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"La UDI va como un avión con la nariz hacia abajo"

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Fue protagonista y representante del gremialismo el año pasado durante la discusión de la reforma a la Educación en la Cámara de Diputados desde su estatus de miembro de la comisión pertinente. El diputado Jaime Bellolio (UDI) recuerda sus años como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica -Feuc- a principios de la década del 2000 cuando cursaba Ingeniería Comercial, como una experiencia valiosa para abordar ese proceso legislativo, uno de los más ásperos del 2015.

Más delgado que hace un año, privilegia por estos días "La teoría de los sentimientos morales", de Adam Smith, libro a mano en su oficina del piso 13 del Congreso. Y si no apela a Smith, se vale de metáforas futbolísticas que surgen de su alma colocolina para reflexionar respecto a estos casos -del exsenador Jovino Novoa y del parlamentario por Tarapacá Jaime Orpis- que remecieron esta semana a la opinión pública.

Un escenario de agudos desafíos para Jaime Bellolio (35), más en su calidad de probable candidato a presidir la UDI, no con un apoyo unánime, pero sí con el respaldo de los sub 35 y de algunos veteranos, aunque también con sectores que presionan al actual timonel Hernán Larraín para que desista de dejar el cargo en mayo y prolongue su conducción hasta después de las municipales.

POLÍTICA EN EL SUELO

-No he tomado esa decisión todavía porque tienen que darse algunas condiciones. La primera es que esto no es una aventura personal, es una cuestión colectiva y tiene que haber un proyecto transformador para una nueva etapa. Por eso me gustaría que hubiese elecciones en la UDI y que sea un proceso abierto, competitivo y transparente.

-Hoy la política está en el suelo y por varias razones, una de ellas es que las prioridades de los políticos son distintas a las de las personas. Además, el poder cambió en su esencia y los partidos no han sido capaces de adaptarse a eso. Entonces somos como una especie en extinción y vamos a pasar a ser piezas de museo. ¿En qué veo yo radicado ese cambio? Por ejemplo en la participación, la forma piramidal de la toma de decisiones ya no da más. Hoy la ciudadanía quiere participar no solo del producto final también del tránsito hacia eso y para los partidos -en particular para la UDI- es necesario un proyecto que implique sintonizar con el sentido común, una alternativa de futuro frente a una izquierda que propone un modelo único y gris. Tiene que ser un modelo en el que se valore el esfuerzo, el mérito el talento y la diversidad. La UDI tiene que empezar un nuevo ciclo.

-Le insisto, yo no he tomado una decisión todavía. Esa es la discusión que estamos teniendo en enero y ya en marzo podríamos tomar la decisión de presentar o no un proyecto para la presidencia. No no tengo un hambre especial por ser presidente de la UDI pero sí me interesa contribuir colectivamente con ciertas ideas para que el rumbo de la UDI, que es como un avión con la nariz hacia abajo, pueda emprender vuelo tal como lo hizo en el pasado.

-Hay ciertas cosas que uno puede suplir y otras que no. Me han tocado hartas vivencias, fui presidente de la FEUC y eso me entregó una formación práctica que es similar a lo que ocurre hoy. Insisto, esto no es una aventura personal, es un trabajo en equipo y colectivo para suplir las falencias que uno puede tener, así se maximizan las virtudes y minimizan los defectos.

SALAS Y ZAMORANO

-En esa nueva etapa se advierte resistencia de los que apuestan porque Hernán Larraín se mantenga en la presidencia a pesar de que su ciclo en reemplazo de Silva termina en mayo.

-Más que una cuestión de edad es de novedad. No es que aquellos que tienen rut bajo 10 millones no puedan participar. Hablemos en términos futbolísticos. Salas y Zamorano fueron extraordinarios para Chile, los queremos y los apreciamos, pero no los ponemos hoy a jugar en las eliminatorias a Rusia 2018, ya pasó su momento. Lo mismo pasa en política, no es que uno no valore la experiencia, sin embargo tiene que haber otros jugadores porque es otra la cancha.

