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Festival de Cine de Lebu mira a los Oscar

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Claudia Pino, directora del Festival Internacional de Cine de Lebu, Ficil, va a encabezar hoy el lanzamiento de la versión 2016 del evento fílmico programado entre el 5 y 11 de febrero.

Desde su partida en 2001, el evento ha experimentado un evidente crecimiento, lo que se quiere mantener con piezas y visitas a la altura. El Ficil entra así en tierra derecha buscando el apoyo transversal del público.

Al respecto, Claudia Pino fue enfática en el papel que cumple toda la comunidad a la hora de darle realce a la próxima versión. "Por eso esta invitación (al lanzamiento) no es sólo a la prensa, es también para gestores culturales, medios alternativos y todos quienes se sientan parte de un proyecto de industria. Este festival implica más que cine, hay una plataforma para difundir la identidad, los atractivos turísticos de la provincia e, incluso, nos estamos vinculando a la escena musical desde el año pasado", comentó.

NOVEDADES

Con la actividad programada esta mañana se inicia una nueva fase en el desarrollo del festival de cine, con anuncios que se suman a algunas iniciativas realizadas en los últimos meses. Entre ellas, la convocatoria del programa Filma en Biobío, con cinco equipos nacionales y extranjeros que competirán realizando un corto durante la semana del certamen.

También el proyecto "Corto, cámara, acción", realizado en conjunto con Santo Tomás. "Permitió que niños de la provincia realizaran obras desde la fase de planificación hasta la postproducción. En ambos casos los ganadores serán exhibidos en la ceremonia de clausura", comentó Pino.

Acotemos que los principales anuncios y primicias del Ficil 2016 se han mantenido en misterio hasta hoy.

Fuentes cercanas a la producción, sin embargo, adelantaron que se va a dar a conocer una interesante novedad que se mantendrá en los próximos años. Ésta vincula al certamen lebulense con nada menos que los premios Oscar, que cada año entrega la academia de Hollywood

Niños del Sename disfrutan por primera vez de la ópera

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Una jornada colmada de emociones y música es la que protagonizaron ayer más de 100 niños y adolescentes, pertenecientes a diversos programas del Sename en Concepción. Fueron testigos y partícipes de un espectáculo inédito en sus vidas: el concierto educacional "Los niños a la ópera", realizado por el barítono chileno Javier Arrey.

El discípulo del tenor español Plácido Domingo, radicado en Washington desde el 2007; compartió con los asistentes en la Ucsc, un repertorio de ópera italiana, francesa, rusa y zarzuela.

Piezas de Puccini, Verdi y otros compositores fueron parte de la jornada que se extendió por más de una hora. "Hicimos un compilado, para que los niños se fuesen con una visión más amplia de lo que es la lírica", señaló Arrey.

El artista llegó a EE.UU. gracias a una beca entregada por el tenor español. "La experiencia ha sido un privilegio. Para un cantante joven, de esta parte del mundo, que está partiendo, tener la oportunidad de ser mentoriado por un artista de la talla de Plácido Domingo, es fundamental", destacó el barítono de 33 años nacido en Valdivia.

La directora regional del Sename, Rina Oñate, destacó la voluntad de Arrey para participar. "Quiso estar con los niños, principalmente de residencias y programas. Es importante destacar y relevar esta mirada de sentirse, desde su arte, garante de derechos para niños y niñas", precisó Oñate.

GRAN MOMENTO

Los asistentes estuvieron atentos a cada palabra e interpretación de Arrey, y participaron activamente cuando ellos interactuaban con preguntas o mensajes.

En este plano, para la pequeña Emilia lo vivido será inolvidable, "Nunca había visto a alguien que cantara así. Lo pase súper bien y me gustó mucho cada canción y las voces que hacían", comentó.

Este es el tercer año que Arrey realiza este tipo de concierto en el país (los había hecho en Valdivia). "Acá es la primera vez. Ustedes vieron la respuesta de los niños es tremenda. Les gusta cuando la conocen y les explicas (la ópera). Lo captan muy rápido y les llama la atención. Es una experiencia fantástica, estamos trabajando para que cada día más niños tengan acceso a esto", comentó el cantante.

En relación al por qué realizar este tipo de eventos, Arrey sonríe y sus palabras fluyen con facilidad. "La música y la ópera me trasformaron por completo (...) Soy un convencido, por los años que llevo en esto, que tienen un poder transformador. Es un lenguaje muy cercano para un niño de tres años, para un feto en formación y para un anciano de 100 años. Me motiva acercar este género tan complejo y caro a niños que no tienen la posibilidad de escucharlo. La música posee cualidades para desarrollar el cerebro, la personalidad, el intelecto de cualquiera, de una forma especial y particular. No con el foco de que ellos sean músicos, sino que tengan una herramienta más, y que se desarrollen en lo que ellos quieran con la música a su lado", dijo.