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Hay que aumentar cuidados al conducir con frío o lluvia

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El cambio climático ha traído consigo una baja en las lluvias. No precipita como años antes. Aún así, hay que tener precaución al conducir, sobre todo porque aparte del agua, está el hielo y la niebla.

Expertos en la materia entregaron algunas sugerencias al respecto y sobre algunos cuidados con los fluidos de los vehículos.

Las bajas temperaturas reducen la fluidez en los líquidos del auto. Por esto se recomienda evitar los aceites minerales mono-grados y preferir lubricantes semi o 100% sintéticos, ya que tienen una menor viscosidad y resisten mucho mejor el frío del invierno. "Los expertos recomiendan usar lubricantes de mayor tecnología (aceites base sintéticos de alta calidad producidos a partir del gas natural), permitiendo comercializar actualmente en Chile lubricantes de viscosidades tan bajas como SAE 0W20, recomendadas por algunos fabricantes de vehículos en el país", asegura Justo Verdejo, subgerente de Ventas Industriales Lubricantes de Enex/Shell.

Carlos Casella, gerente servicio automotriz de Salfa, agregó que "por su seguridad, con la llegada del invierno asegúrese que mantiene las plumillas de los limpiaparabrisas en buen estado, revise que sus neumáticos tengan la presión correcta y revise que tiene suficiente líquido en el depósito del limpia-parabrisas".

José Gutiérrez, docente de las carreras Técnico e Ingeniería en Mecánica Automotriz y Autotrónica de Duoc UC sede Concepción, añadió que la real problemática del clima frío es principalmente la posibilidad de encontrar escarcha o hielo en los caminos.

Esto, estimó, sin duda es uno de los peores escenarios para los conductores, ya que con una superficie resbaladiza los vehículos pierden cualquier capacidad de ser controlados. "La disminución de la fricción que los neumáticos deben poseer con el pavimento produce que en ciertas circunstancias el automóvil se comporte casi como un trineo, pues sin una adecuada adherencia al piso los conductores pierden: Primero la función de 'tracción' (que es la capacidad de acelerar para mover su vehículo). Segundo los frenos (ya que los vehículos al momento de frenar bruscamente tienden a simplemente deslizarse) y finalmente la dirección (que es la capacidad que poseen los conductores de dirigir por donde desean que se desplace el automóvil)".

En el caso de los neumáticos, es muy importante que estos posean por sobre los 1,6 mm de profundidad en los surcos de la banda de rodadura que la ley del tránsito establece como el límite seguro de desgaste. Con neumáticos más desgastados, aumentan las posibilidades de perder el control.

Es importante disminuir la velocidad habitual a la que conduce y aumentar la distancia con el vehículo que lo precede. Por prudencia, la idea es evitar las pozas de agua en medio del camino, ya que no se sabe cuán profundas pueden ser. El auto puede caer con fuerza, llegando a pinchar el neumático en algunas ocasiones.

Además, es clave evitar las maniobras bruscas. Para frenar, el objetivo es utilizar la técnica recomendada por los especialistas: frenar suavemente y con presiones cortas al pedal, para así secar la humedad de las pastillas y no bloquear la dirección. En caso de sentir que el auto flota, mantenga la calma, no frene, sólo levante el pie del acelerador y espere hasta que la tracción se recupere.

Respecto a la neblina que acompaña las mañanas invernales hace indispensable contar con un correcto funcionamiento de todas las luces del vehículo y para eso no hay que olvidar chequearlas.

Desde el punto de vista del cuidado del motor, el frío no se considera una problemática relevante, salvo en casos donde el frío sea extremo y exista la posibilidad de congelamiento del fluido refrigerante. Ahí es muy importante poner especial cuidado en el líquido que se utiliza para poner en el sistema de refrigeración.