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Niños rechazan frenillos por miedo a burlas

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A la hora de hacer bullying casi todo sirve como material. La salud dental y tratamientos de ortodoncia son algunos de ellos. Esto hace que muchos niños se nieguen a usar frenillos, por el miedo a ser molestados.

La última encuesta nacional de violencia escolar, que realizó el ministerio del Interior en 2007, dice que el 10,7% de los estudiantes reconocen haber sufrido bullying alguna vez por parte de sus compañeros de colegio. Los datos afirman lo señalado, ya que un 7,6% del bullying se da en colegios particulares, un 9,8% en subvencionados y un 12% en municipales.

El doctor Christian San Martín, especialista de la Clínica de Ortodoncia Lingual Apoquindo, explicó que "normalmente los niños se muestran reticentes a usar brackets, principalmente por qué dirán sus compañeros de colegio, es por eso que se han buscado distintas técnicas y productos para que exista una mejor recepción de parte de los escolares".

La ortodoncia lingual es una novedosa técnica en que los brackets y el tratamiento no se ven a simple vista. El término "lingual" se refiere a la superficie interna de los dientes, donde se adhieren los brackets.

Una ventaja es que se enderezan los dientes sin afectar la apariencia, además de una personalización completa de los frenillos para cada diente, siendo un tratamiento más eficiente y más corto que una ortodoncia tradicional.

Revisar si hay filtraciones en el calefón previene accidentes

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Las frías jornadas que se sienten en Concepción hacen que contar con agua tibia, por ejemplo en la ducha, sea siempre bien recibido.

No obstante, para no tener que lamentar accidentes, es primordial revisar el estado actual de los calefón, y evitar así inconvenientes que podrían poner en riesgo la seguridad del hogar.

Simples acciones serían de gran ayuda, colaborando con un invierno seguro y sin problemas.

El supervisor de los Servicios Técnicos de Junkers del Grupo Bosch, Roberto Soto, entregó algunas recomendaciones para verificar el estado del artefacto e identificar algunas fallas que nos alertan la necesidad de contactar a un profesional.

Lo primero consiste en observar cambios o residuos: hay que preocuparse si el calefón tiene una llama amarilla y/u oscilante, si calienta menos o si cae hollín desde su interior.

Otras señales a las que hay que estar alerta es si cuesta encender el artefacto o se apaga el piloto, y si, en caso de que el calefón cuente con más de 2 años de antigüedad, se detectan la presencia de filtraciones o si no sale suficiente caudal de agua.

Recomendaciones

Según afirmó Soto, se debe recordar que realizar mantenciones periódicas permitirá disfrutar de un mejor funcionamiento, así como también "ahorrar en agua y gas, y contar con un calefón con más vida útil".

En los casos de los accidentes domésticos que se producen por fugas de gas, la prevención resulta ser un elemento fundamental.

Una de las recomendaciones que entregó el experto tiene que ver con ubicar el aparato calentador donde exista buena ventilación y flujo de aire.

Lo anterior se debe a que este tipo de artefactos genera gases de combustión, como el monóxido de carbono y consumen el oxígeno. Además, se tiene que evitar que la instalación de éste sea en sectores comunes.

Al igual que lo mencionado, el sistema de calefacción de agua no debe estar en la cocina, ni cerca de los quemadores, lavamanos ni lavaplatos. "El calefón tiene que contar con una llave de paso de gas de fácil acceso. Nunca conectar el artefacto directamente a un cilindro de gas licuado", señaló.

Otro aspecto importante es que la instalación debe ser por un técnico especializado, de acuerdo a las normas de seguridad exigidas por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

Si siente olor a gas, la reacción inmediata deberá ser ventilar a el recinto. "Nunca encienda fósforos o encendedores, ni tampoco prenda la luz o cualquier dispositivo eléctrico que pueda generar corriente", aconsejó Soto.