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Ahora sólo llámenme 'Ali, El Inmortal"

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"Recuerdo que veíamos sus peleas en televisor blanco y negro. Era un verdadero espectáculo. Su técnica, su pegada, sus movimientos. Fue único y su legado va a permanecer por siempre". El reconocido entrenador del boxeo penquista, Héctor Muñoz, lamentó el deceso de Muhammad Ali, un ícono, una leyenda que trascendió más allá del deporte de la lona, cuerdas y ring, que llegó a la política, luchó contra el racismo, se convirtió al Islam y que durante los últimos 30 años batalló contra el mal de Parkinson.

"Es una pérdida a nivel mundial. A lo largo de la historia del boxeo hay campeones, pero ninguno, absolutamente ninguno, logró ni logrará tener la trascendencia que tuvo él. Un tipo formidable, con ideales y convicciones firmes con las cuales nunca transó", comenta.

Cassius Clay, su nombre de pila y que dejó de usar cuando se convirtió al Islam, fue tres veces campeón de los pesos pesados y antes oro en peso ligero cuando compitió en los Juegos Olímpicos de Roma (1960). Sin embargo, la leyenda cuenta que esa medalla fue a parar a un río cuando, años más tarde, un tribunal estadounidense le impidió seguir boxeando ante su negativa de reclutarse para ir a pelear a Vietnam.

Rumble in the Jungle

"Era un transgresor, sin duda. De ideas claras y postura firme. Esa inteligencia fue su característica principal en el ring porque si alguien tenía la virtud de 'pegar y no dejarse pegar' era él. Rapídisimo y con una técnica increíble", prosigue el "profe" Muñoz. En efecto, su agilidad, pese a su corpulencia, era uno de sus tantos sellos... como cuando en 1977 esquivó 23 combos en apenas diez segundos. El peleador que tuvo que soportar aquella humillación fue Michael Dokes.

Su estilo único y que, por cierto, atormentaba y exasperaba a sus rivales (disputó 61 combates con 56 victorias y apenas 5 derrotas) es el espejo de muchos púgiles en todo el mundo. Y que el "profe" Muñoz, por supuesto, trata de transmitir a sus pupilos. "Siempre pongo de ejemplo a Ali a mis alumnos y les inculco sus grandes condiciones como boxeador y también como persona. Peleaba de tal manera que lo hacía similar al esgrima, "tocar" y "salir". Lo hacía muy bien", comenta el entrenador que imparte boxeo a los reclusos en El Manzano y encabeza un proyecto de taller de boxeo (con el apoyo del IND) a niños vulnerables del Cerro La Pólvora (Concepción) y Cerro Verde Bajo (Penco).

Baron Blood

"Ali se creía el cuento y fue capaz de trascender. ¿Si habrá otro como él en el mundo del boxeo? En su época estaban los mejores. Foreman. Frazier. El propio Ali. Y en esa categoría (peso pesado) suelen ser muy pocos los que destacan, así que no creo que volvamos a tener un boxeador con esas características. Era único y lo seguirá siendo", cierra el "profe" en alusión a la leyenda del boxeo y del deporte que el pasado viernes, en un hospital de Phoenix, dejó de existir a la edad de 74 años a causa de problemas respiratorios.