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Algueras de Cocholgüe reciclan redes para hacer lentes y tablas de skate

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En la caleta Cocholgüe las algueras ampliaron el giro y desde ahora no sólo recolectan algas, también reciclan las redes plásticas de pesca que desechan los pescadores y van a dar al borde costero tomecino.

Se trata de un proyecto piloto que ellas mismas diseñaron el año pasado, y que ahora se empieza a concretar.

Le venden el material a la empresa norteamericana Bureo, que fabrica tablas de skates y lentes de sol, entre otros productos, reutilizando las redes en una estrategia que los tienes también asociados a caletas de la Región de Coquimbo, y que acá esperan ampliar incorporando más adelante a Tumbes, Lota y Coronel.

El plan es más ambicioso. Con los recursos que genere la venta de redes plásticas desechadas, planean instalar en Villa Cocholgüe un sistema de recolección de residuos orgánicos domiciliarios, que permita la generación de compostaje para mejorar la actividad agrícola de los mismos vecinos. Todo eso sumado a jornadas de educación ambiental, para vecinos y escolares de la caleta.

Así, esperan convertir buena parte de la basura de su playa en fertilizante para las tierras, limpiando de paso el borde costero de la caleta, hoy día ensuciado y contaminado por las mismas redes descartadas.

CAPACITARÁN A NIÑOS

"Nuestra principal fuente de ingreso sigue siendo recolectar algas, pero reciclar ahora las redes nos ayuda de dos formas. Primero podemos limpiar el borde costero, que siendo tan bonito también está contaminado con tanto plásticos que botan los mismos pescadores. También aprovechamos de generar fertilizante, y eso nos va a ayudar en las siembras de los mismo vecinos", contó Guillermina Flores, la presidenta del Sindicato de Algueras de Cocholgüe, que representa a 170 trabajadoras de esa caleta de Tomé.

Otra de las protagonistas en la implementación de los proyectos es la fundación El Árbol, organización regional sin fines de lucro que trabaja promoviendo acciones de protección ambiental.

Desde ahí, María José García contó que después de que el año pasado las mismas algueras formularan y diseñaran el proyecto, ahora empezaron su ejecución con una primera recolección en donde juntaron cerca de 200 kilos de plástico.

"Con estos recursos esperamos implementar el proyecto de composteras comunitarias, y están contemplados talleres de educación ambiental que enseñarán a usarlas. Habrá una por cada 10 familias de la Villa Cocholgüe, que aprenderán a depositar sus residuos orgánicos. Después, cuando se haga el compost, se va a repartir entre los mismos vecinos", explicó la ambientalista sobre la segunda parte del proyecto, que incorporará las clases de educación ambiental en los niños de 4° básico de la Escuela de Cocholgüe.

Una solución sencilla para un problema macro: hoy el plástico generado por redes de pesca artesanal e industrial desechadas, son el 10% de la contaminación de ese material en los océanos.