Primera jugada dividida, cobro del juez Vásquez y los entrenadores Pablo Ares y Juan Manuel Córdoba discuten airadamente al borde de la cancha, mostrando sus estilos de conducción y un poco de nervios. Los jugadores Claudio Naranjo y Erik Carrasco pelean todos los balones y cada tanto, se dicen de todo, impulsados por el ambiente que paraliza hasta los pelos. El público no deja de alentar, los hinchas del rival los obligan a gritar un poco más que en el resto de la temporada y el clima de final se siente en cada segundo, cobro y grito de los simpatizantes.

Al final, Universidad de Concepción dio el primer golpe y superó 89-82 a CD Valdivia en el primer punto de la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol la noche de ayer en una repleta Casa del Deporte.

Las emociones comenzaron antes del minuto cero y ambos elencos demostraron por qué llegaron a la instancia decisiva. En el primer y segundo cuarto, la superioridad del Campanil en defensa y ataque se reflejó en el marcador, gracias al aporte de los ya mencionados Coleman y Robinson. A ellos, se sumó el buen trabajo de Charles Rosemberg, Patrick Sáez junto a Diego Silva, y pese a que el "Torreón" logró acortar diferencias, los locales se repusieron para concluir los parciales 22-15 y 19-24.

En el tercer cuarto, los dirigidos de "Manu" Córdoba, quien mostró todo su histrionismo, lograron aprovechar el apoyo de los 400 valdivianos presentes en Concepción y gracias al aporte del mencionado Suárez, Carrasco y los extranjeros Louis y Summers, lograron revertir una ventaja de ocho puntos.

Sin embargo, el aporte americano y un renacer en la parte final le permitió a la UdeC cerrar el parcial 25-23.

En el último parcial, ambos elencos extremaron sus recursos para intentar estirar la ventaja, pese a que la diferencia nunca llegó a ser superior a cinco puntos. Recién en los cuatro minutos finales y nuevamente gracias a Coleman, Robinson y la constante rotación propuesta por Pablo Ares, el Campanil logró abrochar el triunfo.

Restaban quince segundos para el final y Rosemberg, Robinson y Coleman alzan sus brazos alentando a la gente; el triunfo ya estaba sellado.

La emoción del básquetbol sigue hoy, cuando universitarios y valdivianos se vuelvan a medir desde las 20 horas en el recinto penquista y las entradas se venderán en el mismo recinto deportivo.