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"Es absurdo calcular el gasto de una universidad por cuánto cuesta el alumno"

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Mientras el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, aborda en esta entrevista sus expectativas sobre el proyecto de educación superior, se escuchan, a pocas cuadras, las consignas de miles de estudiantes que se congregan en el centro de Santiago para marchar con el fin ejercer presión previo a la reunión que la Confech sostuvo con la ministra de Educación.

Precisamente esas movilizaciones son las que el también presidente del Consorcio de Universidades del Estado (Cuech) dice que le preocupan, porque reflejan la falta de respaldo ciudadano a las iniciativas del Ejecutivo.

Pero, más allá de las voces disonantes, Vivaldi afirma que el proyecto -cuyos detalles aún no conoce, afirma- "es la gran oportunidad de volver a tener universidades públicas auténticas". Asimismo, espera que la reforma permita establecer un sistema de planteles estatales y a la vez entregue a estas instituciones, especialmente las regionales, la capacidad de "asumir grandes problemas nacionales".

"La universidades estatales regionales son las universidades por excelencia que van a representar los intereses de las comunidades", vislumbra.

Discusión previa

-Me preocupa que habiendo iniciativas muy buenas de parte del Gobierno y de los parlamentarios, sea muy difícil escuchar ecos de apoyo dentro de los estudiantes o de otros actores a esas iniciativas. En general la gente recibe cualquier cosa del Gobierno con escepticismo y creo que eso ha sido el resultado de la forma como se han manejado estas conversaciones en parte.

-No lo sabemos, pero en eso somos categóricos. El modelo de financiamiento a la demanda tiene una lógica que puede que calce bien con universidades que han visto la oportunidad de negocio de ofrecer títulos profesionales. Las universidades estatales no somos eso. En esos casos tiene sentido decir 'la plata que nos cuesta cada estudiante'. Pero si tú tienes una universidad regional, esa no es tu forma de sacar los cálculos, porque hay 20 mil cosas adicionales. De partida, vas a tener carreras que vas a tener que subsidiar por el bien de la región, porque no son rentables. El gasto de una universidad no es cuánto me cuesta un alumno, que por lo demás es un cálculo absurdo.

-No tiene sentido pedirle a un Gobierno que cumpla con todos, tiene mucho más sentido pedirle que se la juegue por un determinado concepto. Eso me parecería mucho más lógico. Por lo tanto, por supuesto que no va a cumplir las expectativas de todos.

-No lo sabemos. Hemos dicho que estamos porque haya un sistema de universidades estatales, que haya tareas y financiamiento para esas universidades, pero nunca he considerado que las demás sean rivales. Sí hemos denunciado falacias, como la idea de que el Gobierno le da plata a un joven para que él elija a qué universidad va a ir. Un estudiante no tiene libertad de elegir, porque ha tenido que recorrer todo un proceso en su educación que lo ha llevado a quedar mejor o peor preparado. En función de eso es lo que va a hacer su posibilidad de elegir universidad. No nos digan que aquí hay libertad de elegir y que es el estudiante el dueño de su destino cuando tú le das un voucher. El pobre estudiante va a donde puede, y eso se presta para que haya una oferta que no tiene por qué ser de calidad.

-Debería ser un modelo a la oferta y un modelo a la universidad como institución, el aporte basal contra un convenio muy preciso en términos de qué es lo que la universidad se compromete a hacer con esa plata.

-Porque un 15% en un contexto que sigue la lógica del sistema privado es no tener universidades estatales. Para que haya universidades estatales hay que tener la lógica de los financiamientos basales, de las tareas que le corresponde a cada universidad regional. Pero, por otra parte, tener un peso gravitante dentro del sistema. Prácticamente todas las estatales tienen el doble de postulantes que su oferta. Es absurdo decir que los estudiantes están eligiendo, porque los estudiantes quieren ir a las estatales. Por favor no digamos cosas falsas como que si las privadas tienen muchos estudiantes comparados con las estatales, es porque los estudiantes las prefieren.

-Que me digan cuáles son las diferencias que hay en el sistema. Hay universidades que son mega universidades. Entonces, que partan por colocar un límite a sus vacantes, si es que es tan malo que haya muchos estudiantes en una misma universidad. Si realmente creen que lo mejor es la diversificación, que tengan puras universidades chicas, pero tienen planteles gigantescos, mucho más grandes que varias públicas juntas. No sé de qué homogeneización o diversificación hablan.

-En ninguna parte del mundo el sistema público se puede llamar "estatismo" o "estatizado", porque por el contrario, el sistema público es el único que te garantiza el pluralismo. Ese sí que es un argumento absolutamente falaz, porque en la mayoría de las privadas tienes que someterte a un determinado credo o perspectiva y estás mucho más limitado en tu expresión.

Además comparemos las universidades en cuanto a lo que se llama "educación" en el sentido más amplio de la palabra. No sólo como las técnicas, sino que del punto de vista de abrirte un mundo, sobre todo en la juventud. Me gustaría que comparáramos cualquier universidad privada qué te ofrece hoy con respecto al ambiente que te ofrecen las públicas.

-Absolutamente. Como estatales hemos mantenido el concepto de universidad pública en el corazón de los académicos y los estudiantes, pero en la práctica la forma como nos financiamos nadie te lo creería. Muchos estudios internacionales, cuando te dicen el porcentaje de estudiantes por universidades públicas y privadas, en Chile te colocan 0% de público, porque para la OECD nosotros somos todos privados, porque nadie te entiende que se pueda llamar pública una universidad que se financia con la plata de las familias o la que ponen los estudiantes a través de préstamos.

gratuidad y fin al lucro

-No, porque creo que hay un consenso nacional que viene desde el tiempo de Pinochet de que no debe haber lucro en las universidades, no creo que podamos cambiarlo ahora. Sería un gran retroceso, sería ir en contra de lo que el país y los jóvenes quieren. Entiendo que hay un esfuerzo por regularizar, pero de alguna manera me parece también que la misma propuesta conlleva una acusación, y la acusación es que hoy día se lucra.

-Si seguimos con esto de que cualquier cosa que haga el Estado estamos alterando la libertad de enseñanza, estamos mal, porque hay que tener la posibilidad de regularizar. En las estatales todo peso que entra es fiscalizado. Hoy no hay ninguna regulación de qué hace con la plata una privada. Debería haber una regulación de las platas públicas, pero en general de todas las platas, si se quiere realmente hacer algo con respecto al lucro. Lo otro es salvaguardar la calidad, porque eso no es entrometerse ni ir contra la libertad de enseñanza, sino que si los jóvenes están pagando con préstamos o las platas de sus familias, por lo menos garantizarles que es una educación buena.

-Sí, por supuesto. Si estamos haciendo eso, hagámoslo de verdad y hagámoslo en serio.

-No hemos tenido problemas, pero en parte, tengo que reconocer, porque financiamos con nuestros propios medios una cantidad importante de estudiantes con gratuidad. Ya lo veníamos haciendo. Lo que se podría perder, como otras universidades dicen estarían perdiendo, nosotros no lo sentimos, entonces, en la práctica con el sistema de gratuidad estamos también ahorrando esa inversión. Hay que reconocer que este año el Gobierno nunca antes se había portado tan bien respecto al tema de entregar los fondos.

-Becas de la U. de Chile, no. Hay un problema que es distinto y es que el Gobierno suspendió una beca de mantención, y eso yo creo que fue una tontera haberlo hecho.