Diseñadora penquista crea juguetes con apego a la cultura nacional
Juguetes didácticos y con apego a la cultura nacional. Eso es lo que está impulsando Valentina Parada Villavicencio, diseñadora gráfica que luego de casi 10 años en Europa regresó a Concepción para llevar adelante su propia empresa dedicada a los niños.
Estudió en la Universidad del Pacífico, en Santiago, luego de egresar de la Alianza Francesa penquista. Tras titularse, trabajó dos años en la capital, para después irse a España el 2006, donde vivió durante una década.
En la península ibérica se especializó en el desarrollo de productos infantiles, partiendo con la ilustración 2D. Posteriormente se involucró en el área de artículos para la primera infancia, que va de 0 a 4 años, en una empresa española que comercializa en toda Europa, el norte de África y Asia. "Tuve un contacto directo en el desarrollo de juguetes. Me eduqué en la escuela europea, donde el tema de la seguridad es muy exigente", apuntó.
Desde muy pequeña se dedicó a la parte creativa y la ilustración, aunque su estilo siempre fue muy "naíf" y colorista. Por eso, es que de manera natural su inclinación fue hacia los niños. De ahí que en su vida profesional el paso del dibujo al diseño de objetos fue algo normal, cuando estuvo en la firma hispana, la cual importaba las cosas de Asia y fue en ese instante que creó, formó e implementó un departamento de desarrollo propio. "Hoy esa marca tiene un estilo gráfico y de productos muy característicos. Ahí conocí todo el proceso productivo de los juguetes. Alcancé a estar casi un año en China y Hong Kong metida en las fábricas, donde no todas cumplían con la normativa EN 71, que es muy exigente. Por eso desde un comienzo me involucré con el clúster chino ubicado al sur, que son los mismos que fabrican para las grandes marcas", contó.
De esta forma generó una relación personal y profesional que mantiene hasta hoy, pues sigue trabajando con ellos.
LO MISMO
Durante ese periodo siempre venía a Chile y a Concepción para la Navidad. Al regresar quería llevar regalos a los hijos de sus amigos, pero se dio cuenta que acá la oferta de productos seguros para la primera infancia era en su gran mayoría importado y sin un foco en la cultura local.
Al observar esta situación surgió la inquietud de crear algo. Cada vez que venía al país hacía estudios de mercado. Hace tres años regresó a la zona, aunque reconoció que fue muy difícil renunciar a un trabajo tan bueno como el que tenía en España.
De esta forma comenzó a generar contactos en Chile junto con realizar los primeros bocetos y la manera de concretarlos. El plan A no era desarrollar la empresa desde cero, sino que ofrecerla a una firma nacional relacionada con el mundo infantil, aunque fuera de ropa. El objetivo fue proponer juguetes didácticos textiles con identidad chilena. "No tuve feedback. Creo que la idea era adelantada para lo que en ese momento necesitaban. Entonces mi plan B fue generar todo de cero. Tuve que crear una cadena de producción y administrada por mí", expuso.
Luego de tocar muchas puertas, fue contactada por Cidere Biobío y comenzó a evaluar la opción de postular a un fondo estatal. Tras madurar el proyecto bajo una vía comercial, llevándolo a tierra y contactando a los proveedores de China, llevó adelante un trabajo de investigación con una sicóloga infantil, una educadora de párvulos y un socióloga para llegar al resultado conceptual. En enero de 2015 inició las postulaciones y en julio se adjudicó el fondo semilla.
De esta manera nació "Meli Mari", la empresa que diseña y fabrica juguetes didácticos y artículos de puericultura con pertinencia cultural chilena. "Mi inspiración puede ser de cualquier manera, pero un día al ver que la cultura nacional era amplia, me centré en una. Me decanté por las expresiones populares y refranes. Esta es la línea central de la primera colección, a la cual agregué diversos elementos de identidad chilenos por medio de tres personajes", explicó.
EXPRESIONES
El primero de ellos es "Pancho el chancho" de la expresión "ir a todo chancho". También está "Ramona la camarona", que se asocia a "camarón que se duerme se lo lleva la corriente" y "Renato el gato" con "gato por liebre". Cada uno tiene elementos representativos de la identidad nacional como el copihue, la araucaria y el ají. Estas figuras vienen con música, como la clásica "tuto guagua", interpretada en piano por su hermana, que vive en Canadá.
Los diseños están hechos en peluches de 33 cm de alto. También hay figuras de paseo multitextura, que tienen un clip para ponerlos donde se quiera. A esto se suman los monos con sonajero argolla o los cuellos ergonómicos 3D, el tuto con mordedor, el portachupete y el mudador portátil.
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Los productos son fabricados en China, bajo sus diseños y de acuerdo a la norma europea. Además, la profesional hizo analizar en el Cesmec de Santiago sus creaciones, donde le confirmaron que está todo bajo los cánones chilenos.
Actualmente, sus juguetes los distribuye en tiendas para niños de Santiago, Valdivia, Temuco y en Concepción están en los locales "Amo mamá" de Pedro de Valdivia y "Nanai", que cuenta con establecimientos en la galería La Hechicera y en San Pedro de la Paz.
Con respecto a las exportaciones, Valentina afirmó que están en la fase de pedidos de chilenos radicados en el exterior. Están desarrollando un proyecto para llegar a las colonias de Canadá, en Francia e incluso con El Líbano.
Lo que está haciendo la diseñadora gráfica es quizás el primer paso de un proyecto que va viento en popa, pues no descarta la creación de una aplicación o, por qué no, un futuro programa infantil. Eso lo dirá el tiempo.