Secciones

"Banda Gástrica Virtual" busca propiciar un cambio de hábitos

E-mail Compartir

Las horas del día avanzaban y gran parte del tiempo lo dedicaba a pensar en comida y con una ansiedad que le provocaba andar "picoteando" durante las jornadas. Viviana Caamaño intentó perder peso siguiendo algunas dietas restrictivas, sin embargo éstas no daban resultado. "Con este tratamiento ya no siento ganas de comer a cada rato, sino que estoy mucho más relajada. Además, he aprendido a darme el tiempo de sentarme a comer, de disfrutar de lo que como", cuenta esta dueña de casa y madre de Tomé, quien hace un mes se implantó la "banda gástrica virtual", método creado por el argentino Armando Scharovsky.

Y es que tal como sucede con la intervención quirúrgica, se reduce el tamaño del estómago a la mitad, pero en este caso mediante el uso de hipnosis clínica, donde se hace creer al cerebro que el volumen del estómago es más pequeño.

La nutricionista Pía Martínez, terapeuta autorizada para realizar este tratamiento, aclara que el trance hipnótico se lleva a cabo mediante audios que contienen la voz de Scharovsky. El primer día se implanta la banda gástrica y el audio dura 52 minutos, en un proceso llevado a cabo por el terapeuta. "Al paciente se le entregan dos audios que debe escuchar en su casa a diario, uno de día y otro de noche. El de día la idea es que la persona lo escuche antes de levantarse, dura 20 minutos. El de noche dura 30 minutos y la idea es que te quedes dormido con él. El de día trabaja el consciente y el de noche el inconsciente, nuestros dos sistemas que nos perturban para la baja de peso", dice. Cada dos semanas se realiza un refuerzo con el terapeuta, que consiste en reajustar la banda gástrica.

CAMBIAR HÁBITOS

Aunque la banda gástrica reduce el volumen del estómago, lo que hará disminuir las porciones de alimentos y al final del tratamiento la idea es comer la mitad de lo que se ingería en un inicio, el horizonte de éste es mucho más amplio.

Es así que los nueve kilos que Viviana Caamaño ha disminuido en estas semanas los debe principalmente a los hábitos alimenticios saludables que propicia este método que "no prohibe ningún alimento, si voy a un cumpleaños y tengo ganas de comer un chocolate me lo puedo comer, pero ya no vorazmente, sino que lo degusto, lo como lentamente, lo disfruto de verdad. Lo que importa en este tratamiento es cambiar los hábitos, disminuir la velocidad y la forma con la que se come", explica.

El anterior es un punto en el que se detiene Pía Martínez y que considera la principal razón del éxito de la Banda Gástrica Virtual pues, según explica, "la hipnosis clínica trabaja el consciente y el inconsciente, y cuando entras en un estado hipnótico reprogramas la mente, así se desaprenden hábitos poco saludables que se tienen desde la infancia, para aprender unos más saludables". "Los audios de día y de noche refuerzan que comas en plato chico, que cuando te sientas saciado no comas más, que no comas de pie, que no comas apurado, que mastiques más despacio, que cuando comas bajes los cubiertos para que comas más lento, que hagas actividad física o que ingieras más líquido durante el día", detalla.

DESCONEXIÓN

Martínez dice que más allá de perder peso, un aspecto destacable de este tratamiento es que apunta a quitar la ansiedad y voracidad por comer, y sobre todo desconectar a las emociones de la comida.

"Cuando somos pequeños nos enseñan a sentir el reflejo del esfínter y aprendemos a ir al baño, pero nuestros padres nos bloquean la saciedad, porque nos obligan a comer todo lo que está en el plato; porque un niño puede quedar satisfecho en la mitad del plato, pero la mamá le dice cómete todo porque te lo hice con mucho cariño o porque hay niños que no tienen qué comer. Así nos van incorporando distintas emociones con la comida, como el avioncito: una por la mamá, otra por el papá. Y eso te hace relacionar que si no te comes toda la comida no quieres a tu mamá". Asimismo, añade, el típico acto de regalarle una golosina a un niño que se cayó de la bicicleta, lo que puede provocar que, en el futuro, sufrimiento y contención se asocien con comida; o que deliciosos banquetes sean sinónimo de celebración y felicidad.

"La idea es sacar ese switch que tenemos de que no debemos dejar comida en el plato, que cuando te sientas satisfecho dejes de comer. Esa es una herramienta súper poderosa para bajar de peso, porque además de disminuirlo, se mantiene el resultado en el tiempo", dice.

Por lo mismo, recalca que este método puede fallar cuando estos audios no se escuchan tal como corresponde y que cuando el paciente después de terminar el tratamiento viva alguna situación que lo exponga a sentirse ansioso, se recomienda escuchar nuevamente los audios durante dos o tres semanas, ante el riesgo de reavivar viejos hábitos y poder así evitarlos.

NO ES MAGIA

Por su objetivo y por su método, Pía Martínez afirma que se trata de un tratamiento recomendado para todas las personas que quieran bajar de peso, independiente haya sobrepeso u obesidad, y también para aquellas con peso normal que deben lidiar de manera constante con la ansiedad y luchan para no ganar kilos.

Sostiene, además, que está indicado para todas las edades, recomendándolo desde los 12 años de edad -ya hay una consciencia más alta de la alimentación- y si se trata de niños con algún sobrepeso importante. En estos casos, puntualiza, el apoyo de los padres es fundamental, pues son ellos los que dirigen y generan hábitos en sus hijos, y si se va a someter a un niño a una dieta o método para adelgazar, no es viable que resulte si su mamá sigue comiendo vorazmente comida chatarra.

Aconsejable es, entonces, que la mamá igual se someta al tratamiento.

También recalca lo fundamental que es indagar, previamente, tanto en los hábitos alimenticios y características nutricionales del paciente, como en detalles de su personalidad y estado de salud, pesquisando que no se esté frente a un trastorno alimenticio como la anorexia (no es recomendado en esos casos) y que si se trata de bulimia, esté en terapia y cuenten con autorización de su siquiatra.

Por último, destaca que hipnosis no es sinónimo de magia y que ésta no existe si de bajar de peso se trata, sino que se requiere de un trabajo 50 y 50 entre el paciente y el terapeuta. "La disposición del paciente es fundamental, una persona que no está segura no va a hacer el tratamiento completo, va a estar probando siempre si resulta o no. En este caso, no va a sentir hambre, pero es probable que no escuche los audios como debe ser. Esto es igual que todo, no es por sugestión, sino que se requiere estar convencido y comprometido con bajar de peso y mejorar los hábitos de vida", concluye.