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Pequeñas productoras de queso crecen a punta de esfuerzo

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Bulnes se ha caracterizado por ser una comuna de tierras privilegiadas para la agricultura y la ganadería. Eso, sumado al impulso que el municipio entrega a través del Fomento Productivo, la han llevado a elaborar un sinnúmero de productos que destacan a nivel local, nacional e internacional.

Es el caso de María Rosalba Riffo y Lucy Gutiérrez, cuñadas y socias de emprendimiento. Desde pequeñas, ambas fueron criadas entre plantaciones y animales, lo que las llevó a aprender el arte de la ordeña. Hace más de 30 años, la madre de María comenzó con una pequeña lechería y hoy estas mujeres han ampliado el rubro a la fabricación de quesillos.

"Llevamos años sacando leche y vendiéndola aquí en Bulnes, pero como el precio no es bueno vimos con mi cuñada que necesitábamos hacer algo más para emprender y darle un mayor valor agregado a nuestro negocio y hace ocho años que estamos elaborando quesillos frescos. De a poco hemos ido avanzando. Primero sacábamos la leche con las manos y como nos empezó a ir bien, postulamos a un proyecto y compramos un equipo de ordeña, con el que estamos trabajando hoy", contó María Riffo.

Cuando las campesinas se incorporaron a los programas municipales de Prodesal se les abrió un mundo de posibilidades. Tuvieron asesoría técnica y recursos a los que postular. Así empezaron por cambiar su ganado de raza indefinida por unas Holstein Friesian, conocida vaca holandesa- que les ha permitido aumentar la producción de leche .

"Como municipio siempre hemos tenido una especial atención en nuestros agricultores y ganaderos, sencillamente, porque somos una comuna de productores, de corazón agrícola. Nuestra mirada está en apoyarlos a través del Departamento Económico Local y Prodesal, en especial a estas mujeres (Lucy y María) que están emprendiendo fuertemente con su lechería y sus derivados", destaca el alcalde Ernesto Sánchez.

Gracias a su capacidad emprendedora y el apoyo de profesionales del municipio, las productoras han levantado una pequeña fábrica. Con recursos de Corfo e Indap, por más de $10 millones, ya implementaron una sala de elaboración de quesos y pronto tendrán a su disposición una nueva sala de ordeña, un clorador para purificar el agua y un pasteurizador.

Lucy y María cuentan con 13 vacas que producen unos 20 litros cada una al día. La ordeña se realiza a las siete de la mañana y a las 17 horas. De ahí se saca la leche para venta directa y para la producción de unos 40 a 45 quesillos diarios, de unos 800 gramos cada uno y los venden todos, incluso tienen que comprar leche a terceros para responder a la demanda.

"La idea es que la leche llegue tibia para cortarla con sal y cuajo, se le deja reposar una hora aproximadamente y cuando ya está cortada se comienza a revolver lentamente y se va separando el suero del cuajo", explica Lucy Gutiérrez.

La producción en este pequeño campo es integrada. Siembran su propio maíz para silo, unas dos hectáreas, y otras 4 con avena y vallica, de pradera suplementaria, con la que se alimenta este rebaño, en especial en invierno cuando las pasturas escasean, aunque todavía no les preocupa que no haya llovido. "Mientras caiga harta nieve a nosotros nos favorece porque tendremos agua para riego porque se mantienen los canales", afirman.

La paciencia es fundamental a la hora de fabricar los quesos frescos. Hay que botar la mayor cantidad de suero para acumular el cuajo. Éste va íntegro a los moldes de acero inoxidable y se protege con paños de género, debidamente sanitizados.

"Cuando está listo, lo dejamos reposar por una hora más o menos y ya está listo para llevarlo a la mesa. Nosotras sólo hacemos quesillo simple. Una vez nos llegó visita y les hicimos unos quesos con merkén y otros con orégano, fue una prueba, pero nos gustaría innovar con eso", señala Lucy.

Ambas ven hoy esta actividad con nuevos ojos con responsabilidad, no solo por que es el legado de sus padres, sino porque se saben capaces de hacer mucho más. "De ser "legales", dice María Rosalba.

Se refiere a obtener la resolución sanitaria, tan necesaria para dar el siguiente paso y pararse donde quieran y comercializar tranquilas. "Es que a veces las necesidades no nos favorecen porque uno tiene que entrar a invertir los recursos de los que vive", coinciden.

Falta mejorar sustantivamente la sala de ordeña, contar con el pasteurizador y un clorador para el agua que tiene que ser potable. La sala de producción de los quesillos, dos cooler obtenidos tras adjudicarse un proyecto anterior de Corfo, 6 fondos y dos mesones de acero inoxidable, ya están. La fecha tope es el 15 de julio, entonces tiene que estar todo listo y en condiciones de operar. El pasteurizador, italiano, les llega a fines de esta semana y les permitirá procesar 60 litros de leche tres veces al día.

Al verlas trabajando codo a codo con la tremenda pasión que le inyectan, reafirman que "vamos a ser legales, porque entonces abriremos nuevas puertas y ventanas". Ese es el espíritu.

Y así como ellas son cientos los productores bulnensinos que apoyados con fondos municipales y los distintos programas de apoyo del Estado pueden llevar a la comuna a transformarse en una de las más importantes en materia agropecuaria de la Región.