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¿Dónde ubicamos la violencia?

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En los últimos meses, aflora en los medios de comunicación la violencia que se genera durante las marchas, las tomas y otras acciones estudiantiles. Esa es la Violencia Directa, la más visible, la que impacta nuestras mentes de forma más abrupta y que tiene mayor repercusión en la población por el carácter que tiene en sí misma y porque es la más difundida en los medios de comunicación. Ejemplos sobran, los daños ocasionados en un Liceo en el marco de una toma, los destrozos en la Iglesia de la Gratitud Nacional y la trágica muerte del trabajador Eduardo Lara en Valparaíso.

Hasta aquí la violencia directa, la más visible de las violencias. Por otra parte, existe una violencia estructural, muchísimo menos visible, que proviene de aquellas instituciones que gestionan el poder de manera arbitraria y abusiva. Esta violencia utiliza una herramienta implacable: el silencio y el ignorar al otro, que es un tipo de muerte simbólica. En otras ocasiones, el abuso de poder con fines no muy claros y así, un largo etcétera. Ambas formas de violencia son muy dañinas, solo que, insisto, la primera es la más visible y la de mayor impacto y por ende, la más fácil de percibir.

Lo común en ellas es que en su centro se encuentra el ser humano, con limitaciones pero también con muchas potencialidades, entre las que está la de aprender a gestionar sus conflictos a través de la No Violencia para lo cual es imprescindible el respeto a la dignidad de la convivencia humana, cualquiera sea su status y rol que desempeñe en la sociedad.

Frente a estos hechos nos preguntamos ¿qué estamos haciendo como sociedad?, porque es indudable que la educación, sí o sí, es responsabilidad de todos los actores sociales, jugando un rol especial los educadores en cualquier parte del mundo. Ellos son profesionales que poseen una clara visión de qué queremos educar y de cómo hacerlo, no son los únicos pero sí ocupan un lugar muy importante en este proceso.

Por tanto, el llamado es a resignificar la educación. En este sentido, debe tenerse una clara conciencia de la necesidad de generar aprendizajes tanto en niños como en adultos que incluyan el autoconocimiento desarrollando un concepto de inteligencia integral que incluya y fomente todas las inteligencias; Emocional, Abstracta, Ética y Espiritual, ya que para convivir y desarrollarse sanamente con otros debemos aprender no sólo contenidos sino también acerca de cómo somos, quiénes somos, y en qué lugar de nuestra vida nos encontramos. El desarrollo de las inteligencias ética y espiritual es fundamental para aprender a relacionarnos, sobre todo a la hora de gestionar conflictos de forma pacífica.

En este contexto, podemos decir que dentro de la estructura curricular se deben contemplar contenidos que favorezcan el desarrollo armónico de las inteligencias antes mencionadas.

Etiquetado de alimentos: cambiando el paradigma para una mejor salud

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Este 27 de junio se inicia en el país y en la Región del Biobío la implementación de la Ley 20.606 "Composición Nutricional de Alimentos y su Publicidad", que regula el etiquetado de alimentos, venta en kioscos escolares y la publicidad dirigida a menores de 14 años de edad.

A través de esta política pública, que tomó un cariz altamente participativo, tras los Diálogos Ciudadanos realizados el año 2014 que permitieron elaborar y finalizar su Reglamento, se busca contribuir a una urgente modificación de los hábitos alimenticios, por cuanto un 95% de la población requiere cambios en su alimentación, de acuerdo a lo señala la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario.

Fundamentos sobran para que autoridades, empresas, comunidades educativas y familia se alineen tras el objetivo común de reducir la malnutrición por exceso, que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 210 alcanza al 67% de la población, es decir a 8 millones 900 mil personas; con principal afectación a los más pequeños, donde 5 de cada 10 de ellos en primero básico presenta exceso de peso (Junaeb 2014).

En nuestra región, de acuerdo al Diagnóstico Nutricional Integrado de la población bajo control menor de 6 años, al 2015, 12,5% de ellos tiene obesidad y un 24,4% sobrepeso; mientras al revisar el Diagnóstico Nutricional de Gestantes de la región, en el mismo año, 31,1% es obeso y un 32,5% presenta sobrepeso.

Si esos datos parecen preocupantes, aún más lo son los daños asociados al binomio obesidad - sobrepeso, que pueden ocasionar disminución de autoestima y apnea del sueño; acentuación de desviaciones de columna, aumento de lesiones articulares; problemas cardíacos, respiratorios, al hígado y riesgo de diabetes; además de incidir en enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial y riesgo cardiovascular, de acuerdo a conclusiones del Estudio de Carga de Enfermedad 2007.

Desde el punto de vista de la implementación de la normativa, como autoridad sanitaria es nuestra responsabilidad y deber ético hacer cumplir las disposiciones de ella, realizando vigilancia activa en la región, verificando que los envases de productos alimenticios que estén sobre los límites establecidos como recomendables, estén rotulados con la frase "Alto en", sobre un fondo negro y ubicados en la cara principal de la etiqueta; lo que indiscutiblemente favorecerá una elección en el marco de información más clara al consumidor.

Ello también implica fiscalizar la disposición de prohibición de publicidad a menores de 14 años, salvaguardando que tampoco puedan expenderse productos con nutrientes críticos que incentiven la compra a través de "ganchos comerciales", como pueden ser juguetes o regalos; lo que disminuirá las presiones publicitarias para el consumo de productos con nutrientes críticos y permitirá avanzar en entornos más saludables.

La ley suprime de los kioscos escolares los alimentos rotulados con "Alto en", contribuyendo a la mejora de la oferta de alimentos en el mundo educativo. La industria ha tenido tiempo suficiente, tanto desde la publicación de la ley en 2012; como desde la elaboración y publicación del reglamento en 2015, para adaptarse al proceso y sus exigencias; y serán las familias quienes se beneficiarán de esta normativa.