Junto con saludarte, espero que hayas podido recibir mi carta sin problema, donde te solicito de todo corazón, que no seamos castigados nuevamente por secretaría, por pésimas gestiones administraciones de gente que nos ha prometido de todo, que se han reído nuevamente en nuestra cara y que han jugado con la pasión de todos los hinchas y abonados que amamos con todo nuestro corazón los colores Lilas y que ahora nos tienen casi con un pie en la Segunda División del fútbol profesional chileno, por imposiciones pagadas atrasadamente una vez más.

Viejito, sé que no haces este tipo de regalos, que tu misión son los sueños y regalos para los niños y no los deseos de una persona de 40 años como yo, pero te pido especialmente este regalo por mi hijo de 4 años, quien se aprendió completo el Himno de Deportes Concepción antes que la Canción Nacional, que lo único que quiere en su inocencia es ir al estadio junto a su padre a ver rugir al León dentro de la cancha. Así como también lo hizo su padre con su abuelo hasta hace un tiempo atrás. ¿Cómo puedo matar su inocencia y explicarle que nadie sabe lo que pueda pasar más adelante si somos castigados? Que tenemos a los jugadores entrenando con la incertidumbre de lo que pueda pasar y muchos de ellos con las maletas lista para partir si nos castigan con el descenso, que tenemos un entrenador esperando refuerzos que al parecer no llegaran, dirigentes (de los pocos que quedan y se conocen) arrancando cuando el barco se puede hundir y sin dar explicaciones dónde está la plata entregadas por los ya conocidos ex dirigentes de la Anfp.

No puedo hacerle esto a mi hijo. Quiero llevarlo en febrero al nuevo estadio Collao con la esperanza "nuevamente" que vendrán tiempos mejores y que él pueda crecer y seguir apoyando a su equipo entre los más grandes y serios del fútbol chileno, que no tengan que estar como en las mayorías de las veces sufriendo, como muchas veces ha sufrido su padre y su abuelo apoyando al club de sus amores. Quiero tiempos mejores para el club y para mi hijo, que no pase los sufrimientos de esta gran familia-hinchada lila.

Pasar Navidad y Año Nuevo con la esperanza de seguir jugando en Primera B esperanzado en un difícil pero no imposible acenso a primera A. De seguir creyendo que llegará gente seria, honesta y que realmente ame estos colores y que no venga solamente a llenarse los bolsillos y ensuciar nuevamente el nombre del Deportes Concepción, como ha pasado en los últimos 7 años y más. Personas comprometidas de corazón con este sentimiento y que nos puedan poner de una vez por toda entre los clubes más importes y el más grande del sur de Chile, como hace varios años atrás lo fuimos.

"Que florezcan de triunfos los laureles y que ruja bien fuerte el León." Saludos de un adulto que todavía cree y sueña como niño.