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Psoe evalúa pacto con Podemos y Ciudadanos

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Podemos y Ciudadanos, los nuevos partidos que irrumpieron en el Parlamento español en diciembre, se vetan mutuamente desde entonces. Sin embargo, el socialista Pedro Sánchez, que sigue confiando en ser Jefe del Ejecutivo, abrió ayer la puerta a un Gobierno con ambos.

"No me cierro a que en mi Gobierno haya representantes de Podemos y de Ciudadanos", dijo claramente el líder del Partido Socialista (Psoe) en una entrevista radial, en la que no especificó si se trataría de ministros.

Aritméticamente, la fórmula sería perfecta, ya que daría a Sánchez la mayoría necesaria en el Congreso de los Diputados en el segundo intento de investidura, tras el fracaso del primero, a principios de este mes, por el veto de Podemos al acuerdo al que el socialista llegó con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

Pero lo que la aritmética permite, la realidad política lo complica. Podemos rechaza el pacto del Psoe y Ciudadanos que Sánchez considera una base para toda formación de Gobierno.

Sánchez y Rivera reforzaron su alianza con una reunión anunciada por sorpresa, previa a la que el socialista tendrá hoy con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para intentar desbloquear la situación. "El acuerdo está más vigente que nunca", dijeron los portavoces.

Rousseff pierde a su mayor partido aliado

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El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb), que lidera el Vicepresidente Michel Temer, rompió ayer con el Gobierno de Dilma Rousseff y dejó a la mandataria aún más sola frente a un posible juicio con miras a su destitución.

"A partir de hoy (ayer), de esta reunión histórica, el Pmdb se retira de la base del Gobierno. La decisión está tomada. Viva Brasil", declaró el vicepresidente del partido, Romero Jucá, tras una reunión de la dirección nacional que se prolongó por apenas tres minutos y en la que, por unanimidad, se acordó abandonar el Gobierno.

Los cerca de 150 dirigentes presentes en la reunión se unieron en un coro que entonó "Brasil presente, Temer Presidente", en un claro apoyo a un eventual juicio político contra Rousseff, que si terminara con su destitución llevaría a que la sustituya el Vicepresidente, quien pese a presidir el Pmdb no asistió ayer a la reunión.

La decisión del Pmdb también establece que los afiliados a esa formación, la más importante del país, deben renunciar a todos los cargos que ocupan en el Gobierno, lo que alcanza a seis ministros y cerca de 200 altos funcionarios de empresas y organismos públicos.

El séptimo ministro del Pmdb era el titular de Turismo, Henrique Alves, quien se anticipó a la decisión del partido y presentó su renuncia este lunes.

Todavía quedan en manos de dirigentes del Pmdb las carteras de Minas y Energía, Salud, Agricultura, Puertos, Aviación Civil, y Ciencia y Tecnología, cuyos tiulares aún no confirmaban si dejarán el Gobierno o se arriesgarán a ser sancionados por el partido. Según medios locales, tres funcionarios habrían ya informado al partido su decisión de dejar sus cargos.

La ruptura de su mayor socio en el Gobierno representa un duro golpe para Rousseff y llega en un momento en que la mandataria está abocada a contar votos en el Congreso, que ya inició el trámite que puede llevarla a un juicio con miras a su destitución.

El Pmdb representa la primera minoría en la Cámara, con 69 de los 513 escaños, y también en el Senado, en el que ocupa 18 de los 81 asientos.

El coro "Brasil presente, Temer Presidente" no dejó dudas ayer de que la gran mayoría de los legisladores de esa influyente formación se decantaría por apoyar la destitución de la mandataria, que desde hace semanas ha visto menguar su base parlamentaria.

EFECTO DOMINÓ

El mayor temor del Gobierno ahora radica en el efecto dominó que puede tener el abandono del principal partido político del país, que amenaza con arrastrar a otras formaciones de centro y derecha que integran la variopinta coalición que Rousseff heredó de su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva.

El ejemplo del Pmdb puede ser seguido en los próximos días por el Partido Progresista (PP), que tiene 49 diputados que, en su mayoría, ya se han pronunciado por la ruptura y en favor del proceso que tramita contra la presidenta en la Cámara Baja.