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Rajoy pide a PSOE que le permitan gobernar

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El Presidente del Gobierno español en funciones y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, pidió ayer al Partido Socialista (PSOE) que le permita gobernar en el país tras el fracaso de la investidura de su máximo dirigente, Pedro Sánchez.

"Deje usted gobernar a quien ganó las elecciones", dijo Rajoy en la ciudad de Salamanca, en un acto de su partido que algunos medios interpretaron como el inicio de una pre campaña electoral.

La investidura de Sánchez abrió el viernes una nueva e inédita etapa en España, que sigue con un Gobierno en funciones dos meses y medio después de las elecciones de diciembre, en las que el PP fue la fuerza más votada pero lejos de la mayoría absoluta.

Los partidos tienen ahora casi dos meses para alcanzar algún tipo de acuerdo que permita la gobernabilidad en el país. Si el 2 de mayo no hay un jefe del Ejecutivo, se convocarán automáticamente elecciones para el 26 de junio.

Rajoy insistió ayer en su propuesta de formar una gran coalición con el PSOE y Ciudadanos, aunque fue más allá y pidió a Sánchez que si no la acepta ni la apoya, al menos se abstenga en una hipotética votación de investidura. "Un Gobierno como el de Europa es el que puede hacer reformas para mucho tiempo y el que puede dar un mensaje de confianza a los inversores", afirmó.

Rousseff apoya a su mentor y visita a Lula en su domicilio

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La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, visitó ayer en su residencia a su antecesor y mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva, un día después de que el ex Mandatario fuera blanco de un interrogatorio en la mayor investigación por corrupción en la historia del país.

La Jefa de Estado llegó a primera hora de la tarde al domicilio de Lula, donde fue recibida por unos 300 simpatizantes que se congregaron en las puertas del edificio, situado en el municipio de Sao Bernardo do Campo, en el área metropolitana de Sao Paulo.

Los seguidores del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff y del que Lula es uno de los fundadores, acompañaron a la Presidenta entre gritos de "No habrá golpe", en referencia a la posible apertura de un juicio político en el Congreso y que podría costarle el cargo a la Jefa de Estado.

Como consignó EFE, la Presidenta llegó en un vehículo, con la ventana abajo y entró en el estacionamiento del edificio sin detenerse en la calle, tras lo cual salió, junto a Lula y su esposa, Marisa Leticia, para saludar a los correligionarios desde el balcón del departamento.

Desde allí, con el puño izquierdo alzado, Rousseff saludó a los simpatizantes, quienes coreaban "Lula, guerrero del pueblo brasileño" ondeando banderas y camisetas rojas.

la jornada imprevista

Lula fue objeto el viernes de una nueva fase de la operación que busca esclarecer el esquema de corrupción de la petrolera estatal Petrobras y que comenzó en la mañana con la llegada de la Policía Federal a la casa del ex Mandatario, que fue llevado a una comisaría para declarar durante más de tres horas.

la versión del juez

El juez federal Sergio Moro, quien conduce el caso por el escándalo de corrupción en Petrobras, afirmó ayer que el interrogatorio a Lula no anticipa su "culpa".

"Medidas de investigación buscan solo el esclarecimiento de la verdad y no significan la anticipación de culpa del ex Presidente", explicó Moro en un comunicado sobre la declaración.

El juez dijo "lamentar" que las diligencias hayan conducido puntuales enfrentamientos entre manifestantes.