"Estoy muy contento de estar en Concepción. Es un sueño cumplido; viajar y pintar", cuenta emocionado Julián Malagón, también conocido como "Ventus", artista visual de 25 años. Por primera vez logró salir de la ciudad de Pereira en Colombia, para trasladarse a otros países y plasmar sus sentimientos en distintos muros internacionales.
No tuvo mucho tiempo para juntar dinero. Julián venía llegando de un viaje nacional, cuando se enteró que había sido seleccionado para pintar en los 10 años del "Concegraff".
Sin ningún peso en los bolsillos, pero con todas las ganas de llegar a Chile, conversó con sus amigos y familiares, quienes lo apoyaron para hacer rifas y así juntar peso a peso para llegar acá.
Los pasajes más económicos que encontró Julián, tenían como destino Lima. Los compró junto a su novia, Natalia Cano. Luego hicieron juntos las 46 horas en bus desde la capital peruana a Santiago, y desde ahí seis horas más hasta nuestra ciudad, lugar que conocieron gracias al graffiti.
"Me gusta mucho Concepción, es una ciudad que invierte en el arte y le dan oportunidades a la gente. Eso no lo veo en mi país, porque en Colombia no se ven los recursos que dicen ser destinados para la cultura", respondió Julián al ser consultado sobre cómo observa la gestión cultural de la Región del Biobío.
"Concepción se ha visibilizado a nivel internacional gracias al Concegraff (realizado el fin de semana). Yo sólo había escuchado hablar de Viña del Mar, Valparaíso, Santiago, del vino y la dictadura. Ahora ya conozco Concepción y voy a seguir hablando de esta ciudad en mi país, porque me pareció bien chévere y ya pretendo volver el próximo año", agregó.
El colombiano define su trabajo como "orgánico", ya que cada obra es un trozo de su historia personal. En esta oportunidad, pintó un mono aullador que proviene de Colombia: está amenazado por la instalación de centrales energéticas. Lo dibujó en un estado de reflexión, acompañado de una rana, que busca atraer la suerte y la alegría para el sector.
MENSAJES EN LA PARED
El colectivo peruano "Brochagorda", viajó por tierra desde Lima Hasta Concepción. Llegaron con la idea de hacer talleres visuales y también a respaldar a las organizaciones que se han estado manifestando en contra del proyecto Octopus (Terminal GNL Penco - Lirquén y Central El Campesino). La iniciativa ha sido rechazada por varias agrupaciones, en contra de la instalación de termoeléctricas a gas.
"Un amigo de Linares me comentó lo que pasa con Octopus y es algo que también sucede en Perú y en muchos lugares del mundo. Las multinacionales se quieren apoderar de la alimentación y privatización de recursos básicos. La idea es pintar aborígenes y la naturaleza que defendemos en todos los lugares donde estamos", explicó la artista limeña, Cyndy Mescco Huamán, de 27 años.
"Venir a Concepción significa compartir arte, vivencias, técnicas y a conocer otras realidades. También ser parte de ellas, por eso pintamos en Tomé un mural que está en contra de Octopus: siempre vamos a defender nuestra tierra", agregó Mescco.
La artista, al igual que otros 30 graffiteros y muralistas, llegaron a Tomé para trabajar en un mural de 130 metros que representa el descontento de la comunidad y en particular el de la "Coordinadora Tomecina contra el proyecto Octopus". Ellos solicitaron a Concegraff la creación de esta obra en el marco de la actividad "Concegraff en tu casa".
El mural está avaluado en 15 millones de pesos, tanto por su magnitud, materiales y el alto nivel de los exponentes nacionales e internacionales.
La visita a la vecina comuna se realizó en el Centro Cultural la Galaxia Rodante, bus de diseño regional de alto valor patrimonial, que hoy está al servicio del desarrollo artístico cultural en la Región.
EL ROBOT DE MADERA
Durante el fin de semana toda la atención estuvo en el festival REC (Rock en Conce). Sin embargo, los transeúntes que llegaron al Parque Bicentenario, se sorprendieron con la presencia de un colorido robot de madera de cinco metros de altura, el cual estuvo instalado en calle Los Carrera con Zañartu.
Según explicó el creador de "Robolito", el brasileño Adriano Bohra, la idea de esta obra de madera fue romper con lo clásico e intervenir los espacios urbanos con alegría y color. El estilo que desarrolla corresponde a la rama 4D del graffiti, lo que busca una interacción directa entre el espectador y la pieza visual.
Bohra fue uno de los acreditados del Concegraff. A diferencia de los otros creadores, logró un auspicio con los pasajes en avión hasta Santiago y de ahí se trasladó en bus hasta Concepción. Llegó con cinco días de anticipación para comenzar a trabajar en el "Robolito".