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Bolivia agita las aguas

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Evo Morales anunció que demandaría a Chile ante la Corte Internacional de La Haya por las aguas del Silala. Este río, después de recorrer unos pocos kilómetros en el país vecino, desemboca en Chile. Por consiguiente, de acuerdo a la Convención de Naciones Unidas sobre el derecho de los Cursos de Agua Internacionales para Fines Distintos de la Navegación del 21 de mayo de 1997 (artículo 2, letra b), corresponde a un curso de agua internacional, condición reconocida por el propio canciller boliviano, Antonio Araníbar Quiroga, en declaración pública del 7 de mayo de 1996, cuando señaló que "el Silala es un río internacional, Bolivia es dueña del curso superior y Chile del inferior".

¿Dónde está la causa de esta nueva amenaza, al menos hasta ahora solo en el plano comunicacional? A mi juicio, se encuentra en la recurrente actitud boliviana de impulsar supuestos litigios fronterizos con Chile, primero, para incentivar la unidad interna en momentos de debilidad de la misma -especialmente por razones electorales del gobierno- y, segundo, victimizarse por su condición mediterránea, conducta que con relación a ciertos recursos hídricos ha sido reiterativa, como lo demuestran los hechos históricos que expondremos a continuación.

En 1921, Bolivia reclamó acerca del uso de las aguas del río Mauri, objetando una posible desviación de su curso para beneficio de la provincia de Tacna, a la fecha bajo dominio chileno. Su argumentación señalaba que no era posible que el uso de un río de curso continuo afectara a quienes eran dueños del curso inferior. Años más tarde, marzo de 2009, reclamó al Perú el presunto desvío de las mismas aguas por ser la causa de la sequía del lago Poopó. No obstante esto último, durante la reunión del primer gabinete binacional (Isla Esteves, Puno, 23/06/2015), ambos presidentes (Humala y Morales) acordaron "fortalecer la gestión integrada de las cuencas del río Maure-Mauri y del Desaguadero" (Diario Correo del Sur, Sucre, 24/06/2015).

En 1962, bajo la presidencia de Jorge Alessandri Rodríguez, Chile decidió desviar las aguas del Lauca. Bolivia reclamó, señalando que un río internacional no podía perjudicar a quienes lo comparten. Empero, la decisión chilena se ejecutó el 14 de abril de 1962 "al abrirse las compuertas de Chapiquiña" (Diario La Razón, Cochabamba, 10/04/2015). Inmediatamente, Bolivia no solo presentó una demanda en la Organización de Estados Americanos, sino que, más serio aún, rompió relaciones. Desde ese acontecimiento hasta hoy, el tema para ese país nunca se ha extinguido, formando parte de su batería de artificios. Así, recientemente, durante una rimbombante visita al Silala, Evo Morales invitó "al mundo, a organismos internacionales, a ver cómo de manera unilateral Chile ha desviado el río Lauca, calificando el hecho como un atentado a la vida"