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Los múltiples beneficios de comer legumbres

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Las legumbres tienen un alto valor nutricional, en relación al aporte de proteínas de tipo vegetal. Es importante mencionar que para aumentar la calidad de esta proteína, y que sea de alto valor biológico, las legumbres se deben consumir con cereales como arroz y fideos. Su calidad proteica, al ser completada con cereales, es elevada, por lo que no es necesario adicionar embutidos ni carnes, ya que las legumbres por sí solas representan un aporte nutricional completo de nutrientes.

Uno de los principales beneficios de las legumbres es su alto contenido de fibra dietaria, que ayuda a regular los niveles de glicemia y colesterol sanguíneo, importante para las personas que presentan resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2 e hiperlipidemia (colesterol en sangre elevado) y además como prevención de enfermedades cardiovasculares. Además la fibra, al ser consumida con agua, ayuda a regular el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento, importante beneficio para las mujeres, en especial en embarazadas, que presentan mayor riesgo al estreñimiento.

Se debe desmitificar que el consumo de legumbres durante la lactancia se debe restringir, pues las legumbres no producen meteorismo ni flatulencia en los lactantes que son alimentados con lactancia materna, ya que las sustancias que provocan la sintomatología no traspasan a la leche. Al contrario, al tener tantos beneficios su consumo es promovido en las mujeres que están amamantando.

Además, las legumbres nos entregan un alto aporte de hierro, pues al ser complementadas con alimentos fuentes de vitamina C como limón, kiwi y naranja, favorecen la absorción de hierro en el organismo, que nos ayuda a evitar condiciones como la anemia. Hay población en que los requerimientos de hierro están aumentados, como las embarazadas. En su caso, se recomienda aumentar el consumo de legumbres tanto para cubrir los requerimientos de hierro como para evitar el estreñimiento.

Como beneficio adicional, aportan a la saciedad, siendo favorable para la población que presenta ansiedad o que está cursando con alguna dieta hipocalórica.

El Ministerio de Salud recomienda el consumo de legumbres dos veces por semana y se hace referencia a la no adición de carnes o embutidos, ya que esto aumenta su valor calórico y puede contribuir al aumento del peso corporal.

Simples acciones cotidianas aportan al consumo sustentable

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Todas las acciones que una persona ejecuta, de una u otra manera, dejan una huella. El punto es que ésta no es siempre positiva y el medio ambiente es una víctima cotidiana y el consumo irresponsable uno de los principales victimarios. La buena noticia es que si muchos de los impactos ambientales se asocian a hábitos de los consumidores, esto representa una valiosa oportunidad para enfrentar problemáticas como el cambio climático y la escasez hídrica. Así lo afirma Ulrike Broschek, subgerente de sustentabilidad en Fundación Chile, quien dice que considerando que los recursos son limitados y la clave es aprovechar al máximo su vida útil, el camino es transformarse en un consumidor sustentable, algo que desde el organismo buscan relevar hoy, en el contexto de la conmemoración del Día de la Tierra.

"Es fundamental generar conciencia sobre la contaminación que generan los productos, desde los servicios de taxi hasta los alimentos, y así evitar hacer compras innecesarias o preferir aquellos productos y servicios que tienen un menor impacto. La tendencia mundial es hacia la economía circular, donde como consumidores evitamos botar los productos a la basura, ya sea reparándolos, tratando de darles un segundo uso o reciclando", explica.

INFORMARSE SIEMPRE

Consumir de manera sustentable significa estar consciente de los impactos que un producto o servicio deja a lo largo de su ciclo vital, adquiriendo aquellos que realmente necesita. Y si bien esto implica modificar algunos aspectos del estilo de vida, es posible mediante simples acciones.

Así, por ejemplo, si la contaminación atmosféricas es una de las principales problemáticas ambientales en el país, sobre todo por hábitos relacionados con el transporte y la calefacción, optar por caminar, andar en bicicleta o utilizar transporte público por sobre el automóvil particular, evaluando la posibilidad de compartirlo con otros cuando sea inevitable utilizarlo, son buenas ideas.

