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Muerte de Julio Escámez deja como consuelo su legado local

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"Cuánto nos enseñó con sólo verlo pintar sus grandes formatos, en los muros de su casa, el proceso de nacimiento de su mural en Chillán, durmiendo con camas improvisadas de noche, mientras él pintaba (...) Cómo te importaban los niños y sus miradas, cómo nos acogías con nuestras preguntas acerca de lo que hacías, cómo nos inundabas de colores y considerabas nuestras reacciones".

Se sienten y emocionan las palabras de Juana Millar. Fueron expresadas ayer, a través de Facebook, luego de enterarse de la muerte de Julio Escámez, pintor, grabador y reconocido muralista oriundo del Biobío.

El artista falleció a los 90 años, la noche del miércoles, en su residencia en San José, Costa Rica; país donde residía desde 1974.

En la capital regional, su nombre se relaciona con el mural "Historia de la medicina y la farmacia en Chile". La obra realizada entre los años 1957 y 1958 también es conocida como el mural de la Farmacia Maluje, al estar emplazado en la hoy desaparecida botica, ahora local de hierbas.

"No obstante, el legado de este artista fundamental, imponente en su obra y en su sentir, es mayor. Acompaña no sólo el devenir de Concepción, sino que de otras ciudades de la Región e, incluso del extranjero", indicó Ximena Cortés, periodista de la UdeC.

La profesional agregó que Escámez regresaba a Concepción cada cierto tiempo con la intención de visitar a su familia (una de las últimas fue en enero de 2008).

"Desde esta ciudad, en la cual había manifestado su intención de dejar parte de su obra, se le extrañará como artista polifacético que deja una herencia en el mural, el óleo de gran formato, el grabado e, incluso, la ilustración y la escenografía: todo ello desarrollado con talento y apoyado por una profunda formación", comentó.

Soledad González, directora de Extensión de la U. de Concepción, ratificó el deseo expresado por Escámez de querer donar parte de su legado artístico a la Pinacoteca.

"Desde septiembre estábamos en conversaciones para que eso ocurriera, pero lamentablemente su inesperada partida no lo dejo ver concretado ese deseo", dijo

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UNA FIGURA MAYOR

Junto a nombres señeros como Santos Chávez, Rafael Ampuero, Eduardo Meissner y Pedro Millar, entre otros; Escámez proyectó su aura en una generación muy representativa de las artes visuales en Concepción.

"Fui su alumna en el departamento de Artes Plásticas de nuestra Universidad. Fue profesor por poco tiempo en 1973, algo que no se olvida. Sus clases eran la experiencia propia de su obra (...) Lo admiraba y admiro profundamente por su interesante propuesta en la tela de un realismo mágico, crítico, potente y maravilloso", comentó desde un prisma más personal la directora.

Influido por los muralistas mexicanos y , "no sólo en su pincelada, sino también en su mirada social", en palabras de Ximena Cortés, la figura de Escámez se hace fundamental a la hora de asumir la figuras del artista del siglo XX.

Además de la obra en la farmacia Maluje, declarado este año Monumento Histórico Nacional, la Pinacoteca conserva los bocetos del mural que Escámez realizó en Chillán. "Principio y Fin fue borrado durante la Dictadura", señaló Soledad González.

Nacido en Arauco en 1925 en sus inicios colaboró en la ejecución del mural "Historia de Concepción", realizado por Gregorio de la Fuente entre 1943 y 1946.

"Sin duda, perdimos a uno de los grandes artistas de la Región. Se lamenta mucho su pérdida. Sin embargo, dejó un gran legado para el Biobío", apuntó Marcia Orellana, seremi de Cultura.

Desde su área, señaló que Escámez fue reconocido. En este caso, a través de los Premios Regionales (2009) al obtener el Marta Colvin en Artes Visuales. "Por lo tanto, en vida se reconoció su obra y trabajo", comentó.