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El gas natural descontaminará el Gran Concepción

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Los habitantes del Gran Concepción tenemos el gran desafío de abordar y enfrentar la situación de Saturación Atmosférica declarada por el Ministerio de Medio Ambiente este 2015.

Esta declaración, se determinó por las altas concentraciones de material particulado fino (PM 2,5) en el aire, que supera la norma primaria de calidad ambiental, lo que trae aparejado consecuencias nocivas para la salud de la población.

De acuerdo a los informes oficiales de la autoridad, las principales fuentes de material particulado fino son la combustión en estufas y calefacción a leña, en el uso domiciliario, y en el caso del sector industrial, derivan de la utilización del carbón y petróleo en los procesos productivos.

En el Concepción Metropolitano, la más alta concentración de emisiones proviene de la combustión leña, con un 67% de incidencia en el total, mientras que las fuentes industriales aportan un 31% y el transporte vial sólo un 2% de la contaminación.

Frente a este escenario, el cómo reducir y, en el largo plazo, eliminar las emisiones contaminantes del ambiente es la interrogante que en estos días nos convoca. En definitiva, ¿cuál es la solución para la Zona Saturada y la eliminación del indeseado material particulado?

La respuesta está dada en el cambio de los combustibles que estamos usando, tanto en los hogares, como en las industrias, por otro que no contamine, como el gas natural.

Ya tenemos la experiencia de uso de gas natural proveniente de Argentina, entre el 2000 y el 2005, que facilitó el funcionamiento del sector productivo con casi un 0% de emisión de PM 2,5. Es decir, la solución definitiva para eliminar las emisiones contaminantes domiciliarias y de las empresas de la Región es el cambio de los actuales combustibles por el gas natural. La solución no es cerrar las empresas, ni apagar las estufas, sino la conversión a este combustible, que no emite material particulado fino al quemarse.

Contando con el gas natural, cuyos proyectos de inversión se encuentran en procesos de aprobación, las emisiones del sector industrial y de los hogares serían prácticamente nulas.

Sólo restaría, en un proceso de mediano plazo, promover políticas públicas que hagan de este combustible el más usado, acercando el precio al equivalente a la leña, que permitan una alternativa mucho más eficiente y saludable para los ciudadanos de la Región del Biobío, que merecen una mejor calidad de vida, junto con un crecimiento sustentable de su economía.

Filántropo Douglas Tompkins

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Desde la cara norte a las australes tierras patagónicas, esquiando, surfeando o escalando las paredes del Fitz Roy; la pasión por los deportes lo movilizó a recorrer los mas diversos y prístinos paisajes, maravillado por la grandeza del fin del mundo, se impregnó de su esencia, de la simpleza de los seres del fin del mundo y la relación con su entorno lo cautivó.

Se desplazó de su natal tierra para entregarse por completo a su pasión: el amor por la naturaleza; y así se abocó por entero a conservar nuestro medio.

Un hombre sencillo que mochila al hombro recorrió desde joven las tierras que lo acogieron hasta el ultimo de sus días, la fuerza de esta naturaleza lo absorbió en los últimos respiros y los fríos patagónicos del lago General Carrera se llevaron al hombre.

Un homenaje a uno de los grandes filántropos, defensor de nuestra Patagonia. Douglas Tompkins fue el creador de una de las obras más importantes en conservación del planeta, donando cerca de 8 mil kilómetros cuadrados a los Estados de Chile y Argentina.

En nuestro territorio creó los parques Pumalín, Corcovado y Yedegaia, luchó contra los intereses privados de quienes querían despojarnos de estos espacios, siendo uno de los aliados principales en la paralización del proyecto HidroAysén: Emergerás en los alerces milenarios, en las aguas furiosas del Baker, Pascua o Puelo, y gracias a tu constancia aún crecen y corren libres.

Tu legado sigue vivo, los que quedamos seguiremos en la búsqueda del sentido y con más ganas uniremos fuerzas por proteger el medio ambiente, educando a los seres hasta que comprendan que somos hijos de esta tierra, que dependemos de ella para subsistir como especie.

Las ambiciones humanas rompieron el equilibrio ecosistémico desde la industrialización. Tenemos que revertir este proceso y lograremos una mejor calidad de vida y humanizarnos.

Gracias y hasta siempre compañero ambientalista.