Secciones

Ciclistas: falta infraestructura para pedalear en Concepción

E-mail Compartir

La reconocida artista Rosmarie Prim llegó a andar en bicicleta por accidente. Literalmente. "Me quebré el tobillo y el doctor me recomendó andar en bicicleta durante el tiempo de recuperación, pero yo no tenía".

La escultora no puede evitar una risa discreta cuando cuenta la anécdota de cómo fue que se resolvió el problema. "Por esos días un ladrón entró a nuestra casa, lo confrontamos con mi marido y huyó por una ventana, pero cuando nos levantamos al otro día nos encontramos con que había una hermosa bicicleta en la mampara". Como era de esperarse, el dueño nunca volvió por ella, pese a la constancia que dejaron en la policía.

Desde hace más de 30 años que ella es una de las muchas personas que ocupan la bicicleta para desplazarse de manera cotidiana en el Gran Concepción, y que diariamente deben enfrentar las dificultades que la ciudad supone para quienes deciden pedalear.

De acuerdo a un informe de categorización etnográfica de los ciclistas desarrollado por el alumno de antropología de la Universidad de Concepción, Jens Benöhr, para la Oficina Ciudadana de la Bicicleta (Ocbi), conviven en la intercomuna tres grandes perfiles de ciclistas: trabajadores, estudiantes y deportistas, a quienes recientemente se ha sumado un grupo pequeño, pero emergente y heterogéneo, de académicos, artistas y mujeres por sobre los 50 años.

Los motivos que tienen para usar la bicicleta son diversos, pero claramente predominan la facilidad de desplazamiento en comparación con los automóviles -sobre todo en distancias cortas- debido a que no deben enfrentar mayores congestiones y, además, la libertad de saber que será menos complicado aparcar.

ESTACIONAMIENTOS

Si bien el robo de bicicletas no está entre las preocupaciones más urgentes cuando se habla de seguridad ciudadana, la mayoría de los ciclistas coincide en que es uno de los factores que influye en que las personas no la mantengan como su primera opción de transporte. Esto, debido a la dificultad para encontrar un lugar resguardado donde estacionarlas.

"El principal problema de los ciclistas es que no tenemos un lugar donde estacionarnos. No puedes decir 'voy a ir al banco a hacer un depósito' porque no hay ningún lugar habilitado para dejar la bicicleta", explica Jaime Paz, de la agrupación MásCleta.

Agrega que amarrarla es un riesgo evidente de quedarse sin medio de transporte.

Rosmarie Prim concuerda y aunque reconoce que algunas autoridades, como la municipalidad penquista, están preocupándose del tema e instalando bicicleteros de mejor calidad, también admite que "cuando voy al centro dejo la bicicleta en un lugar estratégico, porque no hay muchos lugares donde hacerlo".

CICLOVÍAS Y CICLOBANDAS

De acuerdo al estudio de Benöhr, las distintas agrupaciones ciclistas que se han ido formando en la intercomuna, permiten suponer que hay un interés ciudadano creciente y organizado por validar a la bicicleta como medio de transporte y pese a ello, no ha habido correlación en el desarrollo de la infraestructura que ofrecen las comunas.

"Las ciclovías que hay en Concepción no son muy buenas y están inconexas, así que yo tengo mi propio esquema de por dónde ir cuando salgo en bicicleta", cuenta Rosmarie Prim.

Explica que aunque el poco tráfico de algunas calles permite andar por la calzada, ella utiliza lo que denomina un sistema mixto. En algunas arterias prefiere transitar por la vereda "tomando todas las precauciones del caso para no accidentar a ningún peatón".

Una de las principales críticas a la red de ciclovías existente en Concepción es que no llevan a lugares de interés y se mantienen en la periferia del centro, de acuerdo a lo que dice Jaime Paz. Observa que, además, "hay diferencias muy abismantes entre comunas como Talcahuano, Concepción y Chiguayante, que no permiten hacer una evaluación completa para el Gran Concepción".

La concejala penquista Fabiola Troncoso expone que "O'Higgins y Manuel Rodríguez son las calles con la mayor intervención, sin embargo, faltan rutas transversales a estas vías, ya que está la de Padre Hurtado, Prat y la que se proyecta en Ongolmo, lejanas al centro si se compara con la facilidad de acceso que tienen los vehículos motorizados".

"La idea es que se implementen más vías, teniendo como alternativas económicas las ciclobandas", propone la edil, quien destaca la eficiencia de la bicicleta para movilizarse en un radio de hasta 8 kilómetros.

Misma opinión tienen en MásCleta: lo más rápido y práctico es implementar una ciclobanda. En Santiago se ha hecho hasta con conos de tránsito para probar cuánta gente las ocupa. "En Concepción hay calles ideales para probar cómo funcionaría", asevera Paz.

La Secretaría de Planificación de Transporte (Sectra), tiene como objetivo la generación de un Plan Maestro y un plan a corto plazo para la intercomuna y también para Los Ángeles. De hecho, el gobierno comprometió ciclovías de alto estándar para Talcahuano (5,8 kilómetros), Coronel (1,8 kilómetros) y Hualpén, además de la capital regional.

La arquitecta Andrea Cox, coordinadora de la Ocbi, adelanta que "el municipio ha estado trabajando en conjunto con el Ministerio de Vivienda en la implementación del Plan de Ciclovías, que adiciona 6,3 kilómetros a los 10,5 kilómetros existentes en Concepción".

Explica que proyectan implementar ciclorutas que generen una red que conecte las vías ya existentes y que permitan un mejor acceso al centro de la comuna.

Los ciclistas valoran la existencia de la Ocbi, experiencia inédita en el país, aunque dicen que hay retrasos en plazos para el desarrollo concreto de las iniciativas. Paz señala que "estamos preocupados porque pensamos que se va a hacer una implementación rápida y al lote de algo que podría hacerse con mucho tiempo y de una manera correcta".

Educación vial

Si todo lo anterior fuera realizado, se reconoce que falta educación vial tanto para automovilistas como para los propios ciclistas.

Ariela Muñoz, de MásCleta, no desconoce que los ciclistas -sobre todo aquellos a los que tacha de "veredistas"- también incurren en imprudencias y provocan accidentes con los peatones.

"Un ciclista rara vez respeta una luz roja o un Ceda el Paso, y el automovilista jamás te va a dar el metro y medio mínimo de distancia".

Pese al mea culpa, afirma que todo esto ocurre porque la gente tiene miedo de andar por la calle y se sube a la vereda.

Rosmarie Prim expresa que ve con agrado cómo la juventud está retomando la costumbre de andar en bicicleta y aunque a algunos los considera muy arriesgados, insiste en lo bueno de pedalear. "Hace poco tuve que mandar mi bicicleta a reparaciones y venir al centro en auto y fue un desastre. En la bicicleta siento una libertad tremenda", asegura.