Divididas se mantienen las opiniones de los vecinos de Lorenzo Arenas en relación a los desvíos de tránsito hacia calle Marina de Chile producto de los trabajos de remodelación del eje 21 de Mayo.
Las obras que se desarrollan en la arteria principal tienen un plazo de ejecución de 480 días y crearán un corredor para el transporte público, además de ciclovías, veredas y dos pistas en cada sentido para los vehículos particulares.
Mientras algunos se muestran favorables a la medidas que se tomaron porque, dicen, es por el bien del barrio y el progreso, otros creen que el tema pudo solucionarse de una mejor manera.
Una propuesta recurrente por parte de los vecinos es extender el desvío de parte de la locomoción colectiva hacia la calle Fernández Vial ya que estiman que uno de los principales riesgos del desvío actual es la presencia de niños y adultos mayores, tanto en el Colegio Marina de Chile como en el Cesfam Lorenzo Arenas.
VISIÓN DE LOS VECINOS
Una vecina del sector, Lidia Durán, afirmó que "no ha sido muy favorable (el desvío) porque el hecho de estar en la misma calle de los dos colegios lo hace muy peligroso para los niños y para los ancianos a los que les cuesta cruzar rápido. Hay un semáforo, pero tampoco se respeta".
La vecina añadió detalles que pudieran parecer menos relevantes pero, aseguró, cuando se viven día a día resultan molestos: "hay demasiados tacos. No se puede hablar ni se puede escuchar muy bien. No me pareció bien, yo sé que es para mejor, pero por ahora no nos favorece.
Dirigentes del sector confirman que en durante una mesa de trabajo con organismos públicos y las juntas de vecinos directamente afectadas por las obras (13A, 12B, Arturo Araya Peters y Prieto Cruz) existió una propuesta para que Fernández Vial se convirtiera en la alternativa para los automóviles particulares. Ese habría sido el motivo por el que se instaló un letrero que pide a los conductores particulares preferir esa calle, aunque no es obligatorio.
"Es por una buena causa, pero el problema es el día a día, todo cambió. Hay que salir lo justo y necesario", expresa Ana Oñate, quien asegura que sale mucho menos de casa para evitar circular por la calle Marina de Chile, pero de todas formas afirma que el ruido de los taxibuses comienza temprano en la mañana y empeora a medida que llega la tarde y se forman tacos, "Marina de Chile no era para dos vehículos grandes como los de la locomoción colectiva. Ahora tenemos que pasar a la calle de servicio (de tierra) porque los buses pasan casi tocando el hombro a las personas".
CONFORMIDAD
Pese a los reparos a la medida, algunos vecinos están conformes con el proceso. Es el caso de Mario González, quien opina que "hay una obra que es para el país así que pienso que es positivo. Es peligroso, sí, pero para eso está la autoridad. La gente está de acuerdo por el avance que es para el sector".
Opinión similar es la que tiene Olivia Ormeño, "para mí esto no es molesto. Si es por adelantos, muy bien hecho. Cuando uno sabe vivir, tiene que vivir donde sea. Me gusta que progrese Lorenzo Arenas."
SERVIU
Desde el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu), respondieron que en relación a la seguridad del sector se instalaron dos cruces semaforizados y también se colocaron dos reductores de velocidad para los vehículos. También se coordinó con Carabineros que exista presencia de efectivos en los horarios de entrada y salida de los escolares del Colegio Marina de Chile y una guardia durante toda la jornada frente a la Vega Monumental.
Respecto de los tacos que se forman hacia la Vega, el organismo dijo que "debemos pedir paciencia a la comunidad, pues es evidente que frente a este tipo de intervenciones que se consideran mayores, se van a producir inevitablemente, sobre todo cuando se reduce de dos a una pista por sentido". No obstante, destacaron el buen uso que los automovilistas dan al desvío de Fernández Vial, tanto para ir al sector de la Vega Monumental y el enlace con Alessandri como para tomar Alemparte (camino de Los Carros).
Desde el Serviu aseguran que la evaluación por parte de los vecinos, recogida en reuniones de trabajo e informativas, es positiva.
Los principales protagonistas de los atochamientos que se dan por las tardes, los microbuseros, se mostraron dispuestos a cumplir con lo dispuesto, "a nosotros nos da lo mismo porque donde nos manden tenemos que obedecer. Es muy lento el tráfico eso sí", dijo un conductor del recorrido a Santa Juana.
Otro chofer, Venturino Betancourt, dijo que "hay que asumirlo no más porque si están restaurando algo que es tan importante, donde hacemos nuestro trabajo para que haya seguridad, es bueno para todos".