Si algo tiene el segundo concierto de la Temporada 2016 de la Orquesta Sinfónica es diversidad. Por supuesto, así es y se explica en base al repertorio, que se presentará la agrupación nacida en 1958 esta tarde -19 horas- en el Teatro de la UdeC.
El público podrá escuchar desde una selección de "Danzas húngaras", del compositor alemán Johannes Brahms (las número 1, 3, 4, 5, 6, 10, 11, 14 y 21); hasta la Sinfonía nº 5, "La reforma", del también germano Felix Mendelssohn.
"Tener la oportunidad de volver a trabajar con la Orquesta es siempre un gran gusto", dice el maestro chileno Vicente Larrañaga (1967), quien ha dirigido a los 54 músicos locales en dos ocasiones anteriormente: 2009 y 2011 (la ópera "Il signor Bruschino").
"Es una Orquesta que durante los últimos años ha realizado un avance artístico inmenso, que la sitúa como una institución cultural fundamental de la vida musical chilena", destaca Larrañaga, quien suma una labor como director en agrupaciones de Alemania y Holanda, desde 2009.
La batuta, sin embargo, destaca algo que se da frente al conjunto local. "Una atmósfera de trabajo muy productiva y a la vez de camaradería con sus integrantes (...) Eso hace lograr siempre resultados muy fructíferos", resume, quien el lunes se sumó a los ensayos de la Sinfónica, para este concierto (es parte de su temporada número 65, con un tiempo total de 75 minutos).
- En primer lugar las obras de Brahms y Mendelssohn- dos compositores fundamentales del romanticismo alemán- combinan un lenguaje orquestal de grandes sonoridades, propio de la época y estilo, pero sin perder en ningún momento la mirada de la rica tradición anterior de la cual ellos son herederos. El conocimiento acabado que tienen ambos de este legado musical- más allá de las diferencias propias de sus estilos personales- nos permite establecer más de algún paralelo. Y esto se traduce en obras, que a pesar de ser de una llegada muy directa para el oyente, encierran una construcción muy refinada y compleja que representa siempre un desafío para cualquier orquesta.
- Fíjate que es una pregunta que me la hacen a menudo y que, sin lugar a duda, ha cambiado en su análisis de manera muy rápida en todo el país. Ya no es sólo el hecho que muchos más jóvenes se dediquen a la música de manera profesional, sino que muchos de ellos se perfeccionan en el extranjero, debiendo cumplir con iguales exigencias que los demás estudiantes de centros tan complejos como los de Europa o Estados Unidos. En este sentido, ya es una realidad que varios colegas chilenos desarrollan su actividad con estándares internacionales. La pregunta acá es cómo integramos o re-integramos justamente a estos nuevos profesionales a una realidad cultural, o específicamente en este caso musical, como la chilena, que obviamente es muy distinta a la europea o incluso a la de otros países vecinos en Latinoamérica. Obviamente, esa realidad es distinta, porque responde a historias de desarrollo cultural e institucional diversas, sin ser esto ningún juicio de valor, sino un hecho objetivo.
A DOS GUITARRAS
La cita de esta tarde considera al compositor chileno Javier Farías, de quien se interpretará "Concierto para dos guitarras", con la presencia de las cuerdas chilenas Romilio Orellana y Luis Orlandini, concertistas con una importante trayectoria internacional.
"Estamos muy contentos de estar acá, pues hace varios años que no veníamos (Orlandini desde el 2006 y Orellana 2011). Además, el repertorio sinfónico para obras con guitarra no es tan amplio como parece, por lo que estar junto a esta Orquesta es un honor", indicaron.
Los intérpretes van a mostrar una pieza que, justamente, estrenaron en 2011 y que permite destacar los sonidos de las guitarras, ya que la orquesta acompaña con equilibrio, desde atrás. "La obra de Farías combina una parte solista para ambos guitarristas de mucha exigencia y brillantez, que amerita un trabajo muy cuidadoso de balance con la Orquesta", explica Larrañaga.
En tanto, sobre la selección del repertorio, tanto éste como los otros 8 hasta diciembre; desde la Corcudec explicaron que lo hace un comité técnico integrado por músicos de la misma agrupación docta, elegidos por ellos.
"Este comité propone la programación de acuerdo a lineamientos institucionales y presupuestarios, entre otros. La propuesta que es recibida por la gerencia, que representa al directorio de la Corporación Cultural, que finalmente decide los cursos a seguir. Entran a jugar criterios como la complejidad, o el período, en este caso eminentemente romántico", explicaron desde la entidad que cobija la Orquesta.