A pesar que las condiciones climáticas poco a poco empezarán a cambiar y las temperaturas sufrirán un descenso en las próximas semanas, los organismos de emergencia no bajarán aún la guardia ante la eventual ocurrencia de incendios forestales, por lo menos durante marzo, cuando aún existen claras posibilidades en la propagación del fuego.
Esto porque los incendios forestales, dependiendo de las condiciones ambientales, se pueden suscitar en cualquier época del año, no sólo en los meses estivales, cuando las temperaturas aumentan en el país. "No hay que olvidar que el 99% de los siniestros de este tipo en Chile son por causas humanas, por lo que estamos expuestos a eso, aún queda marzo, las temperaturas altas continúan y el factor viento es clave para nosotros, por lo que la alerta está siempre", explicó el jefe del Departamento de Protección Contra los Incendios Forestales de Conaf Biobío, Héctor Soto.
El personero señaló que una vez terminado marzo se evaluará si es necesario extender en el tiempo los medios logísticos con los que cuentan, puesto que, por ejemplo, el año pasado hubo brigadas operativas hasta junio en Biobío.
Desde octubre a la fecha, en nuestra zona, hay 3.880 hectáreas afectadas, un 87% menos que el año anterior, mientras que en cantidad de incendios ya van 1.885 eventos, es decir, un 29% por debajo de lo acontecido el periodo pasado. "La temporada anterior fue una de las más críticas de la historia en términos de estadísticas. Respecto al quinquenio (cinco años), lo registrado este año también es un poco menor, tanto en ocurrencia como en daño", complementó el funcionario de la corporación forestal.
NIÑOS Y BASURA
El último incendio de importancia en la Región del Biobío se registró en el sector Alhuelemu, en la comuna de Mulchén, lo que obligó a decretar Alerta Roja comunal por la cercanía de las llamas a áreas pobladas. Ese siniestro comenzó el domingo recién pasado y hasta ayer había arrasado con una superficie de 70 hectáreas de diversa vegetación. En todo caso, Héctor Soto afirmó que el fuego ya está controlado, por lo que la alerta roja pasó a alerta temprana preventiva.
De igual manera, otro incendio mantenía ocupado ayer a personal de Conaf, específicamente en el sector de Cauñicú, en Alto Biobío. Hasta ayer se había quemado cerca de una hectárea, pero se esperaba que aumentara en intensidad por los vientos cordilleranos presentes en el lugar, por lo que dos brigadas de Conaf (una terrestre y otra helitransportada) combatían ahí.
El caso de Alhuelemu no deja de generar atención, ya que, según informó Conaf, es el quinto incendio forestal que se produce en ese lugar en el verano (el último fue el 25 de febrero), mientras que en Mulchén ya hay 58 incendios esta temporada, los cuales consumieron pastizales, matorrales y plantaciones forestales.
Consultado sobre las posibles causas de estos incendios, Héctor Soto dijo que la labor inicial es la de controlar las llamas, "luego viene la fase de investigación, así que preferimos hacer eso antes de estimar cuál pudo ser".
El funcionario recordó que Conaf hace un trabajo preventivo todos los años, con análisis de tendencia de incendios en determinadas zonas de la región. En Biobío hay 24 comunas prioritarias para abocar la labor de prevención, con preferencia en los sectores de interfase (separación de los sectores rurales con urbanos).
Ejemplos de lugares con recurrencia de incendios en la Región es el mismo Mulchén, específicamente en zonas como Alto O'Higgins y J.J. Pérez; también la interfase de la Villa Génesis y Los Profesores, en Los Ángeles; la zona Este de Chillán o el Cerro El Santo, en Tomé.
Los análisis que se efectuaron con el paso de los años revelaron que hay algunas causales que se repiten. Héctor Soto señaló que en ciertos casos se encontraron patrones relacionados con los niños, "esto vinculado con una escasa actividad recreativa durante cierto periodo, por ejemplo. Encuentran entretenido ver cómo se combaten los incendios y presenciar aeronaves en acción, sin saber el daño que se produce", dijo.
En otros casos, agregó hay una abierta intencionalidad de generar siniestros forestales, ocasiones en que se actúa con el Ministerio Público y las policías para buscar una efecto punitivo.
"En algunos sectores descubrimos que las personas no tenían espacio para botar la basura, así que la acumulaban y luego le prendían fuego para eliminarla, con lo que alcanzaban pastizales cercanos", finalizó.