Bravo fue una "muralla china" ante Guangzhou
Barcelona debutó ayer con un triunfo ante el Guangzhou Evergrande en la semifinal del Mundial de Clubes de la Fifa con una victoria cómoda y sin complicaciones de la mano de tres goles del uruguayo Luis Suárez y de la seguridad en el portería que ofreció Claudio Bravo.
El golero nacional fue titular en el arco catalán ganándole el pulso al alemán Ter Stegen, a quien se le daba por seguro, pero Luis Enrique optó por la experiencia del capitán de la "Roja" para afrontar un duelo clave para avanzar a la final, donde River Plate es finalista.
El Barça tuvo una noche tranquila en Yokohama ya que los chinos no pudieron derribar el planteamiento catalán, y eso que no jugaron Neymar ni Lionel Messi, ambos con problemas físicos.
La única llegada asiática fue en la primera fracción, donde Bravo extremó recursos para desviar un remate que iba a puerta.
Los goles de Suárez, quien anotó tres conquistas (38', 49' y 68', de penal), pusieron a los blaugranas en el duelo por el título planetario ante los argentinos. El uruguayo hizo historia al anotar por primera vez un hat-trick en este campeonato desde su inicio en 2005.
Respecto a la clasificación, Bravo dijo estar "feliz, hemos hecho algo muy serio, hemos jugado a lo de siempre con claridad, contundencia en el área rival, lo refleja el marcador. Estamos felices por el trámite del partido y por la seriedad con que lo hemos hecho".
Sobre el duelo con River, Bravo afirmó que "esperamos esta final, será un lindo partido. Sabemos que River trajo mucha hinchada, eso es bonito para el espectáculo y nos gusta a nosotros como jugadores, que es como se da en Sudamérica, es un partido histórico", subrayó a la cadena Fox.