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Otoplastía en niños: mucho más que una cirugía estética

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Cada vez es más frecuente ver en las consultas de cirujanos plásticos a padres solicitando una intervención que ayude a corregir las "orejas aladas" de sus hijos, muchas veces porque fueron enviados por sicólogos o siquiatras infantiles preocupados por los efectos en la autoestima de estos niños.

El fenómeno del bullying, tan masificado en los últimos años entre los escolares, afecta de manera especial a estos niños, quienes son identificados con múltiples sobrenombres, llegando a extremos donde son operados durante los períodos de vacaciones, muchas veces después de cambiarse de colegio, para llegar con orejas "normales" a un ambiente nuevo y así evitar estar en ambientes perjudiciales que pueden menoscabar su integridad.

En ocasiones, los padres no consultan a especialistas por considerar que sus hijos son muy pequeños para ser sometidos a una cirugía o por temor a complicaciones postoperatorias.

Sin embargo, los menores pueden ser operados desde los seis años para corregir sus orejas y así evitar someterlos al estrés de ser molestados por sus pares, quienes pueden llegar a ser bastante crueles con quienes lucen diferencias físicas.

Junto con lo anterior, hay que saber que orientar a los niños respecto a valores tan esenciales como la tolerancia y el respeto, para así erradicar definitivamente el bullying, es una tarea que deben llevar a cabo en conjunto padres y profesores.

Sin embargo, cambiar el concepto en la población, y en especial en isapres e instituciones de salud, en relación a que en estos casos son procedimientos reconstructivos y no estéticos, - ya que su objetivo es devolver a la normalidad una alteración del desarrollo y no pretende mejorar o embellecer- es una tarea que tenemos como sociedad, para que así más pequeños puedan tener la oportunidad de tener una infancia tranquila, sin preocupaciones extra a las de estudiar.

Ser precavido es básico al ir a un centro recreacional

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Que hoy comience la última semana de enero no significa que el verano y las vacaciones se hayan acabado. De hecho, son muchos los que prefieren febrero para tomarse su periodo de descanso y salir de la ciudad.

A veces está la opción de viajar a la casa de algún familiar o amigo, pero también existe una amplia oferta de centros turísticos, con diversas alternativas y comodidades para relajarse y disfrutar.

Pero lo cierto es que para que esto sea así, es fundamental ser responsable y evitar riesgos.

MEDIDAS CLAVE

En ese sentido, Christian Schoenmakers, subgerente de Recreación y Turismo de Caja Los Andes, dijo que existen medidas que son útiles para disfrutar plenamente de las vacaciones.

Así, es básico empacar un pequeño botiquín de primeros auxilios que incluya artículos como analgésicos, antihistamínicos, pomada para reacciones alérgicas, medicamentos contra el mareo y algún tipo de material para curaciones. Esto, porque en los centros turísticos no está permitido entregar ningún tipo de fármaco. Tampoco se debe olvidar llevar repelentes de insectos y protectores solares.

Asimismo, debe localizar de inmediato las puertas de emergencia y señalética de evacuación al llegar a un centro recreacional. Hay que compartir esa información con los hijos. En el mismo sentido, aconsejó verificar si el centro vacacional cuenta con un servicio de emergencias médicas. En caso de que no tenga, importante es averiguar cuál es el establecimiento médico más cercano al lugar donde se hospede.

Agregó que también hay que asegurarse de que la piscina del recinto cuente con salvavidas durante toda la jornada. Además, en el caso de que se viaje con niños, recalcó que ningún momento se deben perder de vista, supervisando personalmente su seguridad mientras disfrutan del baño. Y es que los accidentes en piscinas representan el 13% de la mortalidad infantil en Chile por lesiones.

Por último, recomendó que los niños lleven protección ocular cuando se sumerjan en la piscina, pues el cloro podría irritar severamente los ojos. Planteó que considerar tapones para los oídos es también una buena idea, ya que son muy frecuente las otitis por la gran permanencia en el agua.