Casa 916 apuesta por la cultura y el arte en base a la autogestión
Crear un espacio cultural autogestionado y en territorio adverso, no es nada fácil, pero sí posible. Así lo demuestran día a día los gestores culturales Johan Carlsson y Sebastián Rivas con Casa 916, que es también el hogar de estos jóvenes artistas visuales.
Hace dos años junto a otras cinco personas buscaban dónde vivir. Fue así que llegaron a Castellón 916 en Concepción, donde se encontraba en arriendo un amplio espacio que hoy funciona como sala de exposiciones, talleres, cine y música.
"Nos dimos cuenta que teníamos este lugar con gran capacidad. Lo adaptamos, lo pintamos blanco y lo transformamos en galería (...) Esto sin saber nada de cómo administrar una, todo fue prueba y error", recuerda Rivas.
Poco a poco comenzaron a profesionalizar su labor, comenta Carlsson. "Todos los que partimos estábamos viendo qué hacer con nuestras vidas y así empezó a definirse más el proyecto, algunos se bajaron y con Sebastián seguimos el segundo año", indica el gestor.
CONSTANTE BÚSQUEDA
Actualmente, el centro artístico genera diversos talleres de danza, cerámica y breakdance, entre otros. Este año, además, se abrieron a las artes escénicas gracias a la ampliación del espacio.
En otra arista, el ambiente que se genera lo ha convertido en un lugar propicio para la conversación en torno a la creación, educación y difusión del arte y la cultura. Mientras que el trueque como medio de pago entre artistas y gestores marca parte de la línea editorial de la iniciativa.
La primera exposición que realizaron buscó revalorar el sentido del sector en el que se ubica 916. "Tener esta casa y hacer de ella un lugar de 'guerrilla cultural' es casi una acción poética o performática de largo plazo, considerando el territorio donde estamos que es un Barrio Rojo, podríamos decir, alejado del centro urbano de Concepción que corta en calle Carrera", apuntan.
CONTRA LA VIOLENCIA
"Frontera invisible" a cargo de Óscar Concha, Nicolás Sáez y Manuel Morales fue el inicio de las más de 20 muestras que han pasado por la Casa en todo este tiempo.
Se sumará ahora "Ofrendas fotográficas. Archivo por la no violencia a las mujeres", que será inaugurada hoy, a las 18 horas, y que se acompañará de música, conversatorios y talleres que se extenderán durante este fin de semana.
"El proyecto tiene por finalidad reflexionar sobre las posibles causas del femicidio, específicamente desde una mirada que analiza las causas de su naturalización (…) Ofrendas se define como un homenaje con acciones activistas y una reflexión que busca indagar la trama social y cultural de la misoginia", explicaron desde la organización liderada por sus creadoras Gabriela Rivera y Andrea Herrera.
Pese al que tema de los recursos siempre ha sido lo más complejo, señala Rivas, la experiencia ha sido positiva. Ello se evidencia en que logran ser un espacio auto gestionado gracias al subarriendo de las tantas piezas que componen el inmueble.
Al respecto, no tienen interés por conseguir ayuda gubernamental. "Es un posicionamiento político frente a un sistema artístico-cultural que no avalamos", argumenta Carlsson.
"Para mí, este es mi proyecto de arte más fuerte, más que mi propia obra, porque es la política más concreta con la que puedo enfrentar este sistema", acota.
La estrategia no es tan compleja, dice Rivas, difusión a través de Facebook (/Casa916) y afiches logran una importante convocatoria.
"Si la gente ve siempre actividades y que el espacio se está moviendo llama la atención", resume.
De todas formas, su labor no se detendrá ahí, porque ahora también buscan generar lazos con otras instancias como La Morada y Color Local, que tienen intereses similares y funcionan bajo parámetros parecidos.
"Estamos trabajando para organizar un circuito o algo que aún no sabemos cómo se concretará", cuenta Rivas. Para Carlsson la mejor planificación "es potenciar una red de difusión entre nosotros mismos o hacer ligamiento, que sería lo más óptimo".
Por ahora siguen agendando actividades para el primer semestre y una nueva parrilla de talleres que podrían incluir serigrafía, animación y mural.
"En mayo se viene una nueva exposición con el último residente de Casa Poli, Simón Fuentes, y nos gustaría mucho también tener teatro en nuestra casa", argumentaron.