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"No hay secreto: la tolerancia es lo principal en un matrimonio"

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"Ahora mírense", les dijo el fotógrafo, y los ojos de ellos con emoción volvieron a encontrarse, tal como lo han hecho por más de 70 años.

Daniel Sanhueza e Hilda Arriagada se conocieron cuando ella tenía 13 años y él 17. Eran vecinos en Lincoyán, entre Carrera y Heras.

"En ese tiempo se juntaban los jóvenes del barrio y se ponían a jugar a los dados en las esquinas. Yo los miraba y decía 'estos palomillas, que se lo pasan jugando'. Yo siempre regañaba con ellos, y resulta que al final me quedé con un de esos palomillas", recuerda Arriagada.

Dicen que mantener un matrimonio no siempre es fácil y sus casi 70 años de experiencia (en marzo celebrarán el aniversario número 69) en la materia los convierten en las personas adecuadas para decirlo.

Cuando se casaron Hilda tenía 15 años y Daniel ya había cumplido los 19 años.

"No alcancé ni a jugar a las muñecas", afirmó ella, quien actualmente dirige el club de adultos mayores Tulipán.

"Pero pronto empezaron a llegar 'otras' muñecas", corrigió de inmediato su marido. "En total tuvimos cuatro mujeres y dos hombres", agregó.

A la familia se sumaron 16 nietos y 20 bisnietos. "Cuando nos juntamos todos hay que repartirse por la casa. Es mucha gente, pero nos da alegría haber tenido la suerte de crear una bonita familia", sostuvo Sanhueza.

Individuos distintos

Él va a cumplir 90 años y ella 86 años. En las paredes de su casa cuelgan imágenes familiares en las que se distinguen decenas de rostros.

"El 29 de marzo es nuestro aniversario, cada año nos reunimos con toda la familia. Son momentos especiales porque tenemos la oportunidad vernos y compartir. Es emocionante para nosotros, a la edad que tenemos", expresó Hilda.

A los 26 años ya había dado a luz a sus seis hijos. La decisión en ese momento fue operarse no seguir agrandando la familia. "Tener tantos niños en la casa era cansador, había que estar todo el tiempo preocupados por ellos. Además, todos nacieron seguidos, así que tenían más o menos la misma edad".

"Como no se podía operar a las mujeres tan jóvenes, el doctor me ayudó haciéndolo pasar por cirugía de apéndice. Tiempo después conocí a una señora del sector que me contaba que se iba a operar, pero que le daba mucho miedo. Entonces yo le conté mi experiencia, le dije que estuviera tranquila. Lo que pasa es que yo entendía su situación, la llegada de los hijos es complicado porque hay que enfocarse mucho a ellos, lo bueno es que yo pude dedicarme a criarlos bien a todos", afirmó Hilda.

Su marido reconoce el esfuerzo, "ella ha sido la heroína de todo esto, todo lo que hemos logrado, todo lo que hemos hecho. Siempre he pensado que elegí bien. Tuve suerte".

Aseguran que muchas veces les han preguntado cómo se puede seguir juntos después de tantos años. Para ellos no es un misterio.

Arriagada indicó que "los matrimonios no son fáciles, pero hay que saber llevarse bien. Yo siempre tuve claro que no por casarse había que dejar de lado el resto de la vida que cada uno tenía, como a los amigos. Yo nunca fui complicada como esposa".

Sanhueza, en tanto, añadió que "no siempre fue puro amor, también pelábamos por problemas que todo matrimonio tiene. La gente a veces se confunde y se olvida de lo que es verdaderamente importante. Y no hay secreto: la tolerancia mutua es lo principal en un matrimonio. Uno no puede olvidarse de que somos individuos distintos que comparten una vida. Si no hay tolerancia, no hay amor".