Secciones

COP 21: Carbono, Chile y sus bosques

E-mail Compartir

Frente a la amenaza del cambio climático, 196 países se reunieron en París para llegar a un acuerdo que busca limitar el aumento en la temperatura global a 1,5 grados Celsius. La conferencia fue exitosa, pues se logró un acuerdo. Pero ahora viene quizás lo más difícil, y es que los países articulen medidas efectivas para generar los resultados necesarios.

De acuerdo a un estudio de la empresa sueca Södra, una cooperativa forestal que agrupa a más de 31 mil propietarios forestales y cuyo patrimonio boscoso suma 1,7 millones de hectáreas, el manejo sustentable de los bosques de producción del mundo podría reducir las emisiones globales hasta un 50%. El estudio indica que los bosques del mundo contienen más de 1.000 billones de toneladas de dióxido de carbono, que es más que todo el carbono presente en la atmósfera.

Lamentablemente, como la deforestación en el planeta es mayor que la reforestación, se estima que aproximadamente 1,5 billones de toneladas de dióxido de carbono se pierden anualmente. El referido estudio concluye que si se tomaran medidas efectivas de manejo en los bosques de producción del planeta, un volumen adicional de 9 a 17 billones de toneladas podría ser retenido de la atmósfera. Esto corresponde a 30 - 50% de las emisiones globales.

Södra indica que los bosques y los productos forestales juegan un rol clave si se camina hacia una sociedad libre de productos fósiles. La mayor ventaja de esta nueva mirada es el potencial de reemplazo de productos derivados de materiales fósiles por productos hechos de madera. Mientras elaboramos productos renovables de madera que continúan además almacenando dióxido de carbono a lo largo de su vida, se logra con ello reducir las emisiones de los productos no renovables. Agrega la empresa que una mayor demanda por madera proveniente de bosques manejados sustentablemente se traducirá además en más bosques en crecimiento que también absorben y retienen dióxido de carbono de la atmósfera.

En el caso de Chile, el compromiso es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La meta es que al 2030 emitamos 30% menos de gases por cada dólar de producto del país respecto de lo que emitíamos el 2007. Esto es un claro llamado a promover el manejo sustentable de los bosques nativos y su regeneración, y otorgar valor privado a dichos bosques, mediante la creación de mercados para los servicios ambientales del bosque, lo que fomenta su conservación evitando la deforestación.

También es un llamado a incrementar la forestación en tierras descubiertas, con especies que sean las más eficientes posibles en términos de captura de carbono y lo más eco eficientes posibles en lo que se refiere a uso de tierra y consumo de agua por unidad de biomasa producida (o carbono capturado), como son las plantaciones forestales chilenas. Finalmente, una promoción efectiva de la construcción en madera generará beneficios de menor consumo de energía, menores emisiones de contaminantes y una retención efectiva de carbono por largos períodos.

Al desafío de la COP 21, el sector forestal chileno tiene mucho que ofrecer.

Con el agua al cuello

E-mail Compartir

Según cifras del Banco Central, el 73% de las familias chilenas tiene una deuda y de acuerdo a un estudio de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif), la deuda promedio de un chileno que gana $500.000 aproximadamente, es 13,4 veces más que sus ingresos. Una cifra que sin duda impacta, pero eso no es todo.

En Chile hay más de 10.000.000 de endeudados, es decir, personas tienen una deuda con alguna entidad financiera, empresa de retail, caja de compensación, entre otras.

Según el último informe de Equifax y de la Universidad San Sebastián, a septiembre de 2015, 3.781.846 de los endeudados tiene problemas de morosidad.

En este contexto, cabe preguntarse cómo prevenir el endeudamiento. Primero, es necesario educar a las personas respecto al endeudamiento responsable; también es necesario educar a las personas respecto a sus derechos como consumidor y sobre los abusos de la cobranza extrajudicial; jamás destinar más del 25% de nuestros ingresos al pago de créditos y deudas; crear conciencia de ahorro y como mínimo debe ser el 10% de nuestros ingresos; cotizar en varias instituciones antes de tomar un crédito, poniendo atención en el monto final de la cuota a pagar mensual; y no pedir avances en efectivo ya que se puede pagar hasta el doble de la deuda.

Ahora, para las familias, personas y empresas que estén con el agua al cuello, deben saber que siempre tienen una alternativa: la nueva ley de insolvencia y reemprendimiento y sus 4 procedimientos concursales, que constituye una posibilidad de solución real al problema de sobre endeudamiento y hace posible renegociar las deudas, accediendo, con el acuerdo de nuestros acreedores, a mejores condiciones para el pago de las deuda o liquidar a la persona deudora cuando esta alternativa no es posible.

¿Funciona en Chile la libre competencia?

E-mail Compartir

La conducta de las empresas Cmpc y SCA (Ex Pisa) ha sido ampliamente cuestionada, toda vez que existe una confesión de ambas por participar, desde hace más de 10 años, en actividades de colusión que les permitió fijar cuotas de mercado, lo que claramente es ilegal y está sancionado por la Ley.

Este caso no es el único, antes fueron los emblemáticos "pollos" y "farmacias", que por cierto, son los más conocidos, pero hay muchos otros de menor rango, algunos de los cuales han sido probados y otros no.

Situaciones de conducta anticompetitivas existen en todas las economías de mercado, una de las más conocidas es la de Microsoft. Lo importante, es tener una legislación clara y eficaz que permita descubrirlas y sancionarlas. La existencia de estos requerimientos muestra que en Chile se están tomando medidas y se están persiguiendo a los culpables. Esta es una buena señal de salud de nuestra economía de mercado.

Es muy difícil probar la colusión, si es que no concurre una confesión por parte de algunos de los involucrados. El Tribunal de la Libre Competencia está lleno de casos en los cuales no ha sido posible probar la conducta denunciada.

Por ello, la existencia del mecanismo de delación compensada es muy asertiva, porque aun cuando se deba dar beneficios a quien se auto-denuncie, se generan los incentivos correctos para eliminar los pactos. Probablemente no sabremos si la Fiscalía tenía suficientes pruebas para inculpar a las partes, en caso de que no hubiese habido una confesión.

Esta situación como en el caso de las farmacias, se produce después de una sostenida y costosa guerra de precios por parte de los involucrados, como forma de disciplinar a un nuevo entrante. Suele suceder que las guerras de precios terminan cuando los incumbentes logran algún acuerdo, que por su naturaleza es ilegal, y terminan repartiéndose el mercado.

También podrían terminar con precios mayores a los de la competencia, pero esto no es fácil de probar, sobre todo en un mercado muy concentrado. Al igual que en el caso de los "pollos", llama la atención el "papel" jugado por los supermercados, el canal de distribución más importante y con un gran poder de negociación, similar al de las empresas involucradas.

Es difícil aceptar que éstos, durante todo este tiempo, aceptaron un acuerdo que era lesivo para sus intereses, más aun teniendo la posibilidad de importar productos o usar marcas propias.