Licencia para cuidar
Dentro de los anuncios que realizó la Presidenta de la República en la pasada cuenta pública, celebramos la creación del llamado Seguro Solidario para el Acompañamiento del Niño y Niña (Sanna), el cual permitirá a los padres trabajadores de hijos e hijas menores de quince años que sufran un accidente o enfermedad grave y de alto riesgo vital, ausentarse de sus trabajos manteniendo un subsidio para cuidar y acompañar a sus hijos durante sus tratamientos médicos.
Como organización que se dedica a promover el buen uso de las licencias médicas, nos posicionamos a favor de lo que se recoge en dicho proyecto de ley, dado que al regular esta materia se logra resolver una situación apremiante que viven muchos padres y, además, se evita que estos mismos padres tengan que recurrir a licencias médicas fraudulentas por este concepto. Con la legislación actual, los padres se encuentran en una situación de desamparo e indefensión que les lleva a recurrir de forma desesperada a licencias médicas fraudulentas, involucrándoles así en un delito.
El procedimiento irregular partía con la presentación de licencias siquiátricas para poder cuidar de sus hijos; las cuales por ser reiterativas, las instituciones de salud indicaban realizar un peritaje médico y, muchas veces, las licencias terminaban siendo rechazadas por falta de fundamento médico. Una circunstancia que llevaba a los padres a recurrir, sin éxito, a la Compin y a la Superintendencia de Salud para que sus licencias fueran pagadas. Finalmente, el padre o madre que decide cuidar a su hijo, se veía obligado a renunciar o era despedido de su trabajo.
Con la nueva medida anunciada, además de mejorar sustancialmente tanto la atención, acompañamiento o cuidado personal de los niños por parte de sus padres durante su enfermedad, tratamiento o rehabilitación, también contribuiremos a que estos padres no se expongan a sanciones por mal uso de licencias médicas, las cuales van desde multas por sobre los 2 millones de pesos hasta tres años de cárcel.
Valoramos de forma muy positiva que la legislación chilena siga avanzando en esta línea, fortaleciendo de esta manera el sistema de protección social, avanzando en la conciliación de la vida laboral y familiar y mejorando de esta forma la calidad del sistema de salud, liberándolo de prácticas irregulares y fraudulentas.
Hacerle frente a dicha problemática irá en beneficio de todos los usuarios del sistema de salud, pero especialmente de aquellos que más lo necesitan: las personas realmente enfermas y, en este caso, también de sus familiares quienes desde ahora podrán cuidarles gracias a la futura ley.