El ramal ferroviario costero que existía entre Concepción y Chillán, pasando por Dichato, sólo existe hoy desde la capital penquista al puerto de Lirquén. En la zona rural, la ausencia de aquellos rieles ha permitido que la vegetación se apodere del otrora espacio de la vía férrea y en

muchos sectores no quedan más que estrechos senderos en los lugares donde pasaba el tren y llenaba de vida los pueblos. En Ranguelmo,

comuna de Coelemu, queda como recuerdo el túnel ferroviario, en medio de la vegetación. Es una obra de 1914 que conserva en buen estado casi toda su estructura y que es visitada por los turistas y los amantes de este medio de transporte, con la esperanza de que algún día vuelva. Así lo comentó Mario Fuentes, que visitó hace pocos días ese lugar, junto a su familia y amigos.