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Anabólicos: uso extra médico conlleva significativos riesgos para la salud

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Mantener al cuerpo en un estado saludable es el objetivo que buscan alcanzar la mayoría de las personas que van al gimnasio, meta que también comparten con quienes practican regularmente algún deporte de manera recreativa.

Pero así como hay personas que lo hacen para llegar al peso adecuado y contribuir al bienestar integral del organismo, de la mano de los distintos beneficios que ejercitarse conlleva, hay otros, sobre todo hombres, cuyo fin es más bien lograr un cuerpo soñado con grandes y tonificados músculos.

Es así como muchos ven la actividad física como un estilo de vida, destinando varias horas cada día a ésta, siempre acompañándolo de una correcta alimentación.

Sin embargo, entre las pesas, las máquinas de musculación y los batidos de proteínas, los aficionados al deporte encuentran un aliado para alcanzar más fácilmente su objetivo. O, mejor dicho, un lobo con piel de oveja: los anabólicos, una sustancia que según el nutricionista Cristian Püschel Vargas, "genera efectos virilizantes y estimula la producción celular de proteínas, provocando un aumento en el tamaño muscular, algo que podemos lograr hasta con la alimentación".

MALA PRÁCTICA

El docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo cuenta que "existen hormonas en el cuerpo que se producen de manera endógena y tienen un efecto anabólico, como los esteroides anabolizantes, mencionando a la eritropoyetina, adrenalina y testosterona". Pero, agrega, también existen derivados sintéticos de éstas, conocidas como esteroides anabólicos androgénicos, que potencian el efecto anabolizante de sus precursores, mencionando como ejemplos a la Nandrolona, Metenolona, Enantato, Estanozolol, Denazol, Testosterona, Mesterolona y Propiopinato de testosterona, entre otras.

Explica que los anabólicos androgénicos tienen un uso clínico que es variado, pudiéndose indicar en la terapia hormonal sustitutiva, terapia en pacientes con osteoporosis (asociado al dolor), angioedema hereditario, anemia refractaria (por falla medular o renal) y carcinoma mamario avanzado (tratamiento de tercera línea).

"Lamentablemente, el uso que se le está dando a estas sustancias es con el fin de mejorar el performance y la composición corporal de deportistas aficionados, pues cabe destacar que si el anabólico no se utiliza con un fin clínico, se cae en una práctica que en la mayor parte del mundo es ilegal y está penadas por la Word Anti Doping Agency (Wada)", afirma Püschel.

Y si bien cree que es común asociar este tipo de malas prácticas al mundo del fitness y culturismo, dice que "es pan de cada día ver gente que practican diversos deportes como Crossfit y rugby, con el fin de llegar a resultados rápidos que les ayudarán a mejorar su rendimiento. Simplemente, hacen trampa y se alejan de la ética del deporte limpio".

EFECTOS ADVERSOS

Pero usar inadecuadamente anabólicos androgénicos no sólo es una mala praxis desde el punto de vista ético-deportivo, pues su utilización extra médica, una práctica ilícita según el profesional, conlleva también importantes riesgos para la salud.

Y es que aparejado a ese cuerpo fornido al que muchos rinden culto, existe una alta probabilidad de presentar daño hepático, cardiovasculares, cutáneos, psicológicos, reproductivos y endocrinos.

"Los anabólicos, si bien cumplen lo que prometen, que es aumentar la masa muscular y disminuir el tejido adiposo, son sustancias que generan efectos secundarios como daño al hígado, ictericia, retención de líquidos, hipertensión arterial y aumento del colesterol 'malo'", comenta el nutricionista.

A lo anterior, agrega que los varones corren riesgo de encogimiento de los testículos, calvicie, desarrollo de las mamas e infertilidad. Las mujeres, en tanto, podrían experimentar un crecimiento del vello facial, cambios en la menstruación, calvicie de patrón masculino y engrosamiento de la voz. En el caso de los adolescentes que consuman este tipo de productos, menciona que se deben enfrentar al peligro de tener baja estatura el resto de sus vidas, cambios acelerados en la pubertad, además de acné severo.

REGULAR

Cristian Püschel aclara que en Chile no existe una ley que prohiba el uso de anabólicos en las personas mayores de 18 años, pero que aún así ésta se considera una práctica que es doping e ilegal en el marco de la ética deportiva, pues genera una ventaja no natural.

No obstante, son muchos los deportistas aficionados y profesionales los que están envueltos en un mundo donde se promocionan y comercializan este tipo de productos, los que son fáciles de conseguir y que cada vez suman más adeptos.

Por lo mismo el nutricionista destaca la importancia de que existan leyes en contra de estos productos y su comercialización a personas que sólo lo utilizan con fines estéticos o para mejorar su performance. "En los gimnasios y clubes deportivos se opta por seguir los consejos de los instructores, los preparadores físicos y, lamentablemente, de algunos colegas nutricionistas, quienes muchas veces son poseedores de un gran físico que, en teoría, respalda su conocimiento. Pero, en ocasiones no es cierto y se termina recibiendo orientaciones sin fundamento científico, consumiendo sustancias para acortar el camino en la consecución de los objetivos y sucumbiendo a tentaciones que, a largo plazo, solo causarán cambios y efectos a veces irreversibles, que perjudican al usuario y también a sus familias", concluye.

Prevenir accidentes durante el invierno

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El invierno nos trae una serie de fenómenos climáticos indiscutibles como el frío, la lluvia, el viento y también nieve. Estos nos obligan a adaptarnos a una serie de cambios en el diario vivir.

Pero, junto con esta época estacionaria, aumentan considerablemente los accidentes, tanto en el hogar como en la vía pública, produciendo una serie de traumatismos, quemaduras y otras lesiones importantes de considerar.

Ante esto, lo importante es lograr que la comunidad adquiera medidas de autocuidado frente a las diferentes condiciones climáticas. Por ejemplo, en el hogar es frecuente el uso de estufas y calentadores que requieren un buen uso, y fundamental es la educación de padres y cuidadores hacia los niños y adultos en general, para evitar las tan lamentables quemaduras.

Se deben delimitar las áreas de deambulación de los menores de edad, que estén fuera del alcance de telas y materiales combustibles, no ubicar contenedores de agua sobre las estufas. Y en el caso de usar calentadores de cama, estos deben estar con la debida certificación de calidad. Una correcta utilización de estos elementos térmicos evita quemaduras y lesiones irreparables para las personas.

Otro lugar importante en donde se presentan un gran número de accidentes asociados al invierno es en la vía pública y, dependiendo de las condiciones climáticas, se utilizan diferentes mecanismos de resguardo personal, como es el uso de paraguas, gorros, sombreros y botas, entre otros, lo que unido a condiciones que se presentan durante tiempos con fenómenos de lluvia y nieve, por ejemplo, hacen que el transitar por las calles sea un acto potencialmente riesgoso.

Por lo mismo, al igual que en el hogar, las medidas de autocuidado son relevantes para impedir accidentes.

Son frecuentes las lesiones osteomusculares de extremidades, como esguinces y fracturas producto de caídas, así también los atropellos por descuido y disminución de la visibilidad.

Las principales medidas para prevenir son: evitar correr por la calles en caso de que haya lluvia, escarcha o el pavimento esté resbaladizo. Hay que poner especial atención al cruzar calles debido a que la conducción también se hace más difícil frente a las malas condiciones climáticas. Se debe también tener cuidado en la utilización de paraguas y sombreros, ya que disminuyen el campo visual. El consejo es usar vestimenta y calzado cómodo y por sobre todo, si es posible, postergar la actividad y optar por quedarse en casa.