Pero existen otras claves para avanzar. Andrea Cino, jefe de Proyectos de Sustentabilidad en Fundación Chile, puntualiza que uno de los primeros pasos es la compra informada: el mismo producto puede ser producido de distintas maneras, lo que define su impacto ambiental, existiendo algunos más sustentables que otros. "Por ejemplo, el té tiene un impacto ambiental menor que el café, con emisiones de CO2 50% menores y 31% menos uso de energía. Una forma sencilla de obtener información es a través de certificaciones disponibles en los logos de los productos, que normalmente señalan un proceso más eficiente en el uso de recursos, energía e incluso temas sociales como buenas condiciones de trabajo", manifiesta.

NO PASAR POR ALTO

La eficiencia energética, que tiene que ver con todos los aparatos y vehículos que consumen electricidad y combustible, es otra de las claves del consumo sustentable. Cino dice que un producto eficiente consumirá menos energía durante toda su vida útil, lo que permite un ahorro económico y reduce de las emisiones de CO2.

Cuenta que son las etiquetas energéticas, presentes en distintos artículos, desde ampolletas hasta vehículos livianos, las que hacen posible identificar la eficiencia en este ítem: los con clase A son considerados eficientes.

Agrega que existe la plataforma www.top-ten.cl, en la que se identifican los productos y equipos más eficientes en el mercado chileno en distintas categorías, permitiendo al usuario comparar precios y consumo, contribuyendo también a la toma de decisión informada.

Preferir los productos orgánicos y la producción local es otro aspecto a tener en cuenta. Esto va de la mano de un impacto social en tanto ayuda a generar empleo, beneficia la salud humana (consumo de productos más frescos) y genera una menor huella de carbono (transporte). "Asumimos que la huella de carbono de una botella de vino es la misma si se produce en Chile, Argentina o en Europa. Pero ésta aumenta en un 7% si viene de Argentina y 26% si viene de Europa", apunta.

EDUCAR Y CONTRIBUIR

Otro punto que un consumidor sustentable no debe pasar por alto es la disposición de los desechos en un país donde cada persona produce 384 kilos, mientras el promedio de Latinoamérica es de 230, y sólo se recicla el 10% de éstos, a pesar de que existen diversos puntos limpios dispuestos a lo largo y ancho de Chile, tanto por iniciativas públicas como privadas.

Esto, además de resultar en un desperdicio importante de materiales y recursos, también ha generado grandes impactos debido a las emisiones generadas. "Es nuestra responsabilidad informarnos sobre dónde podemos reciclar y separar nuestros residuos en casa para ser recolectados o llevarlos a estos puntos limpios", recalca.

Es por eso que Andrea Cino considera que la sensibilización es la mejor herramienta para educar, donde los principales agentes de cambio son los niños, pues así como es más factible que varíen sus conductas, influyen en su comunidad y su familia.

Y si bien no existe mucha legislación que fomente directamente un consumo más sustentable, dice que sí se están desarrollando iniciativas que buscan promoverlas como el Programa y Plan de Acción Nacional de Consumo y Producción Sustentable. Asimismo está en promulgación la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que busca que los productores o importadores de ciertos productos prioritarios se hagan cargo del fin de vida útil de sus productos, ya sea reciclando o revalorizando los distintos materiales involucrados.

En ese sentido, comenta que si de cambiar hábitos de los consumidores se trata, los productores y vendedores tienen un rol protagónico. Para ello no sólo deben generar productos más sustentables, afirma, sino deben diseñar productos durables, porque mientras más duren menor será su impacto.

"Adicionalmente, debe dar un buen servicio de reparación y re acondicionamiento de productos, también pensando en aumentar la vida útil de éstos. Cuando los productos ya no pueden ser usados es ideal que todas sus partes puedan ser recicladas y para lograrlo es importante que los proveedores consideren un diseño pensando para en el desarme posterior del producto.", manifiesta.

Por último, destaca que es básico transparentar la información sobre los potenciales impactos del producto y la manera en que el consumidor puede ayudar a minimizarlos.