Estudio revela estado de salud mental de las personas que viven en la calle
Tras nueves meses de análisis, la Seremi de Desarrollo Social del Biobío recibió el estudio realizado para tener antecedentes sobre la situación mental de las personas que viven en situación de calle en la Región del Biobío. Este es el primero que se realiza en el país, y serviría de base para generar políticas públicas en esta materia.
El estudio financiado por la Seremi fue realizado por la Facultad de Ciencias Sociales y de Medicina de la Universidad de Concepción, con colaboración de la Fundación Rostros Nuevos.
Estas entidades, entre diciembre de 2014 y marzo de 2015 encuestaron a 65 personas (Concepción, Talcahuano, Los Ángeles y Chillán), de las 90 que estaban identificadas con esta condición en la Región. El Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle de 2011 estableció que en la zona hay 871 personas en esta condición. En mayo de este año se actualizará esta información mediante un nuevo censo.
La investigación que ya está en poder de la seremi determinó que sólo 6 de cada 10 entrevistados reconoció tener una problema de salud mental. Se determinó, en el ámbito del diagnóstico psiquiátrico, que el 37% tiene trastornos del ánimo, un 29,6% esquizofrenia y un 18,5% epilepsia; adicción a las drogas o alcohol con un 7,4% y retraso mental con un 3,7% son los menos recurrentes.
Asimismo, el documento estableció problemas de salud mental que no implican por sí mismos un diagnóstico. Los más frecuentes fueron los trastornos cognitivos y del pensamiento (40,5%), seguido de trastornos de orden psicótico y ansioso-depresivo (18,9% cada uno).
UNA POLÍTICA PÚBLICA
El seremi de Desarrollo Social, Juan Quilodrán, sostuvo que esta es la primera investigación en el país que aborda este ámbito, por lo que sus resultados permitirán generar conocimiento y tener una base sobre las características que tienen estas personas, las dificultades que hay en la intervención y cuáles son los aportes que se pueden hacer en la creación de políticas públicas que hoy no existen.
"Como política publica no nos hemos hecho cargo de esta situación; en eso hay que ser claro y precisos. Tenemos una red instalada y trabajamos con esta población, pero en particular con las personas de calle que viven una situación asociada a un problema de salud mental no nos hemos hecho cargo", declaró la autoridad regional.
Quilodrán expuso que el estudio deja visibilizado que el problema de las personas calle es complejo, pero si se le agrega situaciones como trastornos y problemas de salud mental, y adicción de alcohol y drogas, se vuelve aún más. "La génesis partió por ahí, primero reconocer que es un problema grave, incluso de salud pública, y segundo, poder determinar acciones estratégicas concretas", sostuvo el seremi de Desarrollo Social, quien precisó que se deben generar un trabajo intersectorial -incluir al Ministerio de Salud- para abordar el tema y desarrollar políticas públicas, ya que un tratamiento de esta índole debe efectuarse de forma diferente a la que se realiza a una persona que no está en situación de calle.
En la Región, la información que hay en el estudio permitirá a corto plazo abordar esta temática en las rutas médicas que se desarrollarán por segundo año en la zona. Este 2016, además de desarrollarlas en Concepción Coronel y Lota se incluirán a las comunas de Talcahuano, Hualpén, Penco y Tomé. "Incorporaremos estas características del estudio y conclusiones", sostuvo la autoridad regional.
OTROS RESULTADOS
DEL ESTUDIO
Pero el estudio no sólo se centro en el tema de salud mental ya que también busco caracterizar a las personas que viven en esta condición, y en ese sentido la investigación develó que una de cada de cada cuatro ha sufrido violencia en la calle.
"De acuerdo a los resultados, ellos sufren más violencia de las que ellos podrían provocar", comentó Quilodrán.
Asimismo, el documento da cuenta que el 20% de los entrevistados ha sido condenado, y que a diferencia de las personas que están en esta condición, pero que no tienen problemas mentales, les gusta convivir en grupo y tener contacto con sus familiares.
La investigación expone en este último punto que estaría "asociado a facilitar una adaptación a la vida en la calle a través de la búsqueda y mantención de contactos que les provean de protección en una situación adversa".