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"Con plástico es mucho más fácil gastar, no hay sentido de lo que se gasta"

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Mucha gente, sobre todo los hinchas, en algunos momentos envidian a los deportistas que ganan millones de dólares. Sobre todo los futbolistas, que logran llegar a los más grandes equipos del mundo, obtienen enormes cantidades mensuales y que, de ser ordenados, podrían asegurar su futuro y el de sus nietos.

Sin embargo, un estudio desarrollado hace 4 años por la consultora Schips Finanz demostró que el 50% de los futbolistas de las ligas europeas se arruina al poco tiempo del retiro. Si en Europa la situación es preocupante, en Estados Unidos es aún peor. Según el mismo análisis, el 78% de los jugadores de la NFL (liga estadounidense de fútbol americano) han perdido prácticamente todo su patrimonio solo dos años después de su retiro. En tanto, en el caso de la NBA esto ocurre en el 60% de los deportistas a los cinco años de abandonar las canchas.

Solo por citar algunos ejemplos: Mike Tyson tenía cerca de US$ 300 millones de fortuna, pero se declaró en quiebra en 2003. Gran parte de su dinero lo gastó en mujeres, joyas, droga y en abogados cuando fue acusado de violación. Actualmente, da charlas motivacionales y exhibiciones en Las Vegas.

Scottie Pippen, ex estrella de la NBA, ganador de seis anillos en esta liga con los Chicago Bulls, que estuvo hace años en Concepción para una exhibición, perdió más de US$120 en malas inversiones. Terminó tratando de ganar algo de dinero en Finlandia jugando básquetbol.

Pero también hay casos distintos, como es el de la leyenda estadounidense del baloncesto Michael Jordan, quien dejó los Chicago Bulls en 1999. Desde entonces ha tenido una exitosa carrera en los negocios. De los US$110 millones que recibió el que es considerado el mejor jugador en la historia, hoy recibe regalías por la venta de los modelos de zapatillas Jordan, que creció en un 14% en EE.UU. en 2015, alcanzando una penetración del mercado de un 64%, superando por lejos a los zapatos que la misma Nike vende con su propio nombre (29%) y otras marcas como Under Armour y Adidas.

Son distintas formas de ver el dinero, de sentirlo y sobre esto fue que habló en Concepción Paul Sullivan, prestigioso escritor norteamericano y columnista de The New York Times, quien expuso y compartió su experiencia en torno la construcción de la verdadera riqueza, en pos de mejorar el estándar de vida.

Durante su breve estadía en la zona conversó con este medio antes de su conferencia "Las claves para usar bien tu dinero y hacer crecer tus ahorros", organizada por AFP Capital, empresa de Sura Asset Management Chile.

Sullivan acaba de lanzar su segundo libro "The Thin Green Line: the money secrets of the super wealthy", en el cual por medio de lúdicos casos y vivencias propias, describe las prácticas financieras de personas con la que ha compartido; sus errores, sus decisiones fallidas, sus tropiezos, sus aciertos, y las buenas y malas decisiones que limitan el futuro de sus ganancias.

MUNDO IDEAL

El libro, explica, "trata de cómo las personas piensan acerca del dinero y sobre todo en Estados Unidos. En todas partes del mundo, la gente gasta, adora u odia el dinero, pero lo importante es pensar acerca de él", remarca.

Agregó que en un mundo ideal, el dinero sería solo algo de intercambio, donde las personas tendrían más o menos, pero "nuestro mundo no es ideal, el efectivo está relacionado con las emociones".

A modo de ejemplo, durante sus charlas en Chile y, por supuesto en Concepción, le hizo preguntas a la audiencia, como ¿cuántos van al doctor? Muchos levantaron la mano, o saben que sus hijos se portan mal, también varios presentes asintieron, pero al consultar cuántos podían decir la cantidad de plata tenían en el banco, nadie respondió. "Por eso digo que el dinero está asociado con las emociones, porque para una profesora US$1 millón puede ser más de lo que ganará en toda una vida, pero para otra persona puede significar mucho menos, sobre todo si tiene muchos millones más", afirmó.

De ahí que la plata o el efectivo están perdiendo valor para las personas, lo que se refleja en que el plástico o las tarjetas de crédito están reemplazando al dinero en todo el mundo. Ahora, dijo, las personas pensamos con la cabeza que tenemos bolsillos ficticios, pero la distribución mental apunta hacia una cantidad para comer, vestir, el ahorro o el arriendo.

Al pagar a crédito, afirmó, nadie piensa y al llegar a fin de mes, aparece una cuenta de US$3.000, pero teníamos US$2.000. "Con plástico es mucho más fácil gastar, no hay sentido de lo que se gasta".

En nuestro país existe un bombardeo de ofertas crediticias en casas comerciales, cajas de compensación, bancos, retail etc, una tendencia que al parecer se daría mucho más en Chile que en otras partes, incitando más el gasto que el ahorro. Pero Sullivan cree que la gente es la misma en todas partes del mundo y por ende actúa igual.

No obstante, el experto piensa que ese no es el problema, tampoco quiere criticar la oferta de crédito o la publicidad que sale en televisión u otros medios. "El punto es otro, y es que a la gente le cuesta ahorrar para comprar un nuevo celular de US$ 500 en uno o cinco año más, sin siquiera mencionar la jubilación en 30 o más años. Entonces, a mí no me gusta decirle a las personas lo que no debe hacer, pero sí me agrada afirmar que esos mismos US$500 podría ahorrarlos o invertirlos".

Por lo tanto, su mensajes es primero satisfacer las necesidades básicas y luego siempre va a quedar un poco de dinero y pensar qué hacer con ese efectivo.

educacion

financiera

Una de las cosas que le llamó la atención es cuando se le consultó acerca de la iniciativa que llevan en Chile algunas autoridades y expertos en cuanto a educar financieramente a las personas. Sullivan cree que si nuestro país hace esto, está en la avanzada sobre el tema, porque en Estados Unidos esto no es obligatorio.

"En realidad en mi país esto no se hace y, por ende, recae mucho en los padres. Claro, si lo hacen bien, pero si no tienen buenas destrezas, el chico va a aprender el mal manejo del dinero, en cambio si los niños son afortunados y sus padres piensan sobre el dinero y le transmiten esta educación, esos serán menores afortunados", expresó.

Indicó que le parece fantástico que el Estado u otros organismos estén implementando educación financiera. Lamentablemente el mundo, indicó, nos ha educado para usar el dinero aquí y ahora. Muchas compañías usan esta imagen de la familia feliz, exitosa y contenta usando el dinero, pero tal vez sería bueno que al igual como se hace con los cigarrillos, que se use una figura fuerte e impactante, un símbolo negativo, sobre el daño que causa.

"A lo mejor con el dinero, eventualmente, se puede usar que si se ahorra, cuando jubile, podrá tener esto, pero si no lo hace, se le puede mostrar un concepto negativo", cerró.