"El endeudamiento en Chile es mucho mayor de lo que pensaba". Así de categórico es el abogado Ricardo Ibáñez, conductor del programa "Con el agua al cuello" de Chilevisión y que conversó con este medio acerca de la situación que se vive desde hace mucho tiempo y que afecta a millones de familias a lo largo del país.
El profesional es fundador del Grupo Defensa, que cuenta con oficinas en Concepción, y que se dedica a aconsejar a personas que están sumidas en la complejidad de poseer altos niveles de pasivos.
Ibáñez reconoció que al participar en el espacio televisivo se percató que las deudas atacan el diario vivir de la gente. "En los casos que hemos podido ver en el programa, queda de manifiesto que las personas prácticamente trabajan para pagar y el 100% de los ingresos que tienen están destinados a abonar créditos de consumo y tiendas del retail", subrayó.
Afirmó que esa realidad es sorprendente, al igual que impacta ver cómo las instituciones financieras, y sobre todo las compañías del retail, entregan préstamos de manera indiscriminada a jóvenes, adultos mayores y dueñas de casa que después no tienen cómo cumplir con las obligaciones contraídas.
TEMOR CERO
Uno de los casos que más llamó la atención en el programa es el de una mujer que estaba endeudada en varios millones de pesos, debido a su fanatismo por Luis Miguel. Al respecto, Ibáñez sostuvo que "hoy estamos viviendo en una sociedad donde los partidos de la selección chilena de fútbol pueden costar $80.000 a $100.000, en que un concierto puede llegar a valer sobre $200.000 y nadie se da cuenta que el sueldo mínimo es de $250.000".
Agregó que "como las casas comerciales o los bancos dan la posibilidad de pagar hasta en 24 cuotas, hoy nadie le teme al endeudamiento. La gente vive en base al lápiz, al dinero plástico y no por el dinero de papel que tiene en sus bolsillos", alertó.
Así, lo que ha ocurrido es que las personas han incorporado dentro de sus presupuestos la plata que tiene en las tarjetas, las líneas de crédito y los cupos de las tiendas. Aclaró que los chilenos ya no viven de su sueldo, sino que lo hacen con su remuneración, más todo el plástico que el sistema les entrega. "Actualmente la gente pierde su libertad financiera a los 18 años y la viene a recuperar con suerte a los 65 cuando se jubila y termina de pagar la última cuota del crédito hipotecario que tomó a 30 años", explicó.
Además, el ciclo del endeudamiento parece no terminar, con la llegada de marzo, donde las obligaciones son impuestas, a diferencia, por ejemplo, de diciembre, que son opcionales.
CRISIS
Por eso, dice el abogado, en el tercer mes se viene una gran crisis de asumir costos, con "ofertones" indiscriminados, donde muchas veces a la gente se le ofrece pagar en tres cuotas diferidas. Con eso, avaló, lo único que se está logrando es pagar mayor cantidad de dinero en intereses y terminar siendo un "preso" del sistema. "Eso el común del chileno no lo capta y lo tiene hoy día trabajando para destinar todos los ingresos mensuales a las cuotas adquiridas en alguna parte", lamentó.
Hizo ver que la mayoría tiene su capacidad de crédito copada y existiendo una tremenda ley, como la de insolvencia y reemprendimiento, solo 2.000 han hecho uso de ella, calificando, según estadísticas de Dicom, más de 380.000. En el fondo hay una ocupación del 2% real de chilenos que podría acogerse a esta normativa y no lo ha hecho.
Entre las soluciones para frenar este verdadero flagelo, Ibáñez, junto a un grupo de diputados, ha presentado proyectos que restringen el endeudamiento para aquellas personas que no generan ingresos, como una dueña de casa, un estudiante universitario o un adulto mayor. "Con respecto a las personas con ingresos, la idea es que el endeudamiento sea responsable, que vivamos una realidad que nos pertenece y no tratemos de aparentar comprando vehículos a largo plazo, propiedades extremadamente caras, porque inclusive se puede complementar renta. Por último antes se podía asumir compromisos de acuerdo al ingreso que contaba el que solicitaba el crédito. Hoy con ese problema, cuando las parejas terminan, una queda tremendamente endeudada", advirtió.
Además, está la educación financiera, la cual, señaló, tiene que partir en la educación media, en los centros de formación técnica o las universidades y en conjunto la difusión, como un programa de TV que puede entregar herramientas certeras que la propia ley permite llevar el sobreendeudamiento, que es una realidad nacional.