Las ferias de los discos de vinilos en los mall u otro espacio se han transformado en un encuentro para los amantes de esta forma de escuchar música. Con el pasar del tiempo, los seguidores de este arte han retomado el gusto por comprar estos formatos de reproducción.
Ante este apogeo, es que Francisco Correa decidió junto a su socio y amigo de abrir en la galería San Nicolás de Concepción (O'Higgins con Castellón) una sucursal de la Disquería 12 Pulgadas, que cuenta con un local en Providencia, Santiago.
"El vinilo está tomando un poco de auge, no de ahora, sino que hace varios años y la decisión de abrir un negocio en la zona es porque la sangre tira. Yo soy de Concepción y llevo 30 años poniendo música siempre con vinilo. Queríamos darle un regalo a la ciudad al instalar este espacio", contó.
Recalcó que hay un mercado interesante y de acuerdo a un artículo que leyó, el disco gramofónico, desde mediados del año pasado, repuntó un 85% en el mundo. Hoy se fabrican muchos vinilos y tomando en cuenta otras cosas es que un día con su amigo Nicolás Dzazopulos decidieron iniciar una tienda en la capital del Biobío, porque hay público, Concepción es la cuna del rock y de varias expresiones artísticas.
Además, en este rubro hay que tener un poco de pasión y saber sobre el producto. "Esto no pasa por conocer 2 o 3 discos, pasa por tener una historia tras este local, porque detrás de ella hay dos personas que tienen un pasado", observó.
DESAFÍO
Sin duda que lanzarse con un establecimiento de venta de discos (sobre todo de compactos y de vinilos, cuando la era digital domina todo, con el mp3 o aplicaciones como Spotify), es complejo, pero para Correa es un desafío. "Y por supuesto tenerle fe a la gente de acá y la que consume discos desde regiones, porque si alguien de Valdivia tiene que viajar más de 8 o más horas a Santiago para ir a comprar 3 o 4 discos, es poco atractivo. En cambio, trasladarse desde la Región de los Ríos al Biobío es menos el tiempo, está más al alcance".
Hasta el momento, pese a que recién abrieron el viernes, Francisco asegura que les ha ido súper bien, pues los fanáticos no solo tendrán que esperar alguna feria para adquirir el disco que tanto añoran. Ahora, también, podrán acercarse a ver si su producto está o en caso contrario lo pueden encargar. "Puedo traer lo que quieran. En el futuro tendremos Blu Ray y en marzo llega una partida de CD, porque aún hay gente que los compra", aseguró.
Otra cosa que, según Correa, atrae a los consumidores es tener la portada del disco en un formato mayor, apreciarlo de esa forma. Para Francisco eso se llama "romanticismo", porque es "romántico tener un disco, no desde el punto del corazón, sino que es lindo tener un vinilo en la mano. Está Spotify y una serie de lugares donde se puede descargar la música, pero qué mejor que tocar el disco, abrirlo, ver el inserto que trae, las letras de las canciones, la foto… o sea, hay un trabajo, un arte detrás de esto, que es lo que no pudo matar el CD, que en un momento determinado entró y amenazó en cierta forma al vinilo, pero aseguro que en unos pocos años el compacto estará liquidado".
Esto porque en la era digital, entre Youtube, Internet, iTunes y todos esos lugares han matado el CD. A modo de ejemplo, contó que un amigo tenía toda la colección de Led Zeppelin en vinilo, la cual vendió para comprar todos los compactos digitales. Al escucharlos no se convencía hasta que un día un conocido lo invitó a oír un gramofónico y ahí se dio cuenta que había una enorme diferencia.
UNA NECESIDAD
Respecto a si las empresas disqueras están viviendo un renacer con el vinilo, Correa fue crítico, ya que piensa que de alguna manera los sellos se han colgado de este éxito que ha producido el que consume este formato de disco. "Para que esto pasara tuvo que haber una necesidad y fue el público, la gente, el amante del círculo negro que empezó a buscar y comenzó a crecer. Por ejemplo, jamás el sello Alerce habría sacado el disco de Congreso 'Estoy que me muero' si sus fanáticos no lo buscaran", explicó.
Sobre los precios, Correa dijo que había de todo y depende de cuánto alguien quiera gastar, porque puede ser que un precio de $18.000 sea caro, pero para el fanático no lo es.
Otra cosa que hizo ver este emprendedor es que el negocio no se centra solo en el local, pues además está dispuesto para colocar música solo en vinilo para eventos de todo tipo. La apuesta está y los amantes del disco con surcos ya lo saben.