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Asesinan a dirigente opositor venezolano

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Un dirigente opositor venezolano murió tras recibir un disparo que le hizo un motociclista en medio de una vía de la ciudad central de Barquisimeto.

Germán Mavare, dirigente del partido opositor Un Nuevo Tiempo, murió cerca de la medianoche del jueves en un centro de salud de esa ciudad del estado de Lara tras resultar gravemente herido de un disparo en la cabeza, dijo a The Associated Press Guillermo Palacios, diputado del Parlamento Latinoamericano e integrante de esa fuerza opositora.

Palacios relató que Mavare fue interceptado la noche del jueves en una vía de Barquisimeto por un motociclista que sacó un arma y le disparó.

"Él había recibido amenazas sobre todo de una organización gubernamental", dijo el diputado opositor al asegurar que el homicidio del dirigente habría sido un asesinato por encargo.

Pero la Fiscalía General, que abrió una investigación, indicó que de acuerdo con la información preliminar, Mavare se encontraba en plena vía pública cuando dos motorizados le arrebataron su teléfono celular y uno le disparó.

En marzo también fueron asesinados dos dirigentes oficialistas en los estados de Táchira y Miranda.

Venezuela es uno de los países más violentos del mundo con una tasa de homicidios que, según registros de la Fiscalía General, cerró 2015 en 58 por cada 100 mil habitantes, pero que de acuerdo con estimaciones de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia alcanzó una tasa de 90 por cada 100 mil habitantes.

Proceso contra Rousseff avanza tras su aprobación en comisión

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Una comisión del Senado de Brasil aprobó ayer el informe que recomienda la apertura de un juicio político con miras a la destitución de la Presidenta de ese país, Dilma Rousseff, lo que será decidido la próxima semana por el pleno de la Cámara Alta.

El informe favorable a poner fin al mandato de la Presidenta fue aprobado por 15 votos a favor y cinco en contra, y pasará ahora al pleno de los 81 senadores, que por mayoría simple definirá si la causa es archivada o si hay juicio político, que en principio separaría a Rousseff del poder por 180 días.

Ese periodo representa lo que pudiera durar el proceso, durante el cual Rousseff sería sustituida en forma interina por su Vicepresidente, Michel Temer, que desde hace semanas estudia la conformación de un eventual nuevo Gobierno.

Hasta ahora, aunque aún no ha sido confirmado oficialmente, está previsto que la votación definitiva en el pleno de la Cámara Alta se realice este miércoles, jornada que podría convertirse en el último día de Rousseff en el poder, al menos durante los próximos seis meses.

Si el eventual juicio político concluyera con la destitución de la Mandataria, Temer completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pero si fuera absuelta, Rousseff retomaría el cargo una vez que concluya el proceso.

De las 15 formaciones presentes en la comisión, que tuvo 21 miembros e igual número de suplentes, 12 se pronunciaron en favor de aprobar el informe del instructor, Antonio Anastasia, que propone la instauración de un juicio con miras a la destitución de Rousseff.

Solo se opusieron el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y los partidos Comunista do Brasil (PCdoB) y Democrático Laborista (PDT), dos de las pocas formaciones que aún permanecen en la menguada coalición que respalda a la Mandataria.

Las acusaciones contra Rousseff se fundamentan en unas maniobras contables irregulares en las que el Gobierno incurrió en 2014 y 2015 a fin de "maquillar" sus resultados fiscales, que la defensa de la gobernante niega y considera unas meras "faltas administrativas".

Según el informe aprobado ayer, sin embargo, esas maniobras violaron numerosos artículos de la Constitución y de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que regula el uso del dinero público.

La comisión debatió durante diez sesiones los méritos jurídicos de las acusaciones formuladas contra la Presidenta y descartó por completo los alegatos de su defensa, así como rechazó que el proceso pueda suponer un "golpe de Estado", como sostiene Rousseff. "Este proceso es justamente un mecanismo constitucional que previene de rupturas institucionales", dice el documento.