan al instante porque manifiestan y reflejan nuestros estados o actitudes personales según el contexto.
La mayoría de las veces nuestros cuerpos inconscientemente generan conversaciones, es decir, expresamos mucho más con nuestro lenguaje no verbal que con palabras, tal como lo sustenta, a ciencia cierta el estudioso Albert Mehrabian, en su investigación realizada entre 1967 y 1969, en la cual plantea los conocidos porcentajes (55% - 38% -7%) que definen la proporción en que intervienen el lenguaje no verbal, el paralenguaje y el lenguaje verbal en numerosas situaciones habituales de comunicación.
O sea, que en una conversación, lo que vemos (apariencia, posición del cuerpo, movimientos, gestos, expresión del rostro, mirada, etc.) cuenta un 55 %; la voz (entonación, volumen, pausas, timbre, ritmo, etc.) tiene un peso del 38 %. Y lo que decimos (palabras y contenido) un 7 %.
El cuerpo no miente, debemos ser conscientes de todos nuestros movimientos, pues mediante el decimos la verdad, seducimos, agredimos y expresamos otras tantas cosas más.
En la comunicación no todo el mérito del mensaje se lo llevan las palabras, sino que hay toda una serie de elementos que también están presentes.
El cuerpo nos delata cuando no existe una naturalidad, debe existir una coherencia entre lo que "decimos" y cómo los "hacemos", trabajar, practicar y estudiar estos fenómenos nos ayudarán a manejar nuestra imagen personal, profesional y pública.
Por lo tanto, comencemos a ser conscientes de nuestros movimientos, de nuestro lenguaje no verbal, ¡sólo el 7 % de nuestro lenguaje son palabras, el 93% son movimientos corporales, saque sus propias conclusiones!