La detención de dos comuneros por porte de armamento -uno de ellos hijo del vocero de la Coordinadora Arauco-Malleco, Héctor Llaitul-, más la querella de la intendencia por porte ilegal de armas, llamaron la atención respecto a los episodios de violencia asociados a territorio indígena.
Uno de los que sacó la voz fue el senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Víctor Pérez, quien representa a varios de las comunas en conflicto. Y, así como cada vez que ocurre algo en Tirúa, Cañete o Contulmo emite alguna declaración pidiendo que se tomen cartas en el asunto, ahora no fue la excepción.
Esto, considerando que se esbozó que el material incautado a Ernesto Llaitul y a Ismael Queupil se iría para la comuna de Alto Biobío, donde este año se han producido algunos incidentes entre comunidades y proyectos hidroeléctricos.
-Dejan en evidencia que estamos hablando de grupos organizados violentos que buscan causar temor y terror en la población. Ya eso es indiscutible.
Estamos frente a un hecho evidente: tenemos grupos organizados, entrenados, violentos, que buscan causar terror y ante eso lo único que puede hacer el Estado, a través de sus instituciones, es hacer respetar la ley. Ni más ni menos.
Chile es una democracia, se pueden establecer diálogos, conversar de distintos temas. No hay justificación para que existan estos grupos armados.
La violencia lo único que hace es impedir que se progrese en los ámbitos donde puede haber problemas de atraso.
-Lo que todos los organismos del Estado deben hacer es actuar con el mayor rigor para desarticular a los grupos armados, impedir que actúen, pero si actúan, detenerlos y ponerlos a disposición de los tribunales y ellos condenarlos. Es la única manera que un Estado tiene para defenderse de los grupos violentos.
-Creo que estamos hablando de cosas distintas. La mayoría de las comunidades son pacíficas. Los grupos violentos son minoritarios, pequeños y organizados, por lo tanto usan más bien la causa mapuche para fines distintos que quieren expresar a través de la violencia.
El tema de los pueblos originarios va por otra vía y ahí si es posible avanzar.
-Los grupos violentos no dividen donde actúan y lo hacen indistintamente en la región de La Araucanía, en la provincia de Arauco o en Alto Biobío, donde hay muchos menos hechos que en el resto.
Creo que los grupos violentos no dividen y son los mismos que van de un lado a otro.
Medidas
-En todas partes estos grupos actúan igual. Hay cierta impunidad y se ponen más audaces. Eso es lo que ha pasado. La impunidad los hace actuar con mayor audacia. Eso hace que todos tengamos la responsabilidad de desarticularlos, porque la violencia, el terrorismo, le hace muy mal a Chile.
-Al inicio del año 2015 llegamos a un acuerdo con el gobierno para enfrentar los problemas en la provincia de Arauco, pero el gobierno ha tratado de minimizar el conflicto. Ahora esta actitud quedó sobrepasada y la existencia de estos grupos violentos hace necesaria una estrategia distinta. Lo que ha hecho el gobierno durante los últimos años ha sido sobrepasado, porque estos grupos están cada día más audaces, avanzan más en los territorios. Espero que el gobierno actúe frente a esta realidad.
-Todos firmamos el 4 de enero de 2015 para apoyar la estrategia del gobierno. Hemos tenido reuniones permanentes donde hacemos ver nuestra opinión a las autoridades. Hemos tenido una actitud de colaboración. Siempre planteamos que aquí existían grupos violentos. Ahora la realidad se ha impuesto y esperamos que el gobierno actúe en base a esa realidad.
-No. Creo que es algo que se viene arrastrando de siempre. El minimizar no ha sido una buena consejera y todos han tratado de hacerlo. Ahora, frente a la evidencia, hay que actuar.
El hecho de que se haya ido con prisión preventiva la persona detenida en Los Ángeles muestra el trabajo acucioso que se hizo y que era esencial que se tomara esta medida, porque la gente ve que a veces toman personas detenidas y después eso queda en nada, personas que son condenadas y que después quedan en libertad. Eso hace que la gente vea que queda desamparada.