Seguir rutinas permitirá fomentar la responsabilidad en las vacaciones
Vacaciones y libertad son dos palabras que para muchos van de la mano, especialmente si se trata de los estudiantes, quienes durante este periodo se alejan de las responsabilidades académicas, lo que les otorga la posibilidad de desordenar sus rutinas.
Al respecto, Lilian Poveda, jefa de carrera de Técnico en Educación Especial de Santo Tomás Concepción, afirma que si bien no es del todo negativo que los horarios se flexibilicen, es importante que durante las vacaciones no haya un cambio grotesco en las rutinas en relación a lo que comúnmente se realiza, pues ello puede confundir a los más pequeños.
Esto no es algo que se deba perder de vista, pues las rutinas son fundamentales para crear hábitos que, posiblemente, perdurarán a lo largo de la vida. Agrega que estas acciones son un factor importante en el desarrollo y conformación de la personalidad de un individuo.
PLANIFICAR
"Cuando se está en etapa de adquisición de un hábito; por ejemplo, lavarse los dientes después de cada comida, será necesario repetir la rutina hasta que la persona sea capaz de realizarlo sola. Cuando esto haya ocurrido, se habrá transformado en un hábito", dice.
Y si bien el tiempo para adquirir un hábito es relativo y depende de distintas variables, la constancia es fundamental para que una rutina se haga propia y se transforme en un hábito. "Si cortamos la rutina cuando aún no se ha transformado en un hábito, como puede pasar en época de vacaciones, es altamente probable que se retroceda todo lo avanzado", afirma.
Es por lo mismo que según Luz Jara, directora de la Escuela de Educación de la Universidad Santo Tomás, durante el periodo vacacional planificar es positivo, ya que permite tener una organización que se puede aplicar en el tiempo que se destina al estudio cuando, más adelante, se regrese a clases.
Sugiere involucrar a los hijos, en la elaboración del horario para consensuar periodos claros para realizar todas las tareas requeridas, así como también para comer y dormir. Además, como establecer rutinas implica cambios en la dinámica familiar, es necesario que se informe de esto a los adultos que estén al cuidado del niño o niña.
TAREAS Y ORDEN
La planificación de las actividades diarias en las vacaciones es una guía. Es por ello que debe ser clara y precisa, por lo que ideal es que esté escrita y ubicada en un lugar visible para todos. Jara dice que en la medida de lo posible no hay que transigir en cambios; de esta forma, los niños adoptarán un sentido de responsabilidad.
Es que seguir rutinas y planificarlas no sólo permite que los niños adquieran hábitos, sino también que focalicen sus energías en cumplir los objetivos que se proponen a la vez que les otorgan responsabilidad y por sobre todo, generan seguridad, pues saben lo que vendrá, sostiene la académica.
Así, desde su punto de vista las vacaciones son "una buena oportunidad para que los niños asuman ciertas tareas dentro del hogar como ordenar sus juguetes, su habitación y tender su cama, entre otras. La idea es darles responsabilidad de acuerdo a su edad".
Y es que la responsabilidad se debe educar desde la primera infancia, pues según explica Lilian Poveda, una acción tan simple como que un niño ordene sus juguetes, su ropa o tienda su cama, ejecutada desde una etapa temprana, permitirá que cuando crezca esté preparado para asumir responsabilidades de mayor envergadura y con ello enfrentar asertivamente el mundo adulto. "Cuando dejamos en libertad a los niños para que exploren y aprendan por sí solos, les estamos dando la posibilidad de equivocarse y sobre la base de eso tomar sus propias decisiones. El desarrollo de la responsabilidad en todas las etapas influye de manera importante en el desarrollo de cada persona, pues constituye una de las bases para el desarrollo de la autonomía, autorregulación y la autoconfianza", manifiesta.
INCLUIR JUEGO
En las normas de las vacaciones no se debe olvidar el equilibrio en los tiempos y la intensidad de las actividades que formen parte de la planificación. "Mientras más pequeños son los niños, menor es su periodo de atención, por tanto deberemos variar aún más las actividades y disminuir los tiempos", dice Luz Jara. Es por ello que se deben incorporar en la rutina periodos de juego, lo que permitirá que sea mejor aceptada.
Recomienda que sean luego de realizar una actividad que requiera más concentración, ya que ésta será la recompensa luego del esfuerzo.