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Epoc y calidad de vida, todos podemos contribuir

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"Tú respiras sin pensar, yo sólo pienso en respirar". Quienes hemos escuchado esta dolorosa expresión de pacientes con fibrosis quística, sabemos que es la realidad lamentable de muchos que cursan enfermedades pulmonares crónicas. El cigarrillo ha aumentado no sólo las enfermedades metabólicas que deterioran lentamente y sin regreso la salud, sino también la más evidente y de alta prevalencia de las enfermedades respiratorias crónicas: Epoc (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).

El principal factor en la aparición de Epoc es el tabaquismo. Según estadísticas las jóvenes chilenas son las más fumadoras del mundo con 39,9% de prevalencia, mientras que los adolescentes ocupan el segundo lugar en América, con un 28%, y el 40,6% de la población mayor de 15 años fuma.

En Chile 46 personas mueren cada día por causas atribuibles al tabaco (84% de las muertes por Epoc). Así, en 2011 (última estadística oficial) fallecieron 2.778 personas con causa primaria de Epoc sin considerar otras enfermedades agravadas por esta patología de base como neumonía, influenza, asma y otras patologías respiratorias. Al parecer no estamos conscientes del problema.

No obstante, este año la iniciativa global para la Epoc escogió un mensaje positivo que nos alienta a sensibilizar y generar adherencia de los diferentes actores que participan en el manejo y la prevención de la mortalidad por esta enfermedad.

"No es demasiado tarde" es el mensaje. Enfatiza las acciones que las personas pueden seguir para mejorar su salud respiratoria, en cualquier momento, antes o después de un diagnóstico de Epoc.

Esta enfermedad es silenciosa en sus inicios. Así, el daño en las vías aéreas no genera cambios evidentes en la calidad de vida de quienes la adquieren sino hasta etapas avanzadas. Luego se inicia una escalada de eventos clínicos como disnea (dificultad respiratoria y sensación de falta de aire), tos frecuente y productiva e infecciones respiratorias que deterioran la efectividad laboral y alteran de forma visible las actividades de la vida diaria.

La intervención en la Epoc hoy está estandarizada y consensuada por expertos de todo el mundo. Esto ha permitido la generación de leyes y políticas públicas que apuntan a desarrollar programas de evaluación, medicación y rehabilitación de amplia cobertura, por lo tanto, el diagnóstico y tratamiento son de fácil acceso y rápido inicio. Para quienes tienen síntomas como cansancio y dificultad respiratoria al esfuerzo cotidiano, la invitación es a consultar y estudiarse para un adecuado control y manejo.

Otro punto importante es la relevancia del ejercicio tanto en prevención como en la etapa asistencial. Muy promovido en la mejora de la calidad de vida, ofrece beneficios inigualables en la producción y utilización de los antioxidantes por parte de nuestro organismo, factor determinante para detener o evitar la inflación de las vías aéreas pequeñas generadas por el tabaco. Hoy se estudia si los efectos nocivos del tabaco son contrarrestados o disminuidos por el ejercicio.

Entre muchos otros beneficios, la actividad física genera exigencia por parte de los músculos al sistema respiratorio, el que debe adaptarse y generar cambios en el trabajo respiratorio, del corazón y los vasos sanguíneos. En este tiempo en que el clima es generoso, la invitación es a iniciar una rutina de ejercicios y evitar consumir tabaco o disminuir su consumo en quienes ya adquirieron el hábito. Quienes tienen síntomas respiratorios deben consultar y quienes somos adultos responsables de construir una sociedad más informada y saludable, debemos contribuir a generar espacios de discusión, ambientes que inviten a una vida sin tabaco e idealmente con actividad física como una rutina más beneficiosa y energizante que muchas de las que desarrollamos a diario.