Secciones

Escolares sólo deben llevar una colación diaria al colegio

E-mail Compartir

Las colaciones escolares pueden transformarse en un dolor de cabeza para padres y apoderados. Y es que si se considera que niños y adolescentes están en su establecimiento educacional cada semana, de lunes a viernes, durante diez meses, es que pensar todos los días qué alimentos enviar a los hijos resulta agobiante. Con mayor razón, si se tiene en cuenta que los estudiantes pasan varias horas en el colegio y tienen más de un recreo, por lo que muchos llevan más de una.

Sin embargo, esto no siempre sería necesario. Así lo dice Edmundo Rodríguez, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, quien explica que las colaciones sólo sirven cuando el niño no ha comido en cuatro horas consecutivas, por lo que no es necesario que en todos los recreos de la jornada escolar consuman alimentos. Es por eso que recalca que lo adecuado sería enviar sólo una colación diaria. "Existe una cultura en que mientras más alimento a mi hijo, más lo quiero. Lamentablemente muchos papás sobrealimentan a sus hijos, con lo cual les están causando enfermedades de adultos como hipertensión y diabetes tipo II cuando estos a veces ni siquiera son adolescentes, por lo cual en vez de quererlos o cuidarlos, los están enfermando lentamente", advierte el especialista.

COMBATIR OBESIDAD

Es por lo mismo que su recalca la importancia de que los padres se cercioren de enviar las colaciones correctas en porciones adecuadas, fomentando así una alimentación saludable en los niños y adolescentes. "La idea es que consuman alimentos bajos en azúcar y preferir frutas como colación. En caso de comprar alimentos envasados, sólo enviar la porción indicada en el envase", añade.

Una caja de leche preferentemente descremada con una fruta pequeña, medio pan de molde con jamón de pavo y verduras (tomate, lechuga y sin mayonesa) o un yoghurt descremado con frutos secos (maní sin sal, almendras o nueces) son algunos de los ejemplos de colaciones que entrega el profesional.

Preocuparse por este ítem, plantea el profesional, es una manera de combatir la obesidad infantil, problemática de salud latente en nuestro país y que se produce por diversos factores, entre los que menciona los hábitos de sueño de los niños y la poca actividad física, que se suman a la alta cantidad de comida chatarra (envasada y preparada) a la que tienen acceso los niños como bebidas de fantasía, jugos, galletas, papas fritas, pizza o completos. "También influye en la obesidad infantil el desorden en los horarios de alimentación, como almuerzos en horarios que no corresponden, onces a las ocho de la noche o simplemente comer algo en cada recreo del colegio", destaca Rodríguez.