Aborte ahora y después críe cachorros
Todos pudimos ser abortados: mi madre y su madre pudieron tener excelentes motivos para abortarnos ¿quién sabe? Y así la madre de mi madre y su madre hasta el infinito. Sin embargo, en sus tiempos no se concebía el que fueran dueñas de sus cuerpos como para decidir asesinar abiertamente al más indefenso de los humanos (aunque el aborto siempre ha existido junto a muchas situaciones dolorosas), así talvez en estos momentos no tendríamos algunas de las pseudo - autoridades indeseables que tenemos, decidiendo, entre otras altruistas barbaridades, causales varias para abortar.
O porque somos uno de los pocos países que van quedando, aún, sin abrir la compuerta al matadero legal y hay que ser igualados, o porque las féminas lo piden con argumentos ultra-inteligentes, tal como pedirán la versatilidad en la industria actualmente mayúscula de crear y cruzar perros finos para criar cachorritos exclusivos, porque eso les da status y podrán canalizar sus instintos maternos en mimar al cachorro con implementos guagüeros y, que en vez de balbucear mmammm, les ladrará aguuu… guauuu… aguuau; es decir, para cumplir así con el viejo adagio: tendrán padre, madre y perro que les ladre.
Por otro lado, si algunas madrecitas hubieran o hubiesen abortado a tiempo, en estos momentos no tendríamos, por ejemplo, a guerrilleras y guerrilleros como presidentas y presidentes de algunas naciones, ¿quién sabe?...tampoco a tanto parásito post-moderno, ni a dictadores disfrazados de demócratas, con las consecuencias que sus existencias han significado para la humanidad. ¿Cómo saberlo?
Sin duda es ésta una opinión odiosa, pero más odioso es creer que tenemos derecho a todo, como lo refleja el exacerbado individualismo y que yo soy mi propio dios para decidir, discriminando, cuando y a quién dar vida: a éste sí, a éste no.
Y cómo todo es negocio, aunque prediquen y se lleguen hasta a atragantar predicando de la tal objeción de conciencia, a futuro sería paradójico que esas mismas madres compren en el mercado chilensis unas cuantas cremitas de esas para estirar arrugas y blanquear conciencias, y coloquen en sus caritas esos mismos ungüentos provenientes de sus propios fetos abortados para mantener tanta belleza, porque, indudablemente, esa materia prima no la van a perder y la industria cosmética hará su despegue rápidamente con la creación de pomaditas para destapar la belleza interior de tanta mujer insatisfecha.
Aborte ahora o asesine después y de diferentes maneras, da lo mismo, es solo cosa de tiempo, mientras nuestros impuestos paguen el asesinato y creamos que así vamos a ser un mejor país para vivir, por lo que sugiero, modestamente, que mis congéneres, lean el libro "El varón domado", de la médico argentino-alemana Esther Vilar, que contiene unas cuantas máximas de sabiduría. O releer, de Oriana Fallaci, "Carta a un niño que nunca nació", mientras agradezco la vida que tengo y a mi madre por dármela incondicionalmente, de lo contrario tampoco iría por este mundo escribiendo sobre "estupideces".