-Vuelvo al ejemplo Salas y Zamorano. Es obvio que ellos pueden no estar jugando en la cancha, pero no significa que no tengan ningún rol. Yo valoro la experiencia de quienes construyeron la UDI, partido que ha hecho una contribución grande a lo que Chile es hoy, entonces quiero por lo mismo hacer una contribución en los próximos 20 ó 30 años y no que simplemente nos quedemos en las glorias pasadas; si es así estamos destinados a ser fósiles.

-Eso no está resuelto. Por supuesto que ambas cosas, que se quede o que se vaya a partir de mayo, tienen pro y contra.

-Me gustaría saber primero cuál es la respuesta definitiva de Hernán Larraín y si es que hay un consenso al respecto. Yo creo que no es descartable en absoluto que se mantenga hasta noviembre, no tengo una posición a rajatabla de que se tenga que hacer el cambio en mayo. Hace falta que nos sentemos a conversar los diputados, los senadores y la comisión política, etc. Este es un tema que se va discutir en el consejo general en marzo junto a otras materias.

NOVOA Y ORPIS

-Yo he dicho que todas las personas que estamos en política estamos sujetas a reproche y si cometemos una falta con mayor razón. La directiva anterior de la UDI pidió disculpas a la ciudadanía por el financiamiento irregular de las campañas, renunció el presidente, la directiva con Larraín también pidió disculpas. En el caso de Jovino Novoa, él claramente se sujetó a los tribunales de justicia, hubo sanción y no hubo ningún tipo de impunidad. Claro que algunos quisieran que internamente lo colgáramos en la plaza pública o lo quemáramos allí, eso es absurdo y no tiene sentido. La UDI ha tomado un camino que no he visto en otros partidos, uno quisiera ver lo mismo al otro lado para que sea justicia y no solo una cuestión tuerta.

-Son situaciones completamente distintas. Y en estos casos no se pide la renuncia, son decisiones individuales. No es cierto que Jovino Novoa no haya sido sancionado, el reproche social ha sido muy alto, y se dice que nosotros buscamos el empate, no es así. Se trata de un mismo estándar porque hasta ahora lo que uno ve es una mano cargada, rigurosa y estricta hacia un solo lado y en el otro ni siquiera querellas del SII. Entonces no se trata ni siquiera de empate, sería más bien goleada en contra, lo que pedimos es el mismo estándar.

-Mi primer acercamiento a él no fue por política, fue por lo social, por la contribución que él hacía a la Fundación La Esperanza con personas que eran drogadictas. Yo lo que veo es que él renuncia de alguna manera a la política y espero que no renuncie a esa contribución social que hacía en materia de drogas y que es importante. Yo valoro la contribución que ha hecho Jaime, así como también valoro la de Jovino Novoa.

- Chile Vamos es una experiencia inédita dentro de la cultura de la centro derecha, que en su historia había sido más bien a cuchillazos que a argumentos. Si teníamos el 90% de acuerdo, parecía que antes nos centrábamos en el 10% que nos dividía; pero no es supra partido, cada uno de los movimientos y de las personas que lo integran tenemos opiniones diversas y eso lo respeto, es parte del valor de Chile Vamos. Yo no opino sobre los procesos internos de cada partido, es legítimo que cada uno tenga su propia identidad.

-Mire, lo que yo valoro es que antes nos poníamos la camiseta del mismo color cada cuatro años, bajo una misma candidatura presidencial suponiendo que eso significaba jugar en equipo, pero eso no basta, uno tiene que tener mínimos comunes y la cancha rayada.

MIRANDO LAS ELECCIONES

-Va a ser un proceso sobre si profundizar el camino que la mayoría de los chilenos no quiere o enmendar el rumbo…

-Me preocupa es que nosotros no seamos capaces de ofrecer una alternativa realmente atractiva. Es obvio que tengo ideas completamente distintas a las que tiene RD. Ellos tienen un modelo cercano a este homogenizador centralizado en el Estado que no valora el mérito ni el esfuerzo. Noostros tenemos que ser capaces de ofrecer esta idea de un modelo atractivo en forma y fondo. Sí valoro que ellos han sido capaces de sintonizar y espero que se transformen en una alternativa que no busque el eslogan, sino una discusión profunda. De Jackson valoro que, a pesar de nuestras diferencias, hemos sido capaces de sentarnos a conversa. Eso es esencial en política.